Lo más indignante y perjudicial para los socialista es que este señor siga hablando de revolución y en nombre del socialismo, cuando lo que está haciendo es imponer su propio estilo capitalista, un capitalismo obligado a ser más especulativo y tramposo de lo usual en virtud de insuficiencias, de carácter, de juicio, de seriedad, de humildad, de sindéresis, como diría JVR.
Cree que todo el mundo en el país tiene perspectiva de rana, viendo gigantes cuando vivimos en el país de los enanos ¿Dónde está ese país de gigantes fabulosos si todos vivimos empequeñecidos de hambre y arrecheras? Así de grandilocuentes nos quiere hacer ver las cosas Maduro. Este es un país desdichado, pobre y sin ganas, transformado de un día para el otro por haber dilapidado en un falso amor al enemigo nuestros ahorros y riquezas (morales y materiales) y mintiendo. Y pensar que todavía hay quien dice que las del presidente son "medidas audaces e inteligentes", como si nos hubiese sorprendido en algo. Maduro y su "Gramsci al revés": matar el socialismo y revivir al capitalismo, con su novedosísimo "Plan de prosperidad económica", nos produjo escalofríos… ¡solo en el cielo (o en el infierno) vamos a "sorprender" a las potencias económicas del mundo con este fabuloso plan!
Las empresas del Estado y el socialismo.
EL socialismo produce mediante empresas de propiedad social, esto quiere decir que las empresas pertenecen a toda la sociedad, y en una primera etapa de revolución socialista, "cuando el capitalismo no acaba de morir y el socialismo de nacer" esto es posible mediante el control de la producción por el Estado socialista, no del Estado capitalista; hay una diferencia también en esto, señor, presidente del engaño y la confusión.
El Estado socialista es un Estado revolucionario, es elegido por las bases populares no en elecciones universales y clientelares, el Estado socialista sustituye al Estado burgués y a la democracia burguesa. Es imposible hacer una revolución verdadera con la democracia burguesa, elecciones burguesas, partidos burgueses y con el capitalismo como palanca. No es que seamos muy ortodoxos, es que el gobierno (más Diosdado) es muy de derecha, muy tramposo y manipulador de la palabra, de su discurso cargado de palabras, del abuso del término revolución y revolucionario. Lo que parece muy radical y ortodoxo se debe a la perspectiva de quien mira desde la otra acera, frente a la revolución socialista, abrazados al capitalismo.
Ya se soltaron los demonios sin escrúpulos.
Se comenzó a llamar a los ladrones a "repatriar" otra vez los capitales (no es la primera vez, ya en el 2016 llamaron a traer "los cochinitos", para legitimar, con los 15 motores para la exportación, la Venezuela potencia y toda esa paja loca, los dólares robados al Estado en la primera rebatiña de Maduro) mediante "estímulos fiscales", perdonando impuestos y aranceles; les falta solo relajar la ley del trabajo y estimular los despidos y la esclavitud, porque los sueldos de hambre están vigentes hace rato con la hiperinflación. Esto no es nada nuevo ¡Por Dios!, esto forma parte de la Ley de Estímulos y promoción de las inversiones extranjeras, junto a la Ley de Zonas Económicas Especiales (la Faja petrolífera del Orinoco es solo una de ellas), léanla y hagan memoria.
Con una "revolución en la revolución", es decir, con la revolución económica capitalista impulsada por Maduro para superar a Chávez, "con audacia", se nos quiere sorprender ahora, llamándola "plan de prosperidad económica", es como si ahora tuviéramos que comprar cubitos Maggi porque están hechos de productos naturales, o comer Sucaritas para ser más fuerte, o invertir en el Banco Federal porque "no tenemos nada de tontos": otra estratagema publicitaria para vender basura.
Para Maduro los cambios deben ser siempre, primero y antes que todo, de nombres: "prosperidad económica" pero, sobre todo si vamos a "vender" con ellos una situación caótica e incierta nada prospera. Maduro más bien tiene de "audaz" lo que tiene de osado, que son dos cosas distintas. La audacia es tomar una resolución, es un intento sobre la base de algo seguro, la osadía es desvergüenza y atropello; "la fortuna ayuda al audaz, la ley corrige la osadía" y lo más probable es que así sea en el futuro, que tengamos un presidente preso (o dos) por osado, por abusar de la confianza de todo un pueblo, el chavismo que les entregó un cheque en blanco el 20 de Mayo…, para venir ahora con un novedoso "Plan de prosperidad económica" que es más de lo mismo, o lo mismo, que se intenta vender como si fuera un plan de emergencia socialista, y no lo es.
Después de años de abandono piensan recuperar el cardiológico infantil, resolver el problema del transporte y los transportistas, reactivar la producción petrolera (Maduro tiene la desvergüenza, o sea la osadía, de culpar a Ramírez de la caída de la producción petrolera siendo él quien desmanteló la industria "en su gesta hipócrita contra la corrupción". La envidia y la rivalidad lo llevó al extremo de acabar con la empresa en cuatro años, sacrificando todos los cuadros más importantes de la industria, engañando a los más pusilánimes, poniendo presos a los mismos que ellos nombraron para dirigir la empresa, usando para eso al nefasto Fiscal y nefando general, capaces de destruir todo pero incapaces de construir nada). Ahora le quita cinco ceros a viejo billete y no saben, igual que antes, cómo se pagará la gasolina que es casi gratis (el único país que por razones demagógicas, mantiene el precio de la gasolina casi gratis, un combustible fósil no renovable, razón de ser del contrabando y de las guerras en el mundo), siguen acabando con la moneda física, estimulando solo el uso de pagos electrónicos, el espectro del Petro (más capitalista que eso no hay), estimulando, otra vez, el gran mercado del efectivo… y haciendo promesas, más promesas sobre la base de las mismas promesas, como si se trata de vender "bonos chatarras". Pero el señor presidente se olvida de la hiperinflación; cree que con otra tonta ley, los capitalistas, el imperio, la derecha, van a aflojar a su mejor presa. Definitivamente este es el momento estelar de la simpleza, pero su último chance. Si no reaccionamos pagaremos justos por pecadores. Sigamos peleando… ¡Chávez Vive!, ¡Patria socialista o muerte!
Marcos Luna 26/07/2018