Ojalá estuviésemos equivocados

Un gobernador socialista que lucha contra los intereses capitalistas que el mismo representa

״Por Dios! Hay veces que no puedo a menos de revelarme al ver como por el abandono -por no usar apreciaciones más crudas, pues hubiera podido decir avaricia e ignorancia-, son destruidos o abandonados monumentos que por su calidad de diseño y esplendor fueron respetados hasta por el bárbaro y desenfrenado enemigo, o aquéllos que aún el tiempo, tenaz e implacable destructor, los habría respetado eternamente״. Se subraya este aporte de León Battista Alberti (1450), por un tema en el cual nos detenemos y presentamos una visión sintetizada de los aspectos claves que se han hilvanado a partir de la "intervención" de la Casa de Gobierno de Cumaná, perteneciente a la poligonal de la zona histórica de Cumaná y al inventario del patrimonio cultural de la ciudad.

Resulta, que el impacto de la "intervención" de la Casa de Gobierno de Cumaná no ha sido hecho por cualquier ciudadano, ni gracias a un proceso propio que habríamos inscrito en la continuidad histórica en la cual nosotros mismos nos insertamos. Peor aún, esa "destrucción" se inscribe en un proceso negador de la ciudad como unidad esencialmente humana, a capricho de la máxima autoridad civil del Estado Sucre: no existen estudios, ni proyectos; tampoco diagnóstico, ni mucho menos propuestas de alternativas, las tres dimensiones, en el análisis y las proposiciones, no existen. El papel del diseñador desaparece y, mucho más grave, el profesional de la arquitectura perdió preeminencia y jerarquía. Y, con ello, los elementos estructurales ambientales, culturales, históricos y patrimoniales no juegan papel relevantes.

Al parecer, el gobernador no tiene consciencia de la Casa de Gobierno de Cumaná, como organización activa y dinámica cuya "demolición" nos afecta de diversas maneras. Por lo visto, nunca alguien le indicó de nuestra profunda pertenencia de los cumaneses a cada una de nuestras calles, casas y plazas. Pues, a quien se ha delegado la responsabilidad de administrar, planificar, controlar y dirigir nuestra ciudad, no sabe lo que ésta es. Es comprensible. Es un dirigente político para quien la politica es un fin en sí mismo y no un instrumento de transformación.

En todo caso, sólo pretendemos que la discusión tome para el análisis, no sólo la relación de los elementos de la estructura espacial, sino lo que desde fuera las modela. Que no se ignoren los niveles económicos, políticos, ideológicos y técnicos que determinaron ese "rancho de la burguesía de la época". Que tengamos en consideración la variación que esos niveles tuvieron desde la colonia española hasta el actual socialismo del siglo XXI y que se perciba la articulación de esas variables con la forma urbana. Una vez conquistado ese nivel de análisis se puede llegar al puramente formal.

Pero, se llegará con la consciencia de lo secundario, de lo estético frente a lo ético, el derecho a la ciudad y la clara explicación de los porqués de las actuales formalizaciones habiendo aprehendido que aún dentro de la diferencia de calidad estética que pueden llegar a tener los "constructores de la gobernación", éstos inscribirán la ejecución de la obra en algo que no proyectarán jamás y que se hace, además, a espaldas de principios biológicos, éticos y estéticos, que sólo obedece a los intereses de lucro de un presupuesto de obra, con el apoyo casi incondicional del mismo poder político que lo otorga.

Y todavía, incluso el "rancho de la burguesía de la época", inscribirá dentro de esos intereses y que cuando se pretendan valores estéticos, éstos serán buscados por los mismos promotores de la "moderna" Casa de Gobierno, para constituirla en trampa ideológica manipuladora que permita incrementar ese mismo poder económico-político.

El avance y desarrollo del Socialismo del siglo XXI, nunca ha sido ni será cuidadoso de la conservación, del registro de esa historia. Toda actitud conservacionista de ese registro luchará contra los intereses del capitalismo que, al mismo tiempo, representa. El Estado sólo accederá a destinar el excedente de producción a la conservación del espacio del pasado, cuando no enfrente los intereses que, sobre ese "rancho de la burguesía de la época" o su excedente, tenga el capital dominante. Esto se comprueba en esa "vulgar intervención" de la Casa de Gobierno de Cumaná.

Nos preguntamos, entonces: ¿Qué ha ocurrido con nuestra ciudad?, ¿Qué ha ocurrido con la Casa de Gobierno?... Todos lo sabemos: fue intervenida y lo que aún queda, muy poco, está en proceso de destrucción. Esa actitud forma parte del fariseísmo desarrollista que hoy pondera lo autóctono para mejor explotarnos, la calidad del cumanés para mejor manipularlo…y, para consuelo de pocos, respondemos, una ciudad, antes que nuevos pisos, plafones y tapias perimetrales, ésta formada por ciudadanos.



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Servando Marín Lista

Arquitecto - Autor de los libros: 1.- La Geometría de los Afectos (2007). 2.- Desde la Comunidad (2010). 3.- La Ciudad Comunal (2013). 4.- El Caserío de Altagracia de Cumaná (2016). 5.- El Caserío de Santa Inés de Cumaná (2017). 6.- Cumaná: La Otra Ciudad (2019). 7.- Más allá de Tierra Firme (2022). 8.- Más allá de La Mar (2023).

 tetralectica77@gmail.com      @chevan2

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