De sorpresa fue la reacción apenas conocidos los resultados de la primera votación en la asamblea de la ONU para elegir un miembro no permanente del Consejo de Seguridad. Aquí coincidieron tanto partidarios como adversarios, aunque la sorpresa de éstos fue gozosa, actitud igualmente expresada en algunos medios. ¿Qué había pasado? No teníamos explicación. Declaraciones de personeros del alto gobierno hicieron suponer que Venezuela tenía una ventaja amplia sobre Guatemala, y que incluso había la posibilidad hasta de ganar en la primera vuelta. Lo dijeron en La Habana cuando se reunían los No Alineados. Uno de esos funcionarios me comentó días después que "tenemos cerca de 100 votos, y ellos unos 60", y que de repetirse indefinidamente esa proporción, era probable que otros países trataran de convencer a Guatemala para que declinara. Es lo que está ocurriendo ahora, pero al revés, pues la proporción es adversa a Venezuela, y es México la voz escogida para pedir el retiro venezolano.
¿Qué pudo ocurrir? Es posible que se hu biesen sobrevalorado las posibilidades reales, o que países comprometidos no soportaron las presiones y cambiaran sus votos, y hasta eventualmente pudo suceder que amparados en el secreto, algunos delegados votan contraviniendo instrucciones de sus respectivas cancillerías. Como no existía un enfrentamiento contra Guatemala, sino con Estados Unidos, que impulsa esa candidatura con todos los hierros con tal de cerrar el paso a Venezuela, cuya presencia en el Consejo de Seguridad le resultaría urticante e insoportable, no debe extrañarnos lo sucedido ni los errores habidos en las estimaciones. Se trata de la primera potencia del mundo, con enorme influencia en Europa, en el resto del planeta y en instituciones como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y en el Banco Interamericano de Desarrollo, etc, etc, etc. Ese poder pareció subestimado.
Durante los tres días de votaciones, después de la primera 109-76, Guatemala no ha bajado de 93, cuando por única vez empató con Venezuela, y tiene un techo en 116, del cual se alejó bastante el jueves. Por su parte, Venezuela cuenta con 75 votos duros, y su techo ha sido 93. Las abstenciones han oscilado desde el primer día, de manera que es absurdo decir que lo hacen por agotamiento o fastidio. También son posiciones políticas. En la asamblea se mueven partidarios de unos y otros. Arias Cárdenas comentó que mientras Venezuela sólo tiene 14 funcionarios en la sala, EEUU cuenta con 200, suficientes para que "marquen" a cada una de las 193 delegaciones y les sobre gente. Y a propósito, después que se denunció el descarado cabildeo que hacían, fueron más comedidos; ahora es una señora quien recorre las curules, y el embajador John Bolton les habla en los pasillos. Entre tanto, los poderosos teléfonos de la Casa Blanca y del Departamento de Estado en estos días no atienden ni las angustiadas llamadas de Bagdad o de Kabul.
¿Qué puede suceder? ¿Cuál será el desen lace? Es un error asimilar esta situación a la votación habida en la ONU en 1979, cuando se hizo imposible que Colombia o Cuba obtuvieran las dos terceras partes. Había un cuadro internacional totalmente distinto; entonces operaban dos enormes bloques o polos, con decenas de países alineados de cada lado y que hacían que las votaciones no tuvieran cambios de significación. Ahora no ha sido así, como se está viendo. Ni será así.
Parece que Guatemala, pese a todo el poder que le da el apoyo estadounidense para bloquear a Venezuela, no podrá alcanzar las dos terceras partes. Es impensable que los presidentes de Chile, Ecuador y Perú le levanten el teléfono al de Guatemala para decirle que estudiarán darle el voto. Si para Venezuela es igualmente inalcanzable esa proporción, no se puede pensar en una indefinida prolongación de las votaciones ni que aparezca un tercer candidato sin acuerdo previo. Nuestra embajada declaró que la salida no es el retiro de las dos candidaturas, "sería admitir el poder de veto de Estados Unidos" extendido a la asamblea. Es relativo.
Venezuela ha obtenido una importante victoria política que sólo opositores locales desconocen. Ha soportado todo el peso de la influencia de EEUU, que no ha podido alcanzar las dos terceras partes de la votación de la ONU. Sus mejores tiempos se están acabando, se debilita ese inmenso poder, pero sigue siendo la primera potencia. Si el panorama del miércoles no ofrece mayores cambios, habrá que pensar en las negociaciones. Esos 75 votos duros son de países solidarios, amigos, pero se supone, existen límites. Si el país que acceda al Consejo de Seguridad es de Mercosur o de la Caricom, creo que Venezuela deberá sentirse satisfecha. Lo que no debe aceptarse es que sea un país bajo la determinante influencia estadounidense. Sería la negación de cualquier reforma o cambio en la ONU.
Manuel Rosales dijo en la TV de Miami,
repetido aquí muchas veces, que en Venezuela un tercio de la población es del chavecismo, que "son en su inmensa mayoría parásitos del gobierno". ¿Dónde están sus asesores? ¿O serían ellos?
Una ley para legalizar
la tortura en los interrogatorios a los terroristas, reales o supuestas, aprobó el Congreso estadounidense. La American Civil Liberties Union la considera "uno de los peores ataques a las libertades individuales promulgadas en la historia estadounidense". Si torturaban sin ley, imagínense cómo será ahora.
Mañana se cumplen 30 años del
fallecimiento del rector de la dignidad, Jesús María Bianco, quien enfrentó con decisión y coraje las embestidas de varios gobiernos para desplazarlo del Rectorado y desconocer la democracia en la Universidad Central. Rafael Pisani, Francisco De Venanzi y Bianco llenaron épocas doradas de la vida ucevista.
Consultores 21 revela
en su última encuesta que mientras en junio 2004 el 49% respondió que su situación personal era buena, ese porcentaje subió a 61% en la consulta de sept/06, y que en j-04 sólo 40% opinó que el país estaba bien, ahora lo hizo 56%, y 61% cree que mejorará.
El próximo 5 de diciembre se
cumplirán 20 años de un récord difícil de igualar: el de 1.500 hits que Vitico Davalillo bateó en 30 campeonatos, 19 de ellos con los Leones del Caracas, aunque fue con los Tigres cuando logro su más alto average: .413 en 1981-82.
Dirigentes
de la alianza PAIS, que apoya a Rafael Correa, denunció la parcialización de la misión observadora de la OEA, y el presidente de la empresa brasileña E-Vote, Paulo Martins, "culpó al TSE del colapso del sistema operativo de transmisión de resultados". Le abren el camino al potentado bananero.