A decir verdad, no le he seguido la pista al incentivo que el presidente Maduro tiene previsto lanzar para invitarnos a votar. Por ahora, he estado muy concentrada en garantizarle las papas a las pocas vaquitas, gallinitas y cochinos que tengo en mi fundo, porque la cosa está muy dura también para mis animales.
Yo voy a votar el 20-M sin necesidad de incentivo, respondiendo a lo que mi conciencia me dicta y tratando de evaluar el contexto preelectoral y los escenarios que se asoman. Llevo una encuesta casi interdiaria con mis camaradas más cercanos, como una manera de ir calculando mi situación para el 20-M.
Aunque no le he seguido la pista a los lineamientos o pautas para garantizar este incentivo; observo que el gobierno y el PSUV han tenido esto muy encaletado después del anuncio. Maduro, cuando ha retomado el tema ha hecho como el perro antes de echar la meada. Ha dado sus vueltas y no suelta prendas. Diosdado Cabello en una edición de su programa Con el mazo dando, nos habló de libros y dentro de esta categoría, Cabello especificó que esta opción podría incluir leyes.
Lo cierto es que hasta ahora y sin mucho contacto con la ruta del incentivo, la propuesta se encuentra como en un limbo. No se atreve como a salir del cascarón. Suponiendo que el incentivo esté en limbo y no sea yo la que esté por no ver televisión, voy a sugerirle varios tipos de incentivos, considerando la situación de la población electoral respecto a sus inclinaciones políticas y frente al 20-M.
Voy a votar. Sin embargo y con el permiso respectivo de toda la plana mayor del alto gobierno y de la dirección política del PSUV, propongo que el camarada Maduro no ofrezca un único incentivo, porque hacer uso de esta opción es como ir a un supermercado y frente a un determinado producto, uno se detiene algunas veces en las prioridades nutricionales del producto o la marca. Sugiero entonces, una batería de incentivos. Unos pueden estar dirigidos a la los electores chavistas de diferentes denominaciones y otra a los ni-ni y a los que andan por ahí como rabiosos sin corazón en el pecho.
Alternativas:
1) A los claros y "conscientes" demócratas, cuya obsesión es ver (desde fuera) una intervención militar con posibilidades de una guerra civil, sería interesante ofrecerle un bono de por vida en dólares con una ñapa adicional. La ñapa sería una vivienda construida a través de la misión vivienda en el lugar que estos electores prefieran en Florida, Orlando o Miami para devolverlo a su patria. La idea es que ellos decidan donde quieren estar. Se entiende que este sería un esfuerzo titánico porque estos extranjeros con nacionalidad venezolana, continúan con su proyecto bien concreto que se resume: "no es no".
2) A los chavistas psuvista que voten el 20-M, regarle una edición especial empastada de Golpe de timón, previamente preparada en una versión tipo comiquita por Joaquín Salvador Lavado Tejón (Quino). Aunque el tiempo conspira con este incentivo se fija el compromiso para una edición de lujo.
3) A Chavistas no psuvista, o sea, no registrados en el PSUV darle garantías para que el CNE les permita a los movimientos sociales que el organismo electoral tiene trancado para que tengan sus tarjetas como organizaciones políticas y así abrir los mecanismos de participación, sin la censura (alicate) permanente del CNE. La única condición que se les fijara sería de cumplir con las condiciones que exige este ente, pero sin ponerle trabas como ha venido sucediendo hasta ahora.
4) A los "ni-ni", compilarle en un CD todos los discursos ofrecidos por Antonio Ledezma en el trayecto de la IV y V República. Este incentivo vendría acompañado con tres ñapas. Una ñapa sería las intervenciones de Ramos Allup en el viejo Congreso de la República. Otra sería una muestra, que no pasaría de tres páginas de las intervenciones de Capriles cuando fue presidente de la Cámara de Diputados de ese extinto congreso y la tercera ñapa, el video de la juramentación de Carmona con aplauso y todo.
Se notará que el primer incentivo es el mejor preparado, pero entenderán que es un segmento exquisito del padrón electoral y además este grupo, es parte de los venezolanos nacionalizados que se siente dueño del país.
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@La_DagaRoja