Sigue EEUU en su cruzada unilateral para hacerse de los bienes, ya que ya no pueden seguir expoliándonos los recursos que durante 150 años usufructuaron con los sátrapas que temprano se sometieron a los predestinados para llenar de males al mundo, los del Departamento de Estado y también los del Tesoro, que declaran a los cuatro vientos y las siete plazas, apoyados por gobiernos como los de Alemania, Argentina, Brasil, Canadá, Colombia, España, Francia, Guatemala, Italia, Japón, México, Panamá, Paraguay, Perú y Reino Unido. Se han dedicado a rastrear los bienes de los venezolanos para incautarlos, bajo el argumento ordinario de devolverlo al pueblo cuando Nicolás no esté en el poder. Han declarado que las "Acciones concretas son necesarias para evitar que funcionarios venezolanos corruptos y sus redes de apoyo abusen del sistema financiero internacional", dice Steven Mnuchin, secretario del Tesoro.
Por su parte Alexander Schetinin, director del Departamento para América Latina de la Cancillería de la Federación de Rusia califica de "destructiva e irracional" una política de EUA contra Venezuela, que instiga al descontento extremo y la rebelión, para "crear un caos supuestamente controlado (…) y agravar la situación socioeconómica en Venezuela provocando la falta de liquidez, la crisis alimentaria, de fármacos, etcétera". Son recursos que tienen la intención un claro objetivo, condicionar a los venezolanos de a pie, para que desconozcan al Gobierno elegido y se alíen con quien pretende quedarse con nuestros recursos naturales. En lo que respecta a los comicios presidenciales y legislativas del 20 mayo, rechazamos las declaraciones injerencistas y la intervención mediática que alientan la violencia política y para nada contribuyen a bajar las tenciones sociales.
"Tales declaraciones externas impulsan a los radicales y a las fuerzas irreconciliables, en lugar de facilitar la búsqueda del consentimiento, siempre instamos a la búsqueda de un acuerdo, una estabilidad interna que luego, con una sana competencia de fuerzas políticas constructivas, determine el desarrollo futuro del país y en economía y política". Es la voluntad del pueblo venezolano el que debe prevalecer y que se cumpla lo que se disponga por los actores nacionales, sin condicionamientos de ninguna naturaleza. El principal punto de agenda diplomática guerrerista del Gobierno díscolo y sin estatura ética y amoral de Trump, es afectar el proceso democrático venezolano, evitar que los comicios pautados para el 20 de mayo se lleven a cabo. España de nuevo se inmiscuye y apoya las sanciones contra el Gobierno de Maduro.
"Vendrán nuevos ataques contra Venezuela y se activará. Ya están anunciando supuestos embargos petroleros, pero no hay sanción, no hay agresión, no hay embargo, no hay insulto que detenga a un pueblo como el venezolano, que es libre y ninguna acción imperialista podrá detenernos" ya que "Venezuela es un país libre independiente. Rajoy no tiene nada que decir sobre Venezuela, no nos interesa la opinión del canciller de España sobre las elecciones venezolanas", declaró el Canciller venezolano entrevistado por el canal Hispantv.
Venezuela cuenta con el apoyo de los países visitados en el marco de la Gira por la Dignidad a pesar del "bloqueo mediático". En Guinea Ecuatorial, Angola, Egipto, América Latina y El Caribe hubo actos de solidaridad por Venezuela. Exigimos el respeto del derecho internacional y soberanía popular. "Es triste que dirigentes de esa oposición que se ha autoexcluido del proceso democrático venezolano… pidan sanciones contra su país". Señaló Arreaza.
Es importante prestarle mucha atención a la opinión del profesor de Derecho Internacional, exsecretario del Comité de Derechos Humanos, Alfred De Zayas, un experto independiente de la ONU para la Promoción de un Orden Internacional Democrático y Equitativo, opina que "es hora" de que Venezuela solicite a la Corte Penal Internacional, someta al Gobierno de Trump a "una investigación sobre crímenes de lesa humanidad cometidos por los EEUU al imponer sanciones en su contra". Sanciones por las muertes causadas en niños por malnutrición, falta de agua potable, medicamentos contra graves enfermedades crónicas, acaparadas por laboratorios en poder de las corporaciones manejadas por las familias del 1% de los estadounidenses; que venden equipos médicos y material quirúrgicos y técnicos. Esto constituyen crímenes de lesa humanidad, y especialmente por ser intencionales, sádicas y por infligirle sufrimientos a las personas que padecen calamidades por sus deteriorados estados de salud, nos comenta en su análisis De Zayas.
La grave situación de crisis generada en esta nación caribe, y sometida por la mayor potencia guerreristas del planeta, que nos ataca sistemáticamente desde que asumiera Chávez en 1999. Han activado todo su arsenal sofisticado de guerra de IVª y Vª generación, y se han cumplido rigurosamente las órdenes del Departamento de Estado y las instrucciones del Pentágono. Desde la crisis económica que sufriera EEUU en la década de los 80, y que activaron los ataques tras falsos positivos contra los países árabes, y llevaron al desmoronamiento de los precios del petróleo, circunstancia que nos viene afectando, y que convierten las relaciones centro periferia asimétrica. Los efectos se han generalizado y la crisis fue trasladada a los países en desarrollo, con los efectos devastadores de las políticas de cada país de América Latina, vulnerados por los Gobiernos maulas arrodillados al imperialismo. Son los oligarcas que vuelven por sus fueros y afectan a las clases medias y pobres, donde los trabajadores, campesinos y obreros, se ven rebasados por la guerra económica, que se traduce en el bloqueo por medio de maniobras seudolegales, para evitar que ingresen alimentos, medicinas, insumos de primera necesidad de diario consumo, y que afectan a las personas y su dignidad humana. Por si esto fuera poco, los sabotajes no cesan, las acciones tipo comando, acciones quirúrgicas en el terreno, son cada vez más precisas, golpeando en los puntos más débiles, menos protegidos en todo el territorio nacional. son golpes de mano, y contra los servicios públicos y que son básicos y necesarios en todo el país, afectando el patrimonio moral y físico de todos los y las connacionales.
Los EEUU y su política exterior coaccionan a los países, sin que importe tengan o no gobiernos democráticos, tienen un doble rasero, el imperialismo junto a los neoliberales así conciben el mundo que tienen a sus pies. Lo que amerita que los organismos internacionales y sus instancias, califique si las sanciones, por una parte, y los delitos de lesa humanidad que se han cometido, requieren o no un capítulo aparte en las Naciones Unidas. Ya en el año 2000 la subcomisión de Promoción y Protección de los Derechos Humanos, presentó un informe calificando que las sanciones de EEUU, eran una grave y severa violación del derecho internacional y, de derechos humanos. Luego en 2015, el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra creó la función del Relator Especial sobre las Medidas Coercitivas Unilaterales, y en el informe del relator Idriss Jazairy, donde se demuestra el impacto adverso de dichas sanciones. Ante tales pruebas, varias naciones han conminado a sus gobiernos a desconocer dichas sanciones, por contrariar la letra, el espíritu y la razón de los pactos internacionales, de Derechos Civiles y Políticos y del Pacto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
La Asamblea General de las Naciones Unidas ha condenado las sanciones contra Cuba y el "bloqueo" en 25 resoluciones que los gobiernos de los EEUU han ignorado. Y las sanciones contra Venezuela siguen agravando cada día la situación, causando que se incrementen los casos con el retardo de las distribuciones de los insumos requeridos con urgencia. Además y como consecuencia de las tales órdenes aviesas, son ya muchas las personas fallecidas, hombres y mujeres de distintas edades y condición social. Se evidencia una clara intención deliberada, que forma parte de una planificación como estrategia de mediano y largo alcance por parte de las corporaciones que quieren todos los recursos que hay y abundan en Venezuela. Los organismos internacionales tienen una clara responsabilidad penal y sus actores principales son cómplices de estas agresiones tipificadas por sus connotaciones como de lesa humanidad.
Es urgente que se eleven a las instancias internacionales correspondientes sobre la situación, y que sean atendidas con la premura del caso por la Asamblea General, y sea activadas lo que haya a lugar, y sean sancionados legal y penalmente los responsables de estos crímenes de lesa humanidad. Se debe solicitar al Fiscal de la Corte Internacional de Justicia, abrir la investigación sobre estos crímenes cometidos por EUA y se actúe de igual forma con el resto de naciones que colaboran con los genocidas, para que reciban sus sanciones. Es que no solo se trata de Venezuela, las sanciones han afectado a los países que dependen de la ayuda que suministra el país petrolero por excelencia; lo que afecta la vida de millones de personas en todo el globo. Aquí las muertes directas por la falta de alimentos y medicamentos a tiempo, y que ya se extiende por más de un año, como consecuencias de las políticas perversas de la primera potencia bélica del mundo, solo tienen un nombre, la devastación de un país al que no pueden invadir directamente con tropas, saben que aquí dejarían el pellejo, por lo que usan la táctica del desgaste. Disponen de la mayor tecnología y disponen de recursos como país desarrollado, pero lo que les falta es la sangre bravía, libertaria y rebelde de los y las venezolanas.
En el Artículo 7 del Estatuto de Roma se definen los crímenes de lesa humanidad, y los tipos de sanciones adoptados desde hace medio siglo en el caso de Cuba y en las últimas décadas contra Venezuela, constituyen crímenes contra la humanidad, lo que dicen los expertos del derecho internacional penal, que también pudiesen ser constados por la Corte Internacional de Justicia, en opinión consultiva. Cuantificar el número de casos de fallecidos por falta de medicamentos, que son sometidos a secuestro por vía de las sanciones impuestas a los exportadores, bloqueando las cuentas de pago, negando trámites que son materia pública; dificultando las relaciones comerciales entre los países que han convenido entre la compra y la venta de alimentos y medicamentos principalmente. El asunto se ha politizado a tal punto, que raya en el límites de una declaratorias de guerra, solo que las muertes no son ocasionadas por las balas ni las bombas, sino por la inanición y la imposibilidad de suministro del tratamiento indispensable para la vida del o la paciente. Esta arma letal que usa el Gobierno de EEUU, contra una población entera, para una supuesta sanción contra un Gobierno que no se ha dejado someter por el imperio más sanguinario y atroz que ha conocido la humanidad en toda su historia mundiao. La corporatocracia estadounidense irrespeta las resoluciones de los organismos creados a finales de los años 40, para evitar precisamente que las potencias se abrogaran derechos a motu proprio, asistidos disque por un destino manifiesto, son reos de lesa humanidad y en flagrancia de las leyes por las medidas coercitivas que vienen aplicando unilateralmente. El secretario general de que la ONU, António Guterres, debería ofrecer sus buenos oficios en la mediación entre el Gobierno y la oposición para restablecer el diálogo y también el envío de los observadores internacionales para los comicios del 20 de mayo. El relator Idriss Jazairy realizará este año una visita a Venezuela.
El ejército venezolano, pueblo en armas ha conducido desde Bolívar hasta hoy las revoluciones libertadoras, comprometidas con los procesos de cambios y el avance de la patria hacia el progreso de las naciones. Chávez levantó con su espíritu de nuevo las banderas de la dignidad y la identidad de los valores representados en el tricolor del indio, del blanco y del negro, como expresión de los sentimientos humanos, y la viva manifestación de pluriversalidad. El chavismo incorporó al acervo político los principios de renovación y apalancamiento de las nuevas estructuras para una nación del nuevo siglo, y sostenido por el poder soberano que se ha crecido ante las dificultades. Solo falta más cohesión en el esfuerzo mancomunado, para sacar adelante al país de todos y todas los que queremos y creemos en Venezuela. Hay una rémora oligárquica que no ha sucumbido a los siglos, y permanece agazapada desde la vil traición al Libertador, lo que ha sido un peso terrible para los venezolanos y las venezolanas que luchamos contra esas desviaciones del carácter y lo que significa la independencia, tantas veces vejada por los gobiernos entreguistas y sobre todo los que en la IV república, le compraron a los gringos, el fin de la historia, poniéndole fin al pasado, para que hay nadie osara recordarles sus crímenes, que se agregan a los actuales y que no pueden ser desestimados por las nuevas generaciones que se enfrentan a un mundo lleno de incertidumbre y de cambio hacia una nueva era.