Cuando surge una posibilidad socialista todas las fuerzas retrógradas se confabulan contra ella, cada una tiene su papel, todas contribuyen a vencer el peligro, a proteger al capitalismo. Venezuela es un ilustrativo ejemplo de las técnicas del capitalismo para protegerse. Veamos.

El asesinato del líder es el detonante, a partir de allí se crean espacios para la acción de las fuerzas reaccionarias del interior del proceso. La derecha endógena, que estaba controlada por la personalidad del líder, comienza a disputar la dirección y a tejer el retorno. No se enfrenta al líder desaparecido, usa su imagen, lo deforma. Este es el principal daño a la causa revolucionaria, la transforman en su contrario, en nombre del líder que ahora, ¡paradoja!, pasa a ser emblema de la destrucción de su propia obra, deformación de su propio pensamiento.

Este proceso de desmontaje de la posibilidad revolucionaria tiene como principal objetivo, no podía ser de otra manera, la subjetividad creada por la revolución, el ideal colectivo, la conciencia social; cambiarla por el egoísmo, la salida individual, fragmentar la sociedad, impedir respuestas colectivas con contenido político. Ellos saben que sólo sobre la subjetividad de la fraternidad se puede construir el Socialismo, y sólo sobre el egoísmo se puede construir el capitalismo.

Esta batalla por la subjetividad de las masas y de los dirigentes no comienza con el asesinato del líder, viene desde el inicio mismo de la Revolución. Recordemos al grupo boston y a tantos voceros de la reacción dentro del proceso; desde miquelena hasta toda la fauna de capitalistas que afloraron después de la desaparición del líder, para qué nombrarlos, allí están sus declaraciones. Es así, la lucha interna viene desde el inicio mismo de la Revolución, después de la desaparición del líder sólo se agudiza. De esta manera, preparaba el capitalismo a la sucesión, ellos no dejan nada al azar. Aquí debemos confesar que el sector socialista, por diversas razones, no dio esta batalla interna, se inhibió. Algunos se han criticado, otros todavía no despiertan de la mareada que les dieron, aún ignoran la lucha interna, todavía confunden estas sombras con la luminosidad del pasado.

Las medidas internacionales, las amenazas de invasión, las medidas económicas son presión para conducir a la restauración hacia el objetivo antichavista, debilitan al gobierno, lo empujan a pactar con los capitalistas internacionales y locales.

¿Cómo ha funcionado el esquema de la restauración capitalista?

En general ha tenido mucho éxito, han logrado lo más importante, la subjetividad de la fraternidad, la conciencia de sociedad ha sido seriamente herida, la sociedad fue fragmentada. El "dakazo", el carnet, los bonos, el desmantelamiento de la organización política han favorecido la salida individual, reforzado la conciencia egoísta, ahora como nunca se instaló el sálvese el que pueda. La causa revolucionaria quedó sin referencia, sin vanguardia, sin líder; ahora, apenas se asoman algunas esperanzas en el horizonte.

¿Cuál es el mayor impedimento a la estabilización de la dominación capitalista?

La restauración capitalista es dirigida por unos gobernantes de ideología pequeñoburguesa marginal, que carece de proyecto de sociedad, sólo están dotados para la demolición, para reprimir. Ha cumplido su papel de aplastar la espiritualidad chavista. Simultáneamente, el madurismo acaba, demuele a la institucionalidad burguesa y no la sustituye, arrasa a la economía, acaba con PDVSA; en resumen, no le sirve al capitalismo ni al Socialismo. No puede gobernar y no permite, se resiste a abrir la puerta a los constructores del capitalismo. Está destinado a desaparecer, su destino es el basurero de la historia.

Quizá un día los chavistas tengan la humildad necesaria para aceptar, entender, cómo fue que los derrotaron y regresen a la lucha por los sueños de Chávez.