"El pueblo judío y el gobierno de Israel tienen el derecho, el deber y la capacidad para prevenir otra aniquilación del pueblo judío."
Bibi Netanyahu.
El futuro económico, político y social de Venezuela se encuentra trancado. Por la confrontación entre un modelo económico comunista fracasado, versus la economía social de mercado. El comunismo en el siglo XX, fracasó porque no tenía nada que aportar sobre la URSS, y todos sus satélites de la Europa Oriental, hoy la situación del país se rige bajo este esperpento de modelo: Por eso vemos el juego trancado, necesitamos abrir este torniquete comunista a como dé lugar para salir de esta pesadilla. Y la única forma de salir de esta crisis atroz es con la apertura hacia la libre economía de mercado.
Durante la cuarta república se vivieron 40 años de rentismo petrolero, más los 20 años de la V república ha sido los detonantes de esta situación hiperinflacionaria según los expertos en la materia consultados.
En la IV república Venezuela producía lo que consumía, eran muy poco los rubros donde era necesario importar algo, más que todo por causas climatológicas.
Hoy esta crisis hiperinflacionaria ha traído una grave crisis ética y moral en la sociedad venezolana donde existe una feroz lucha entre venezolanos por la supervivencia de la población. Donde padres están abandonando a sus hijos porque no los pueden mantener, y manifiestan que alguien tiene que sobrevivir ante esta grave crisis. Y para la opinión publica del exterior esto pareciera una exageración pero es la realidad de la situación país.
El otro grave problema que enfrentamos es el tema migratorio de los venezolanos que se van del país. Y muchos se van porque se han dado cuenta que el modelo económico comunista imperante no funciona, y los otros por la perdida de confianza, y esperanza en la oposición que anda de fracaso en fracaso. Lo peligroso de estas migraciones es la fuga del talento porque en el país no hay condiciones suficientes que le garanticen su futuro, afectando a empresas como: pdvsa, corpoelec, sector salud etc. y también están los que huyen de esta guerra del hambre.
El país no puede progresar sin la participación de la empresa privada ya que está comprobado que genera más empleo. y más riqueza que el estado capitalista.
La función del gobierno es de ser el árbitro, entre el equilibrio del poder, y la seguridad jurídica.
Hoy Venezuela a 20 años de revolución ante la comunidad internacional luce en ruinas por la diáspora, una nación dotada de una gran cantidad de riquezas minerales, naturales y humanas que no han sido bien aprovechadas en estos últimos años debido a la falta de confianza de la población hacia el gobierno bolivariano debido a esta mega inflación.
Donde no se ha capacitado a la población para que sea productiva, y no dependa de las migajas del estado. Donde se le creen oportunidades a la población sobre su futuro, erradicando esa mentalidad de flojos y pedigüeños en el ciudadano, quien debe entender que el gobierno solo debe orientarlos para que ejecuten su proyecto de vida. Los problemas, hay que convertirlos en soluciones, muchos venezolanos ya saben cuál es la solución para resolver este problema. Teníamos que pasar por esta tragedia para poder reaccionar.
Las muertes por hambre, y falta de medicamentos que está causando la hiperinflación en Venezuela hacen recordar la masacre planificada por la mayoría hutu en Ruanda. Conocida como el Duelo de cien días para recordar el genocidio. En el Memorial del Genocidio de Kigali, ciudad de las mil colinas y capital de Ruanda, yacen los restos de 250 mil ruandeses asesinados. Cientos de cráneos están en exposición y el resto de los cuerpos, enterrados en fosas comunes.
En la lengua local, el "itsembawoko". Son cien días cuyo significado se resume en una palabra: "kwibuka" (memoria). La masacre planificada por la mayoría hutu contra 800 mil ruandeses ocurrida entre abril y julio de 1994, los protagonistas de aquel momento han reaccionado de modo distinto ante la evocación. Paul Kagame, el presidente de la pequeña nación africana, les echó la culpa a Francia y Bélgica de estar detrás de las muertes, la mayoría tutsis, de su propia etnia. El repaso de los hechos tampoco exime de acusaciones al mandatario, cuestionado en el exterior por crímenes semejantes a los que él denuncia, cometidos en su propio país y el Congo. Por eso, analistas especializados en África hablan de dos genocidios: el "oficial", que se conmemora en Ruanda, y el que le siguió, cuando Kagame tomó el gobierno después de derrotar a las milicias hutus Interahamwe.
Los tutsi era la población minoritaria de Ruanda, dicha población, basaba su economía en la ganadería, a diferencia de la etnia Hutu, la cual era mayoría, y laboraba en los campos agrícolas.
Luego de la emancipación, y ya independiente de Bélgica, los gobiernos que se sucedieron fueron de mayoría Hutu. Pero, el rencor entre las dos grandes etnias se hizo evidente, y la violencia no tardó en aparecer, a veces de forma testimonial y mediática.
El asesinato, del militar y político ruandés, Juvenal Habyarimana, con 19 años en el poder de forma dictatorial, junto al entonces presidente de Burundi, Cyprien Ntaryamira. El avión donde viajaban fue derribado por un misil. Ambos presidentes pertenecían a la etnia Hutu, el incidente fue el detonante que desató uno de los actos violentos y más crueles.
Un genocidio que fue planificado con mucha frialdad que dejó un saldo de más de 800.000 muertos, principalmente Tutsi.
Este desagradable hecho histórico hace realidad una vez más lo que el gorilismo militar en el poder es capaz de lo peor.
Hoy Venezuela pasa por una de las peores crisis de su historia republicana, con un gobierno mayoritariamente dirigido por militares, que exhiben sin pudor una vida llena de obscenos privilegios rodeadas de corrupción, ojalá que esta crisis nos lleven por un momento a la reflexión.
La degradación de la calidad de vida del pueblo venezolano en cualquier momento pueden desatar; la violencia y el asesinato entre hermanos en un acto que la humanidad ha repetido constantemente, y que parece no aprender de los horribles resultados que ha dejado dicha práctica en la historia de la humanidad. La hiperinflación, el hambre, la muerte por la falta de medicamentos, así como un sinfín de sentimientos encontrados que es imposible borrar de cada uno de los habitantes de esos países que han padecido estos terribles genocidios.
La figura de dictador, y el odio que se pregona entre hermanos lo alejan de ser un verdadero líder, tal cual como sucedió en Ruanda, donde el resentimiento social, le ganó la batalla a la unión en esa nación, y el derecho a la tolerancia de opinar diferente, y al disenso, y al consenso como habitantes de la misma nación.
Como venezolanos no debemos permitir que la historia se repite, como tragedia o como comedia, no dejemos que el gorilismo del genocidio ruandés se pasee por nuestras almas y espíritus. No se logrará nada, si militares, y colectivos usan las armas contra nuestros propios hermanos.
Dicen que las historias se repiten producto de la incapacidad, y la ignorancia, y siempre están dispuestas a repetirse, y para que esto no suceda en mi país es que alertó sobre la posibilidad de este hecho, como venezolano, bolivariano, y militante de la izquierda cristiana, manifiesto de que juntos podamos entendernos, de una vez por todas, ya que si no tenemos conciencia política, entonces estamos destinados a repetir este horrible episodio de la historia de Ruanda.
A la militancia oficialista y opositora, el enemigo no está entre ustedes, sino en las cúpulas que dirigen todo el sistema político nacional en ambos bandos.