"La mentira adornada se equivoca
con la verdad desnuda"
Conde de Cervellón
El gran Alfonso "chico" Carrasquel, uno de los grandes short stop venezolanos en las grandes ligas; persona humilde, y sin ambiciones, era muy dado a las anécdotas, y algunas sirven para desenmascarar a los mentirosos. En cierta ocasión, siendo manager de un equipo, tuvo a un importado, quien llego precedido de excelentes reportes como antesalista. Al fornido jugador lo empezaron a probar en la esquina caliente, pero no agarraba una–un verdadero colador– el "chico" conociendo las debilidades defensivas, pero muy respetuoso al momento de dirigir a sus semejantes, se le acercó para decirle: ¿Qué te pasa? El estadounidense, ni corto, ni perezoso, rápido le respondió, con cierta petulancia: ¡Es que apurado, se me olvido el guante! Alfonso, con toda la malicia, le colocó la mano en el hombro, y le dijo sin alterarse: "Aquí tienes el pasaje, para que busques el guante, me lo mandas, y te quedas tú".
Al señor Ramírez, le podemos aplicar uno de estos chistes del "chico" Carrasquel, y a la vez agregarle, como siempre repetía un gran amigo, cuando se encontraba a un tramoyista de esta calaña: ¡Te voy a creer para que no te pongas bravo! Desde el mismo momento de haber visto, el título del artículo (fuerza Lula) sabía por dónde venía. Los que no tienen razón, por cualquier lado se les ve la falsedad, y tratan de envolver a todo el mundo, para hacerse los creídos. Nada de esto, es nuevo; desde la época de Jesús de Nazaret, encontramos personajes muy parecidos. El ex ministro, ni corto, ni perezoso se agarra de un caso, que se encuentra en todos los medios de información, y por lógica llama poderosamente la atención. Dijera un jodedor de oficio: ¡Dile pendejo por eso!
El caso de Luiz Ignacio "Lula" Da Silva, no tiene ningún parangón, con el señor Rafael Ramírez, pero el que se está ahogando, en medio de la desesperación siempre busca de qué agarrarse, y muchas veces, lo que parece un salvavidas, termina hundiéndolo. Algo parecido le está sucediendo a la ex fiscal, Luisa Ortega Díaz, quien se encuentra en Colombia, retratándose con personajes muy cuestionados, entre ellos: Álvaro Uribe Vélez, y hace poco salió con la Gaby Orellana, quien le brindo solidaridad absoluta; la misma, que hace algunos años, solamente le faltó agarrarla por la "rubia" cabellera, y pasar coleto con ella.
Total, de los traidores, y renegados no se puede esperar nada nuevo, y sino pregúntenle al ex ministro Ramírez, quien ahora se considera un perseguido político, comparándose a Lula, Dilma, Cristina, y Rafael Correa, obviando la corrupción, la verdadera razón por la cual se encuentra señalado. Recurre a todas las artimañas posibles, y no conforme con esto, habla por los demás, consciente que no pueden desmentirlo en medio de sus largas monsergas, pero, quien no tiene la razón, termina ahogándose en sus propias palabras.