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Ante el crecimiento deforme y perverso, en una ciudad como Caracas y en los centros secundarios de provincia, son evidentes la multiplicación de espacios de miseria de las invasiones de tierras por las multitudes crecientes de desocupados.
La crítica a la actual ciudad capitalista no se puede realizar ignorando las relaciones que tiene la forma con las otras instancias que la determinan. No pueden quedar ocultas las miles de hectáreas de ranchos sin que esta afirmación trate de negar la existencia del negocio inmobiliario. Este es el nivel determinante, el económico, y desde allí se puede avanzar en la explicación de los caracteres formales del subsistema espacial urbano capitalistas.
Entendemos que el desarrollo técnico contribuyó, y sigue haciéndolo, al aumento de la composición orgánica del capital que se traducirá en más máquinas, más edificios, más capital y menos capital variable, menos obreros, menos fuerza de trabajo porcentual para el sector secundario en relación con el terciario, más desocupación, más segregación-expulsión de las multitudes sin-espacio hacia los bordes urbanos de nuestra ciudad capital y en los centros secundarios de nuestras provincias.
En este sentido, Lojkine en relación con la explicación de la formalización social urbana, dijo: "El poder político no limitó su intervención solo al nivel jurídico propio de su esfera, sino que intervino también económicamente para proveer al espacio urbano de las infraestructuras y equipamientos exigidos por el capital monopolista para su funcionamiento, haciéndose cargo de las deseconomías de la aglomeración urbana y de los gastos no rentables, pero indispensables para la acumulación ampliada del capital".
La forma urbana de la ciudad capitalista se construirá como registro indicador de ese cambio económico, que será avalado y confirmado por el poder político y que podrá modificar a través de sus organismos planificadores: reglamentos, decretos, normas y disposiciones, para legitimar y sancionar la nueva práctica de apropiación y modelaje del espacio urbano por el capital dominante.
La nueva forma urbana de la ciudad comunal mostrará un cambio significativo en la dimensión y figura de sus elementos urbanos, en las relaciones entre éstos, en la aparición de nuevos elementos y en la dimensión-configuración del todo urbano de una ciudad como Caracas y de los centros secundarios de provincia. No obstante, pretendemos la discusión sobre éstas formas urbanas tome para el análisis de las estructuras espaciales, no solo los elementos y relación de elementos de las estructuras mismas, sino lo que "desde afuera" de la sociedad de clases, rompa la pretensión hegemónica de las formas urbanas dominantes y, al mismo tiempo, "desde adentro" con una práctica política a favor del conjunto de la naturaleza y el ser humano.
LA CIUDAD DE CARACAS
Podemos señalar tres aberraciones que marcaron el crecimiento de una ciudad como Caracas: la liquidación de su pasado histórico, las manos libres a la especulación de la tierra y las migraciones masivas desde el campo abandonado. Son enormes los deterioros humanos, sociales y urbanos que este crecimiento deforme y perverso produjo. Esa segregación excluyó a los pobres de toda área urbanizada, lanzándolos a ocupar aquellos lugares en los empinados cerros donde la voracidad inmobiliaria aún no se había posicionado.
Esos lugares se ocuparon con precarias viviendas, edificadas en terrenos banqueados con las uñas y muchas veces regados con sangre. Y como si fuera poco desprovisto de los servicios más elementales y de espacios públicos equipados, están, además, azotados por la delincuencia que se generando a lo largo del siglo XXI a raíz de las migraciones masivas y las carencias de todo tipo. El subsistema de formalización social urbana tendrá los siguientes caracteres formales dominantes de una ciudad ha tenido como Caracas:
- Una dimensión total, requerida por la nueva concentración del capital y la consiguiente concentración de fuerza de trabajo, que extiende horizontalmente la ciudad y la hace crecer verticalmente en algunos centros funcionales diferenciados.
- Una dimensión elemental, como resultado de las concentraciones sectoriales, que se expresa en los grandes centros de producción gestionaría, industrial, de conocimientos, de salud, deportivos, de intercambio, entre otros, que adjuntan equipamientos colaterales y que obedecen a la economía de aglomeración funcional.
- Una nueva relación elemental entre los componentes urbanos por las nuevas ubicaciones de algunos y el consiguiente desplazamiento de otros. Se podría ejemplificar con la conquista de la centralidad urbana por el sector de gestión, que desplaza el mediano y pequeño capital comercial, la expulsión de la industria a la periferia y el alejamiento de numerosos sectores de habitación burguesa. Las nuevas relaciones entre elementos exigirán modificar las trazas, las figuras y las dimensiones de las cintas de circulación que se harán cada vez más amplias y complicadas por nudos y lazos, resultando infranqueables para el peatón y contribuyendo, entre otras causas, a la segmentación urbana.
- Una diferenciación de las formas urbanas producida por las diferentes funciones agrupadas y por la diferenciación más evidenciada de los espacios de habitación de las distintas clases sociales, con distinta jerarquía de sus equipos de medios de consumo colectivo.
- Una segmentación del espacio urbano causada por la agrupación focalizada de las diferentes funciones, productora de espacios interfocales, de menor valor territorial y de menor capital de construcción, que serán usados por los planificadores viales para por allí pasar sus autopistas acentuando la segmentación.
- Una dispersión del espacio por la segmentación-expulsión de actividades y expulsión-segregación de la fuerza de trabajo a la periferia, con multiplicación de espacios de miseria de las invasiones de tierras por las multitudes crecientes de desocupados, y por la suburbanizacion-exurbanizacion de clases burguesas en espacios de habitación lejana, llamadas allí por los especuladores de tierras mediante la promesa de un bucólico contacto con la naturaleza.
LAS CIUDADES DE PROVINCIA
El nivel político cumple su papel jurídico de apoyo a las clases dominantes mediante planes que se ajustan a las tendencias de transformación urbana que impone el desarrollo capitalista, adecuando densidades al valor de la tierra y realizando exoneraciones legales cuando el monto de las inversiones a su juicio lo justifica; condicionando además la práctica económica de las clases desposeídas a los intereses de la burguesía comercial, como queda demostrado con el permanente éxodo comercial urbano de los buhoneros. Pero interviene también económicamente, agudizando la segmentación de las clases de nivel económico bajo hacia la periferia, mediante la obra oficial de vivienda.
El subsistema de formalización espacial urbana de las ciudades de provincia sufren a partir de los años setenta los cambios contra los que se pronuncian los mismos técnicos que los produjeron, lo cual confirma la postración de la técnica ante el poder económico político.
En un centro secundario de provincia, se verá la pérdida de importancia de la función gestionaria del capital transnacional, que, como hemos dicho, se ubica en la proximidad del poder político central, con sede en la capital del país. El nivel económico se expresa más acentuadamente en las funciones de intercambio, capital comercial y financiero, consumo y distribución, y en la especulación que la burguesía local realiza sobre el capital inmobiliario. Y, como subsistema de formalización espacial urbana, se podrían enumerar esos cambios como sigue:
- Separación y aniquilación del área central realizadas en aras del servicio automotor para el desarrollo de nuevas actividades y revitalización de las viejas.
- Desarrollo vertiginoso de la edificación en altura para propiedad horizontal de habitación y oficinas, cambiando la estructura del espacio vacío y el correspondiente perfil urbano, como consecuencia de la especulación inmobiliaria.
- Segmentación-dispersión por la especulación inmobiliaria para habitación de clases medias sobre las líneas de circulación vial, anticipándose a la implantación de las zonas industriales.
- Extensión-segregación hacia los bordes urbanos lejanos, sin transporte colectivo, por localización de la habitación para las clases proletarias, y extensión-segregación también por las invasiones de tierra que señalan espacios-clases.
El subsistema de formalización espacial correspondiente a la configuración del todo urbano de una ciudad como Caracas y/o de los centros secundarios de provincia no es independiente de los niveles económicos, políticos, ideológicos y técnicos de la sociedad capitalista actual, por lo cual se requiere el diseño de los elementos y de las relaciones esenciales de la cultura fundamentada en su ser para la vida y la libertad de uso del espacio y de una comunidad.
LAS CIUDADES COMUNALES
La ciudad comunal se mueve en múltiples dimensiones de una misma realidad para satisfacer colectivamente las aspiraciones colectivas. Ellas no aparecerá jamás atendiendo por separado, los problemas y carencias de cada comunidad. No entenderla como una forma de gobierno colectivo, con la vertiente organizativa territorial, con la cogestión laboral, con lo político-administrativa, con lo ético-cultural y con los ámbitos espaciales político-territoriales como unidad multidimensional, es condenar a la ciudad comunal a una actividad meramente reformista y apoyo invaluable ante las acciones inconexas de una tecnocracia que actúa arbitrariamente a través de proyectos reivindicativos.
No podemos abordar el carácter de la ciudad comunal sin referirla a la planificación urbana y territorial a través de coordinar seria, unitaria y coherentemente todas las acciones que se dan sobre la ciudad, las cuales han estado consciente o inconscientemente al servicio de la tasa de beneficio y del valor de cambio. Tanto, es así, que orientamos un criterio y un campo de acción ampliado dentro de los problemas de la ciudad, condicionados a parámetros urbanos totales y a cambios no referidos exclusivamente a la arquitectura, sino a propuestas que tienen como finalidad nuevos aspectos conceptuales, teóricos y operativos referidos a la construcción de un sistema de nuevas ciudades comunales.
Es importante plantear soluciones integrales de calidad de vida, a la unidad y escala; a calidad del entorno, a formas de uso del espacio público, a la sensación de seguridad del usuario, originada en su sentido de identidad, a la subordinación del edificio al espacio de uso público. Sin embargo, la ciudad podría transformarse en la unidad espacial de gobierno para darle el carácter sistémico de ciudad comunal, lo cual equivaldría a avanzar hacia la conquista del espacio para el ejercicio real de la soberanía popular como sujetos históricos del Poder Popular. De allí, el momento de indicar algunos elementos para la construcción de estos sistemas de ciudades comunales:
- Desarrollo del sentido de pertenencia e identidad, los saberes ancestrales y la relación con la madre tierra.
- Rescate de la memoria, los valores, la potencialidad colectiva y el tejido de las redes comunitarias.
- Desarrollo de la sustentabilidad de la Comuna y el carácter endógeno de la misma.
- Definición de las formas de la economía socialista en la cadena productiva liberadora que asegure el consumo interno y la distribución externa de excedentes.
- Discusión de la división clásica de los poderes.
- Definición de la Comuna como un espacio de construcción de la nueva ética socialista, la organización política, la nueva sociedad sin clases y el sistema de ciudades comunales.
- Conformación del gobierno para las tareas públicas y prácticas de la democracia participativa y protagónica.
Creemos que el problema de la estructura del espacio urbano no es tanto el Cómo, sino el Dónde, ¿Quién hace qué, Cuándo, con Quién?, pues, la dotación infraestructural y de equipos de consumo colectivos es obra social urbana y debe ser solucionada mediante la lucha política de las clases desposeídas por la exigencia del excedente que se les expropia, para una producción socializada de equipos aplicadas a sus necesidades de consumo. Se trata de un verdadero sentido del "nosotros", de un nuevo estilo de vida del colectivo comunal con un esfuerzo continuo y duradero, el cual incluye un nivel superior de consciencia societal arraigado en lo concreto-practicable, sustentado en el espíritu colectivo de lucha.
¡Que se abran cien flores y florezcan cien escuelas de pensamiento… ¡