"Que Stalin alcanzase su posición fue la suprema expresión de la mediocridad del aparato." León Trotsky.
Los contrincantes de Andrés López Obrador reconocieron su victoria electoral antes de terminar el conteo oficial. El nuevo presidente electo se compromete a terminar con el soborno, y la violencia en el país de los mariachis y el tequila; aunque mantiene nerviosos a los inversionistas.
Andrés Manuel López Obrador es el primer presidente izquierdista de México en las últimas décadas, en un proyecto de regeneración pública para derrotar el crimen, el narcotráfico, la corrupción y la pobreza.
También parece preparado a ganar muchos escaños en el Congreso, que podría tener una mayoría en ambas cámaras legislativas.
Analistas internacionales presienten que AMLO puede promulgar rápidamente una agenda que incluye la construcción de nuevas refinerías, ferrocarriles, y revisar los contratos de energía en el período del presidente Enrique Peña Nieto.
Si bien no existe ninguna duda sobre el resultado de esas elecciones presidenciales. AMLO de 64 años de edad, ex alcalde de la Ciudad de México, Promete gobernar como un pragmático, y dice que no nacionalizará las empresas, ni abandonará el Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Aunque prendió las alarmas en el sector de la inversión. También dijo:"No hay nada que temer", "No seré un dictador".
López Obrador ha prometido "cambios profundos" y que respetará a todos los mexicanos, "daremos preferencia a los más pobres y a los olvidados". Haciendo hincapié en disipar las preocupaciones del mercado. También, ha prometido respetar la autonomía del Banco Central de México, evitando subir los impuestos en términos reales y mantenerse dentro de los "canales legales" mientras revisa las ofertas petroleras aprobadas por el presidente saliente Peña Nieto. En sus primeras palabras al pueblo mexicano: "Cumpliremos con todas nuestras promesas", dijo. "No te fallaremos México, lindo y querido".
La reacción empresarial no se ha hecho esperar, y han expresado su preocupación de que la privatización de la industria de la energía retroceda, y la expansión de los programas sociales empujará al país hacia la deuda. AMLO dice que sus planes se pueden financiar sin gastos deficitarios, con el dinero ahorrado al eliminar el soborno, burocratismo, y la corrupción. Y se afincará en marcar distancia de los gobiernos de izquierda no democráticos en América Latina, que han llevado sus economías a la bancarrota. Estos serán unos nuevos tiempos, según el análisis internacional. Alrededor de la mitad de unos 60 millones de mexicanos viven en la pobreza. Estos serán el piso fuerte de Andrés López Obrador, y esperan amplios beneficios de su presidencia.
Los dos grandes partidos que han gobernado el país en el siglo XX y el XXI: el PRI y el PAN, esta vez los mexicanos decididamente le dieron la espalda.
El crimen es su principal preocupación. Una lucha frontal desarrollará sobre los cárteles de la droga que han elevado la tasa de homicidios a niveles alarmantes, ni los políticos se han salvado.