La patria es la fortaleza material, económico política, y moral de un Pueblo, nación o República, configurada como Estado de dominación de clase.
La patria venezolana es una grandeza especial, porque no fue concebida por una liga de burgueses, que edificaron las bases de la Unión Americana para fundar a los EEUU; la nuestra es calco y esencialización de las ansias de libertad e independencia frente al yugo del Imperio Español, impregnadas en el pensamiento y los sentimientos de Simón Bolívar, y su ejército rebelde.
Con la desaparición física de Bolívar, el gigante de las 7 leguas, avizorado por Martí, inicia una tutela para los traidores que por encargo, procuraban destruir esa patria grande hermosa y distinta a los intereses de la burguesía naciente en el nuevo mundo americano; en Venezuela José Antonio Páez es uno de los primeros pupilos del imperialismo norteamericano, es decir el primer traidor
La realidad económico social venezolana, después de 1830, parió un atajo de caudillos, en su mayoría vendidos al tutelaje imperialista; todos estaban fascinados, ayudando a consolidar una patria burguesa en las tierras todavía anegadas en sangre por la guerra de independencia. Lo lograron; desde entonces, fueron muy efectivos los caudillos y presidentes, para impedir el resurgimiento de una patria bolivariana.
La guerra federal, comandada fundamentalmente por Ezequiel Zamora, enfrentó a la oligarquía, dueña de la patria burguesa venezolana; su ejército rebelde, estaba dispuesto a morir para poner en vigencia otra vez la patria bolivariana. Asesinado el general del Pueblo soberano, se consolidaron los latifundios, y el filisteismo patriotero de la burguesía en el poder.
La ciudadanía venezolana, es un grupo selecto de burgueses, que no pagan impuestos, y además, tienen el derecho divino a que le sean otorgadas cuantas divisas preferenciales produzca PDVSA. La clase obrera y el pueblo trabajador no se asumen como ciudadanía, como soberanía suprema, tal como lo establece el artículo 5 de la CRBV; por tanto la patria sigue siendo, la patria burguesa, a pesar de las buenas intenciones del comandante Chávez, y el presidente Maduro.
El Ejército venezolano de hoy, no es el Ejército rebelde de Simón Bolívar y Zamora, por tanto es la fuerza armada del Estado burgués, y su patria burguesa. Un ejército, cuyos mandos superiores, se han convertido en empresarios, que han olvidado el camino que conduce a Niquitao, a las Queseras del Medio, y al campo inmortal de Carabobo, en el combate contra el paramilitarismo, y los hambreadores del pueblo, dentro del territorio nacional. La unión cívico militar en Venezuela es la unidad entre la burguesía y su ejército: siempre ha sido así, después de 1830, y de la guerra federal, también fue así, con el comandante Chávez, a pesar de sus grandes esfuerzos e iniciativas progresistas para restaurar patria bolivariana; después de su lamentable fallecimiento, la unidad castrense con la clase burguesa se ha fortalecido.
Es verdad que estamos siendo atacados en lo económico político, por nuestro enemigo, el imperialismo norteamericano, y sus lacayos, Álvaro Uribe Vélez, el primero de ellos. Pero también es verdad, que nosotros, clase obrera y pueblo trabajador, que no tenemos patria, no nos hemos unido, y por tanto no nos hemos defendido todavía.
