Mi palabra

Las amenazas de Trump, y la Carta de Jamaica

"Dios creó al mundo y,

para gobernarlo,

a los Estados Unidos".

Woodrow Wilson

La llegada de Donald Trump, al poder, ha servido para terminar de darle vigencia a la expresión: ¡Divide y vencerás! atribuida al emperador romano Julio Cesar, y a la vez darle continuidad al irónico pensamiento de Woodrow Wilson, el cual sirve de epígrafe a este artículo. La torpeza de Trump, solamente es comparable a uno de sus antecesores: George W. Bush, quien, cada momento salía con unos verdaderos disparates, pero entre estos dos personajes, podemos sacar algunas deducciones, para diferenciarlos en la manera de actuar de cada uno, aun, cuando mantienen el mismo propósito: la hegemonía de los Estados Unidos en el mundo, sin importarles, si los grandes perjudicados son sus mismos aliados, o compinches.

George W. Bush, pasó por la presidencia de los Estados Unidos, llevándose en su nula conciencia, la responsabilidad directa de la invasión a Irak, con los resultados ampliamente conocidos; para rematar esta barbarie bélica con una expresión, propia de un trastornado: "Si no hacemos la guerra, corremos el riesgo de fracasar" por estos dichos sin ningún sentido, muchos observadores, lo comparan con un personaje de la vida política venezolana: Manuel Rosales. Lo de Donald Trump, aparte de la cantidad de desaciertos, en lo que dice y hace, lleva al mundo por una sola vía, rumbo a una confrontación económica, apoyándose en un dicho callejero muy popular: ¡El que pega primero, pega dos veces!, iniciando "la guerra" económica con el gigante asiático: la china, con el aumento de los aranceles, por el orden de los 50.000 mil millones de dólares. La respuesta la recibieron de inmediato, dejando en el ambiente, la expectativa de los resultados, en sus aliados más cercanos.

Todas las acciones emprendidas por Donald Trump, en el corto tiempo, dirigiendo el gobierno estadounidense, son para demostrarle a la humanidad, que el poder universal lo tienen ellos, y en cada alocución, por muy corta que sea, siempre lleva el veneno de la desintegración, con la simple excusa de preservar sus intereses, cuando los eternos agresores son precisamente los gobernantes de la casa blanca. Por eso, el decreto de Barack Obama, contra Venezuela, al declararla una "amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y política exterior de Estados Unidos" dejaba el camino expedito, para que los siguientes mandatarios continuaran aplicando la política del chantaje contra nuestro país, y esa es precisamente la herramienta utilizada por el arrogante Trump, al seguir al pie de la letra, el mandato.

En nuestro continente cada día, la política imperialista, profundiza sus hostigamientos para lograr desunir a los pueblos, y el ejemplo más claro, lo podemos reseñar, sin temor a equivocarnos, en las cinco naciones liberadas por el ejército, y pensamiento de Simón Bolívar: Venezuela, Perú, Bolivia, Ecuador, y Colombia, esta última al dividirse, dio origen a Panamá, y por lógica se la atribuyen a Bolívar. A todas estas patrias, Estados Unidos, en complicidad con los últimos gobernantes de Colombia, le han colocado un obstáculo muy peligroso para la sana convivencia entre hermanos: 7 bases militares sin ninguna explicación razonable–salvo mantener la vigilancia permanente, y hacer más fácil una intervención directa a Venezuela– porque ni siquiera detienen el tráfico de drogas, desde ese país.

Todos los esfuerzos por la integridad latinoamericana, se encuentra seriamente golpeada por el servilismo descarado de algunos gobernantes, quienes no esconden la cara a la hora de actuar. La actitud asumida por el nuevo gobernante del Ecuador: Lenin Moreno, es para arrugarle la cara a cualquier pensante amante de la paz: No hace un movimiento, que no esté enmarcado en la política recalcitrante de los Estados Unidos, y cada día se parece más, a los fósiles andantes de la política latinoamericana, al copiar su manera de actuar para complacer a los gobernantes estadounidenses de turno; está pidiendo casi a gritos, la sede de UNASUR, con el vulgar pretexto: ¡utilizarla para algo más provechoso!. En algo se parece a la descabellada acción de Ramos Allup, cuando quiso "eliminar" cualquier vestigio del Comandante Chávez, y Simón Bolívar al ser nombrado presidente de la Asamblea Nacional.

Por todos estos hechos en contra de la integración de la América, es urgente leer la CARTA DE JAMAICA, redactada por el Libertador Simón Bolívar, donde conseguimos un pensamiento, el cual encierra la gran verdad del acontecer actual: "El velo se ha rasgado, ya hemos visto la luz y se nos quiere volver a las tinieblas, se han roto las cadenas; ya hemos sido libres y nuestros enemigos pretenden de nuevo esclavizarnos". Además, en este valioso documento nos encontramos una verdad, difícil de refutar, dicha por Montesquieu, al cual hace referencia Bolívar: "Es más difícil, sacar un pueblo de la servidumbre que subyugar a uno libre".



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Narciso Torrealba


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