El estado llama ley a su propia violencia y crimen a la del individuo. Max Stirner…
Me escribe un ex compañero de estudios tras cinco años del inicio de su emigración profesional en otra nación. Lleva fuera de Venezuela, casi un pelín de su vida. El motivo de su carta es para sacar algunas conclusiones sobre su experiencia, que pueden ser útiles para los que piensan expatriarse.
G.R.P.P. (Iniciales del amigo, del cual me reservo su nombre) forma parte de ese numeroso grupo de venezolanos que forzados por la galopante crisis en Venezuela, decidieron probar suerte en el extranjero.
En el caso de mi amigo, el cual se convirtió en un expatriado voluntario, al recibir una oferta de empleo atractiva. Después de haber colocado en agencias de empleos internacionales su currículo que le hicieron hacer las maletas, cogiendo un avión, y probar suerte, con resultados de todo tipo al abandonar su país de forma permanente hasta el momento.
Me dice que entre lo más valioso de la emigración es el desarrollo personal, y profesional que se adquiere el residir en el exterior durante largos periodos de tiempo. El adaptarse a otras formas de vivir, trabajar, y de entender la vida, las relaciones humanas, el trabajo, la gestión del tiempo, apreciar otros aspectos del desarrollo, a los que en otras culturas, se le da más importancia, son solo algunos de los múltiples beneficios del vivir, y trabajar en otro país alejados de la vulgar politiquería diaria militante en Venezuela.
Pero también me dice que nadie se llame a engaño, porque el abandonar Venezuela e irse a vivir en el extranjero no es mantequilla, y está muy lejos de ser un lecho de rosas. Programas de televisión como "el de la estatal VTV" han generado una falsa imagen del joven venezolano expatriado o emigrante como alguien al que todo le sale muy mal por irse de su país; desde donde los estigmatizan como un traidor, con una vida muy contrarrevolucionaria, y con poco patriotismo. ¿Existirán tales expatriados como los pinta la canalla estalinista? Pero no es el caso de la mayoría que se va perseguido por el hambre.
También me cuenta como muchos expatriados son culpables de generar una falsa imagen, al no compartir sus experiencias negativas, y las positivas, a través de las redes sociales, y divulgar los múltiples problemas, malos momentos, y retos que muchos han encontrado en el camino para los que se arriesguen abandonar Venezuela tomen sus precauciones.
Me dice que ser inmigrante en otra nación no es nada fácil. Esto causa muchas frustraciones. Requiere de grandes esfuerzos. Al principio pesa mucha la experiencia, donde las situaciones más difíciles aparecen con el transcurrir del tiempo. Buscar casa, resolver cuestiones de residencia, problemas de salud, cuestiones bancarias, lograr un buen empleo, no hablar el idioma etc.
Esta epidemia migratoria nos indica que algo muy grave está pasando en Venezuela. Porque esta emigrando todo tipo de venezolanos, y prefieren irse de cualquier modo eludiendo, la hiperinflación, la inseguridad, y la escasez. Se están yendo a países como Guyana, Trinidad y Tobago, cuando hace treinta años estos emigraban hacia Venezuela, algo insólito.
Hasta los viejos se están yendo al exterior, nos estamos quedando sin juventud. Emigran del país acorralado por la crisis económica, y por las muertes prematuras causado por la violencia del hampa.
Los jóvenes de Venezuela no se están muriendo por la independencia de Venezuela, como el hecho histórico de esa batalla de La Victoria el 12 de febrero de 1814, están muriendo en las calles abatidos por el hampa asesina, y en el transporte público cuando se caen de autobuses y perreras, siendo víctimas del hambre, del pésimo transporte publico, y la inseguridad ciudadana.
Creo que los jóvenes expatriados venezolanos intentarían volver a nuestro país, si les dan motivos para volver. Venezuela no debería perder todo el potencial de sus profesionales (muchos de ellos brillantes y potenciales científicos) (también mano de obra calificada como. Plomeros, mecánicos, soldadores, electricistas, latoneros, maestros de obras etc.) en el extranjero. Creo que una de las claves, que se están pasando por alto, y seria parte del gran desarrollo de este bello país en la próxima década es el retorno de muchos venezolanos con fructíferas experiencias, conocimientos adquiridos e idiomas a su país de origen. Aunque siguen marchándose muchos por motivos económicos.
Múltiples son las razones por la que la gente se esta yendo del país: No se consigue alimentos, y cuando aparecen es a precios especulativos, y quieren paliar la situación a través de una bolsa que llega cada 6 meses, y las personas tienen que comer todos los días. No se consiguen medicinas en las farmacias etc.
La inflación más grande del mundo. Cada día los precios de los artículos suben hasta en un 300 % pulverizando el salario mínimo de 2$.
Delincuencia desbordada e impunidad donde una gran parte de los crímenes son cometidos por funcionarios de seguridad. Corrupción desbordada en todos los niveles.
Las informaciones que emanan de Venezuela mas bien, parece un informe de un país en guerra. El gobierno amenaza con sus armas, milicianos y colectivos, esta gente parasita del presupuesto nacional, no producen, y son los causantes del desabastecimiento de alimentos, medicinas, donde la corrupción esta matando al pueblo venezolano. Por eso los jóvenes están huyendo aterrados por la revolución, hay que decirlo para vez si estos gobernantes deponen su arrogancia.
La Juventud venezolana hay que forjarle un futuro decente que aquí no hay.... por eso se van... aquí no hay futuro para ellos. Venezuela no puede ser otra Somalia en Latinoamérica... y... el país se nos apaga, no tiene esta tragedia porque apagarle sus vidas.
Muchos de esos padres eligieron a Chávez, y a Maduro buscando un cambio, hoy lloran viendo partir a sus hijos.
Venezuela se está convirtiendo en un inmenso geriátrico, los abuelos que no se van pierden la vida por no poder comprar sus medicamentos, debido a los altos costos.