La barricada de las enfermeras

En los años ochenta fui testigo de la formación del sindicato nacional de enfermeras. Bonita experiencia ya que nada tenía que ver la nefasta CTV ni la pesadumbre de los sindicatos creados por una izquierda derrotada y burocrática. Eran trabajadoras ejemplares que jamás habían formado organización nacional propia las que logran un salto cualitativo orgánico impresionante precisamente en momentos en que mundialmente la fuerza de trabajo sería quebrada por el capital postindustrial que globalizaba el teorema miserable del neoliberalismo dispersándose globalmente, comenzando la era del capitalismo gasifero informático y genocida en puntos nodales planetarios particularmente en lo que respecta a el desarrollo fabril, aprovechando los inmensos núcleos de trabajo semiexclavo que se fueron creando desde la pobreza extrema tercermundista y la caída paulatina del socialismo de estado en China, La India, las experiencias como la de Corea del Sur otras como Pakistan que se acercan al medio oriente y hacia el sur del mar de la China por Tailandia Vietnam y Filipinas.

Mientras los sindicatos morían en un mundo que fragmentaba la clase trabajadora nuestras mujeres ejemplares renovaban un sindicalismo autónomo clasista y un alma libertaria que la apoyamos y sustanciamos quienes desobediente y combatientes hicimos contactos con ellas. Era una contrahistoria que solo en ese momento logro el primer contrato colectivo de mujeres trabajadoras. Un salto de la mujer y los trabajadorxs en un mismo núcleo clasista de trabajo.

Pasaron muchos años y desafortunadamente en aquellos florecientes años noventa perdimos contacto con ellas. Nuestro propio machismo quizás y alejamiento de los lugares tradicionales sindicales nos llevo a otros lugares de la lucha de los trabajadores siguiendo la curva del nacimiento de ls revolución bolivariana . Opción que luego de pasar los fogozos momentos del principio de siglo terminaran siendo la tumba del sindicalismo combatiente con la formación de la FBT (cuya entrega a lo mas burocrático, corrupto y patronal del sindicalismo tendrá mucho que ver con Nicolás Maduro) hoy en día lugar de amarre y represión de toda la clase obrera a través de esta central sindical gobiernera que no la nombro porque realmente me da vomito .

Siguió el tiempo y ya a mediados de los años 2000 las enfermeras volvieron a aparecer junto a una lucha muy justa iniciada por ellas y los medicxs comunitarios a quienes empezaron a sacar de los hospitales y llevarlos como borregos a la misión barrio adentro sin darles opción alguna de hacer su posgrado incluidas las prácticas hospitalarias. Me tocó desde entonces hacer talleres de crítica a la medicina normativa en el hospital Pérez de Leon, un ejemplo de los pocos hospitales que aún ese sin nada logran su lugar de honor como espacios de atención medica masiva.

Médicos comunitarios y enfermeras en sendas asambleas una en aipo (la unica asociación anticorrupción que sigue su trabajo presidida por Frezia Ipinza) y la plaza Bolívar se juntaron para ir logrado lo que en ese momento valía, es decir, el valor de la fuerza de trabajo, y un derecho que ninguna mafia medica tiene derecho a quitarles a los médicos comunitarios, cual es su evolución medica y especialización.

Han pasado más de diez años y ya nos encontramos en otra situación totalmente distinta. Una mafia en el poder utilizando el lugar de mando que la misma estupidez y encierro entre las cúpulas de poder que Chávez les dejó ha terminado de materializar su papel como caotizadores de este país. Cada quien por las razones que sea (poder, dinero, lujuria, traición) pero en definitiva un plan que comenzó mucho antes de su muerte y que supera cualquier causa personal. Entre otras la catástrofe medicinal fenómeno criollo que no tiene lugar de comparación en el mundo. Tanto en Siria como la Franja de Gaza lugares realmente en guerra cualquier hospital es un lujo frente a nosotros, un ejemplo de resolución, compromiso y ética en medio del horror de la guerra.


Pero ah sorpresa! Después de ver un movimiento popular que se rinde en casi todos sus frentes aludiendo a una lealtad y una simbología a que se ha hecho religiosa, luego de los primeros y dispersos estallidos comunitarios de desespero, movilizaciones campesinas y obreras aun débiles, el único cuerpo popular que más allá de ellas y sus justisimas reivindicaciones, es el gremio de enfermeras. La primera y gran barricada que desde la clase trabajadora se ha formado contra este innombrable gobierno (ya que cualquier desprecio nominado le quedaría corto) es metafóricamente la barricada de las enfermeras y que con mucha alegría sumo la primera manifestación unitaria campesina que desde Guanare empieza estos días de su marcha a pie hacia Caracas.

Entendamos lo que representa una enfermera, todas hijas de una división de trabajo que conjuga la división de género de la manera mas bárbara. De los lugares mas sacrificados de la clase trabajadora exclusivos a la mujer, nunca reconocidos y por supuesto desechados en sus derechos laborales. Bueno son estas mujeres las que han comenzado un proceso que por la vía que vamos y las condiciones de vida colectiva que se deterioran de más en más día a día solo podrá terminar en una insurrección generalizada. Son estas mujeres las primeras que exponen ese espíritu insurreccional. Y no solo me refiero a la conocida enfermera de hospital y clínica, incluyo a todas aquellas que trabajan en nuestros campos, en los lugares mas apartados de sabanas y montañas haciendo no solo de enfermeras clásicas sino de médico naturista, de partera, de líder comunitario, de ejemplo en fin de integración del ser humano con su otro social y la naturaleza.

Bravo entonces por estas mujeres y su gallardía clasista. Seguro que de su ejemplo saldrán tantos otros como lo prueba la movilización campesina ya iniciada, la amenaza de los médicos públicos de renunciar en masa si no son oídos y sus reivindicaciones negociadas a su favor, como las cartas obreras que nos llegan entre otras la de los trabajadores de Sidor donde se hace obvio que estamos frente al desmadre de este capitalismo mafioso y su Estado protector. Claro todo esto se esta haciendo tarde cuando han huido del país alrededor de tres millones de seres (por ahora) y la relación entre precios de mercado y salarios debe ser de las peores que el mundo conozca, ni hablar del desplome general de servicios y nuestro país, muchos años hemos pasado ante la pasividad y la entrega colectiva. Pero bueno nunca es demasiado tarde, aquellas luchadoras que nacieron organizadas en los años ochenta hoy se convierten en la primera vanguardia, la primera barricada que con su demostración de cuerpo combatiente dan el primer cuadro para acabar con esta ecatombe que dan risa a los imperios depredadores y lágrimas a la pobreza sobreviviente. Toda nuestra solidaridad y cariño a tan berracas mujeres.

 



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Roland Denis

Luchador popular revolucionario de larga trayectoria en la izquierda venezolana. Graduado en Filosofía en la UCV. Fue viceministro de Planificación y Desarrollo entre 2002 y 2003. En lo 80s militó en el movimiento La Desobediencia y luego en el Proyecto Nuestramerica / Movimiento 13 de Abril. Es autor de los libros Los Fabricantes de la Rebelión (2001) y Las Tres Repúblicas (2012).

 jansamcar@gmail.com

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