- Dentro de la organización urbana de los pueblos Guaiqueríes de Cumaná se destacan tres espacios importantes: primero, un centro de acopio y almacenamiento de alimentos para el abastecimiento; segundo, un lugar destinado al culto religioso y, tercero, un sitio de soporte y atención médica para los residentes y soldados.
En el extremo oriental de la tierra firme los españoles encontraron una zona habitada por los pueblos de rancherías que ofrecieron una gran resistencia al proceso de colonización. A esta inicial dificultad se unía una peculiaridad geográfica. Su localización, a medio camino entre el Atlántico y el Caribe, la cercanía de las incipientes posesiones extranjeras, la gran profusión de islas y el aspecto recortado de sus costas, convirtieron a la zona, desde un primer momento, en un lugar de gran importancia estratégica.
La ocupación del territorio en la costa caribeña y su región insular del oriente venezolano, dada la magnitud de sus dimensiones y la importancia adquirida, obliga a realizar un esfuerzo de recopilación y comprensión de información que nos permita el análisis de su estructura funcional y la tipología de las viviendas para empezar nuestra aproximación teórica sobre los fenómenos que marcaron el inicio del poblamiento ancestral de Cumaná.
Definimos la tipología de las viviendas autóctonas como todo alojamiento construido por los pueblos originarios desde épocas remotas anteriores a la llegada de los europeos y, que hasta hoy, conserva total o parcialmente muchas de las características técnicas y formales originales.
Aún después de la barbarie producida en el inicio de la conquista española algunas comunidades aborígenes lograron sobrevivir al holocausto y hoy podemos conocer sus viviendas, diseminadas en todo el territorio virgen que aún queda en Venezuela. Por esta razón, analizaremos las viviendas de la Amazonia Venezolana ubicada en el Estado Amazonas en las cabeceras del Orinoco y que coexisten con sus vecinos amazónicos Brasileños.
La importancia de nuestra aproximación teórica sería acercarnos a la tipología de las viviendas autóctonas de Cumaná con base a valores culturales ancestrales, que llegando hasta la costa de Paria se establecieron por toda la costa, cerca de las fuentes de agua dulce proveniente de todo el territorio virgen que aún hoy queda en el Sur del país.
En tal sentido, como bien lo señaló J. M. Gómez: "Es muy probable que los primeros habitantes humanos de la región hoy conocida como el Estado Sucre, fueran indígenas provenientes del Sur del país, quienes siguiendo la ruta del río Orinoco llegaron hasta la costa de Paria saliendo por el Delta del mismo río. Seguidamente, a través de los caños más caudalosos se adentraron en el interior del territorio llegando así hasta el Golfo de Cariaco. Otros realizaron el poblamiento de estas tierras siguiendo las rutas marinas. Acamparon y se establecieron por toda la costa, manteniéndose siempre cerca de las fuentes de agua dulce, que como ya se mencionó, fueron trascendentales para su supervivencia".
Ciertamente, remontando el caudaloso Orinoco, los Caribes emprendieron expediciones por las costas venezolanas e islas del mar que hoy lleva su nombre. Posteriormente, con el pasar de los años y a medida que fueron adquiriendo nuevos conocimientos y experiencia, se establecieron en lugares y poblados fijos, lo que posiblemente, trajo como consecuencia un aumento en la población.
En este sentido, Cunill-Grau, escribió: "En el poblamiento regional cumanés tiene singular importancia el poblamiento indígena que supera los 24.000 habitantes repartidos en diversos grupos étnicos, destacando chaimas, guaiqueríes, pariagotos, cuacuas, aruacas, caribes y guaraúnos. Los más numerosos son los chaimas que bordean los 15.000 habitantes y los guaiqueríes que se elevan a 2.000 en los arrabales de Cumaná".
También, T. R. Badaracco, consideró que en Cumaná la comunidad originaria Chaima tenía "[…] doscientos bohíos o churuatas y una población aproximada de l5 mil habitantes […]". Si dividimos el número de habitantes entre la cantidad de bohíos indicados nos daría setenta y cinco habitantes por vivienda. Entonces, aquí empieza la caracterización de los valores espaciales de la vivienda indígena de Cumaná.
En efecto, en el plano de Courten (1734) se enumeraron 37 cobijos de los cuales cada uno de ellos poseía "un mínimo de 40 personas y hasta un máximo de 300", por lo que se estimó una población de 6.290 habitantes para esa fecha, lo cual significa que la sociedad indígena, que ya estaba establecida, fue sometida a un proceso de diezmo y extinción progresiva de la población.
De allí, que las ocupaciones del espacio de los pueblos originarios de la costa caribeña y la región insular del oriente venezolano, diseminadas actualmente en los territorios vírgenes de la gran selva tropical amazónica, poseen las siguientes características:
- Predominio de la planta circular u ovalada en viviendas colectivas sobre la forma alargada de las viviendas de uso unifamiliar.
- El espacio central se define para la vida familiar sin ningún tabique ni pared divisoria, con una gran plaza o patio central y toda la vida comunitaria alrededor.
- Construcciones de vara de mangle y techos de palma con paredes de enea o junco, formando comunidades en agrupaciones bien ordenadas.
- Características de campamento militar, destacándose tres lugares importantes dentro de ésta organización urbana, la cual era complementada por los solares concedidos a los conquistadores para establecer su asiento: el centro de acopio y almacenamiento de alimentos para el abastecimiento, el cual estaba directamente relacionado con el atracadero; un lugar destinado al culto religioso y un sitio de soporte y atención médica para los residentes y soldados.
Suponemos que este tipo de asentamiento aborigen fue utilizado por los europeos para establecerlos como base de operaciones y apoyo de sus incursiones al territorio de la costa caribeña y la región insular del oriente venezolano.
La infraestructura y logística inicial que utilizaron los españoles al llegar fue proporcionada por los indígenas, quienes así demostraron que vivían en sociedades que habían alcanzado a desarrollar patrones de asentamiento y dominio de recursos naturales. Esto quiere decir, que el remoto pasado aborigen tuvo presencia autónoma durante el período hispánico y que la existencia de núcleos poblados ancestrales precedió la colonización como centro nodal de una región histórica ya existente.
Por lo que valdría la pena preguntarnos: ¿hubiesen podido los españoles conquistar y colonizar nuestro país sin el aporte y concurso de nuestros antepasados amerindios? y, ¿cómo hubiesen podido sobrevivir y triunfar los españoles en un hábitat totalmente desconocido, inhóspito y virgen para ellos?
En este sentido, por analogía con los cuatro mil años de desarrollo cultural, es necesario advertir que si hay algo común entre esas interrogantes, son las maneras como se ha representado la realidad que alimenta esas inquietudes. Ciertamente, la localización de los asentamientos iniciales se hizo en aquellos lugares donde previamente habitaban los pueblos originarios; esto ocurrió porque la ciudad fue fundada sobre poblados ancestrales ya existentes.
¡Que se abran cien flores y florezcan cien escuelas de pensamiento… ¡
Nota: Este artículo fue tomado del libro inédito del mismo autor: "El caserío Altagracia de Cumaná: La experiencia suburbana decimonónico finisecular. Propongo formalmente la posibilidad de publicar la presente obra. En: https://www.aporrea.org/cultura/a267090.html