En época de crisis, de agotamiento de la democracia burguesa, el capitalismo muestra su verdadera esencia. Antiguamente usaban la fuerza militar de forma descarada para restituir su dominación, rompían el entramado legal ya inoperante. Ahora son más finos: lo modifican a su conveniencia. Es así que perfeccionaron un nuevo tipo de golpe de Estado. Veamos.
Es un golpe judicial: la legalidad burguesa sustituye a la voluntad popular, ya no es un gobierno del pueblo, se trata más bien de un gobierno de los jueces; y los jueces no son imparciales, obedecen a los gobernantes. Se establece una dictadura con maquillaje legal y aroma democrático, que es difícil de entender por las masas.
Si observamos el cínico twitter de maduro condenando los hechos de Brasil, encontraremos la esencia de la democracia burguesa, de las acciones contra Lula, pero también de las acciones contra Rafael Ramírez, contra Cristina en Argentina, Correa en Ecuador.
Nicolás Maduro @NicolasMaduro 9h"Não só o Brasil, o mundo inteiro te abraça @LulapeloBrasil. Dói a alma pela injustiça. A direita, pela incapacidade de ganhar democraticamente, escolheu o caminho judicial para amedrontar as forças populares. Mais cedo ou mais tarde vencerá a Pátria [...] http://t.peq.cc/iNAO "
(Nicolás Maduro @NicolasMaduro 9h No solo Brasil, el mundo entero te abraza @LulapeloBrasil. Duele el alma esta injusticia. La derecha, ante su incapacidad de ganar democráticamente, eligió el camino judicial para amedrentar a las fuerzas populares. Más temprano que tarde vencerá la Patria Grande. #LulaValeALuta)
Maduro es un ejemplo del nuevo golpe judicial. Todo el que brille por luz propia, el que surja como un posible contendiente es yugulado temprano por el batallón de linchamiento en que se ha convertido la supuesta justicia. La nueva modalidad de golpe tiene un problema de fondo. Veamos.
El viejo golpe, el golpe militar, dejaba a la democracia burguesa intacta, más bien la prestigiaba. Todos los factores políticos, desde la izquierda más extremista hasta la derecha uña en el rabo, se unían para restituir la democracia burguesa que de la asonada salía rejuvenecida. Al contrario, con el nuevo golpe la democracia burguesa sale desprestigiada, muestra sus entretelas, se le ven las costuras.
Es así, el gobierno permanece a costa del deterioro del sistema. De esta manera las puertas para la vía revolucionaria se abren, las posibilidades para la educación de las masas se elevan, ahora se puede mostrar la verdadera cara de la dominación capitalista.
Aquí entre nosotros el deterioro es dramático, el gobierno en su afán de permanecer destruyó la credibilidad de la democracia burguesa a la que se había entregado, pero también -y eso es lamentable- lesionó el prestigio del Socialismo y del Comandante Chávez. El golpe judicial le ha salido muy caro al gobierno, lo colocó en una situación de extrema debilidad: no tiene proyecto estratégico, no tiene apoyo más allá de los oportunistas.
Así se abre una disputa por la sucesión. De un lado están las diferentes corrientes capitalistas que buscan restituir o la democracia burguesa o una dictadura de transición, y por el otro están los Socialistas, los chavistas auténticos que ya piensan en un gabinete de rescate nacional.