"Más traiciones se cometen por debilidad
que por un propósito firme de hacer traición".
Jean-Jacques Rousseau
El lunes 30 de abril–antesala al 1 de mayo– se podía notar la forma tan perversa, y maliciosa, cómo funcionan las llamadas "redes sociales", y el gran poder de los medios al servicio del gran capital. En cualquier sitio, donde se presentaba una conversación, la desesperación era para ella, por los indetenibles aumentos de los precios de todo, cuanto una persona pueda necesitar; empezando por la comida, pasando por los repuestos de vehículos, hasta llegar a los servicios, y todo se lo estaban achacando al aumento por demás justos del Presidente Nicolás Maduro, a los salarios, pensiones, bonos de los venezolanos, con motivo del día del trabajador.
¡Ahí está el detalle! como decía el gran Mario Moreno (Cantinflas). Nada de lo que hace el gobierno, lo dejan florecer, porque precisamente esa es la guerra económica. Lamentablemente el gobierno, no ha podido frenar este espiral inflacionario, tan perverso a las condiciones de vida de los venezolanos, aun, cuando trata por todos los medios posibles de pasar miles de vericuetos para enfrentar a los inductores, tanto internos, como los externos, encabezado por Estados Unidos; el presidente, y los títeres enfermizos; así la nieguen los más arrastrados opositores al gobierno–Ramírez, Borges, Ledezma, y cuanto vende patria, se suma a la jauría–porque precisamente es la única alternativa, que les queda para acabar con un gobierno, que hace todos los esfuerzos posibles por ayudar al pueblo, pero en fracciones de segundo, son desbaratadas todas las acciones, golpeando a propios, y extraños. La situación es por demás envolvente, y en la maraña no se escapa nadie.
Todos los esfuerzos del Presidente por mejorar las condiciones de vida del pueblo venezolano, se encuentran a cada instante con una férrea oposición, y con opiniones tan alocadas de algunos dirigentes, que hasta ayer, les faltaba poco, para compararse al "Che" Guevara, como es el caso del Politólogo Nicmer Evans, quien, en un arrebato de esos parecidos a los de María Corina Machado, lanzó una ráfaga de ataques contra el Presidente, el cual transcribo textualmente: "Este que se dice ser un Presidente obrero lo que es un traidor, a su clase y a su pueblo. Los que somos de izquierda te aborrecemos Nicolás Maduro, porque eres un miserable traidor a tu clase social. Dices que manejaste un Metrobús, pero la verdad es que no hiciste nada por tu país ni cuando te tocó trabajar" Lo lamentable de este discursista, es que lo utilizaron, como si estuvieran probando una pieza, y todavía le debe estar dando vuelta en el subconsciente esta sarta, el cual le debe estar pesando más que la propia cabeza, lo que llaman un "ratón" moral.
Todo esto forma parte de lo enmarañado de la situación. La tarea de los enemigos del proceso venezolano, y de cualquier movimiento que se levante en el mundo, es aplastarlo, y para eso el imperialismo se vale de miles de mañas, utilizando todos los recursos a su alcance, y cuando no funcionan, pasan actuar de manera directa–invasiones–sin importarles la parte económica, el ejemplo más reciente e ilustrativo: Siria, bombardean, y después a través de los medios inventan miles de excusas.
El lunes 30 de abril, fue un verdadero hervidero de personas por todas partes, más de lo normal. Los que tenían compraban lo que no necesitaban porque iba aumentar, y los que en verdad necesitaban no compraban porque no les alcanzaba, o simplemente no tenían, y casi era una sola voz: ¡Después del 1! ¡Quién aguanta esto? Lo cierto de todo, es que no es cuento, ni ficción; es una realidad creada, a la que no escapan, ni los politólogos, al querer involucrar a todas las personas, con pensamiento progresistas, como está sucediendo con Nicmer Evans, quien terminó de lanzar el ancla, en medio de mar bravío, y todos sabemos el destino de los que se devuelven.