Los que ayer gritaban, hoy callan ¿Por qué?

"El silencio es el partido más seguro

para el que desconfía de sí mismo."

François de La Rochefoucauld."

La crisis del país, se nota, hacia donde usted ponga la mirada. Nada se escapa de este vendaval, creada en parte por errores del gobierno, pero la mayor responsabilidad recae, en un puñado de dirigentes de la oposición, quienes creían obtener la victoria en las primeras escaramuzas, cuando arremetieron contra el Comandante Chávez, y ahora contra Nicolás Maduro, a quien han subestimado con miles de palabras, muchas veces pasados de tono, creyéndolo presa fácil de cuanta aventura han planifican, bajo la dirección diabólica de los gobiernos estadounidenses.

A pesar de este feroz ataque, siempre han terminado fracasando, pero sin dejar de reincidir de manera terca, en un abierto desafío contra un gobierno legalmente constituido. Han creado distintos frentes de batalla, y para esto han utilizado verdaderos bocazas, con la habilidad suficiente para moverse en el exterior, con la cínica, y criminal acción de pedir sanciones contra el país, buscando estrangular la economía, y de esta manera golpear al pueblo, para vencerlo por hambre.

De nuestra América, el país, donde el capitalismo está sembrado con raíces muy profundas, es precisamente Venezuela, por una serie de razones –recursos naturales, entre ellos el petróleo– el cual han sido aprovechadas por el imperialismo de manera muy bien planificada, para crear una verdadera dependencia económica a través de una relación muy desigual: el dinero, y en este caso (bolívar –dólar) y para eso contaban con el visto bueno de sus pilares fundamentales del pasado (AD y COPEI). El triunfo del Comandante Chávez, surge de las condiciones objetivas, y subjetivas de un sistema económico depredador, el cual fue llevando al pueblo a momentos inaguantables, para levantar la mirada con dignidad, y volcar su pensamiento, y esperanzas hacia un hombre, con la idea fija de hacerle frente a la injusticias del capitalismo.

Todo esto lo tenía fríamente calculado las fuerzas de la reacción, y a los pocos meses de tomar el poder, empezaron los primeros zarpazos, como fiera salvaje. La oposición venezolana, frustrada por un golpe certero de un candidato nacido en la misma cuna del pueblo, rápidamente consiguió el apoyo de la oligarquía criolla, y el gobierno estadounidense, representado en esa oportunidad por uno de los ex presidentes más torpe de los Estados Unidos: George W. Bush. A partir de ese momento todos los movimientos de los enemigos de la patria, tienen un solo fin: acabar con un proyecto al servicio de los más necesitados; sus voces no callaban un instante, y no conforme con eso, ampliaron su radio de acción en el exterior, con dos objetivos: en primer lugar, presentarse, como las víctimas, y por otra parte, buscar el apoyo internacional para seguir atacando al gobierno bolivariano.

A la muerte lamentable del Comandante Chávez, recargaron las baterías, para seguir atacando con miles de métodos, y acciones, pero entre ellas, la más peligrosa: la violencia desatada con las guarimbas, y un coro de voces–María Corina, Borges, Capriles, y Ledezma– cada día con más ruido, para crear la sensación de un caos total en el país. Resultado: las guarimbas fueron aplastadas, pero pasaron a otra fase de la conspiración, el ataque criminal con la página (dólar today) hasta llevarnos a esta situación económica llamada por los expertos: hiperinflación, al cual el gobierno ha tratado de enfrentar con coraje, y valentía, pero los efectos de la moneda estadounidense está cavando una tumba, donde los primeros que caen, son los acostumbrados a vivir de su fluctuación.

Por el otro lado, las voces que parecían una alarma electrónica descompuesta, empezando por el secretario de la OEA, Luis Almagro, han empezado a callar, y otros han entrado en un profundo silencio. La deducción que se me antoja, es, que al ver la situación economía en el mundo, y el enfrentamiento comercial entre Estados Unidos, y el gigante asiático: la China, sacan sus propias conclusiones, y por la otra parte, los venezolanos han aprendido mucho, desde la llegada del Comandante Chávez, porque tuvo el tiempo suficiente para alertarlos, y no es simple casualidad, que a pesar de la compleja situación, que golpea inclementemente a un porcentaje muy alto de la población, muchos entienden, quien los ayuda, y quienes coloca todos los obstáculos para llevarnos nuevamente al FMI, y seguir arrodillados a cuanto gobierno se instala en la CASA BLANCA. ¿Por qué callan? Sencillamente nadie les cree, y se está formando un verdadero huracán: muchos comerciantes que aplaudían a (dólar today) ahora se encuentran con las tablas en la cabeza –como el que vende a crédito– maldiciendo desesperadamente, y empiezan a ver a una oposición irresponsable, vende patria, agrupada en la MUD; un auténtico rompe cabeza desarmado, que el tiempo va convertir en juguete de niños: piezas regadas por todas partes, cuyo destino es el basurero de la historia.



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Narciso Torrealba


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