Es sentido por todos la gravedad de la crisis, no es necesario ahondar en el diagnóstico, es hora de hablar de soluciones. Para buscar las soluciones debemos ir al punto donde se erró el camino. Veamos.
El paso en falso inicial fue meterse a vivos y cambiar camino real por vereda, asustarse con el recado que les dejó Chávez y preferir la falsa seguridad del populismo, del pragmatismo, la recompensa inmediata, o dicho de otra manera, sucumbir a la ideología marginal, pequeñoburguesa, pretender gobernar como si el país fuese un pequeño sindicato en manos de una mafia sindical, o el pranato de un penal.
A partir de ese error fundamental, el país se fue deteriorando, las alertas calladas, perseguidas, las soluciones sustituidas por acusacion es externas. Se dijo, la culpa es de la guerra económica, losvecinos, los comerciantes, los bachaqueros. No hubo error asumido, todo fue imputado a agentes externos, hasta las iguanas fueron acusadas.
Fue así que llegamos al día de hoy. El gobierno reconoce sus fechorías sabedor de la impunidad que lo cubre. El presidente declara con desfachatez que han fracasado, que es necesario un nuevo modelo económico. Y propone una serie de medidas que conmocionan al país, lo asustan, lo espantan. No vamos a estudiar las medidas, no somos economistas, ni somos psiquiatras, pero no es necesario mucho análisis, a horas de anunciadas las medidas, aún no implementadas, ya se siente el fracaso, el aire huele a 27 de febrero. Pero, ¿por qué falla el gobierno en resolver la crisis?
Una respuesta es porque el gobierno no puede resolver la crisis que él mismo creó, con la mismas ideas, la misma actitud, los mismos actores. Está imposibilitado para tomar las medidas que se necesitan. Veamos.
Lo primero es entender que cualquier medida será vana sin la producción de petróleo, será piruetas verbales y nada más. Ahora bien, la dupla del triste fiscal, y de quevedo, el improvisado, acabaron con PDVSA. A quién se le ocurre poner presos, acusar en la televisión, hacer un show con la detención de más de cien gerentes de la empresa, en el mundo sólo hay una persona capaz de tal disparate, el fiscal. A quién se le ocurre llegar a esa empresa golpeada en su moral y entrar como si fuese un piquete policial, acusar, pedirles a los trabajadores que se convirtieran en sapos de sus mismos compañeros de años y de sudor. El resultado está allí, la empresa colapsó.
La primera medida sensata es desagraviar a PDVSA, de allí debe partir la recuperación, y esa recuperación debe partir de la expulsión del fiscal y de quevedo. Además deben ser liberados los petroleros presos.
A quién se le ocurre tener en las mazmorras, en las tumbas, a los técnicos que se necesitan para levantar la empresa. Si son culpables, lo que está por verse, que paguen su condena con trabajo, con resultados en la empresa.
Está claro que este gobierno no puede levantar a PDVSA, le falta grandeza, no tienen inteligencia, ni calidad ni para dirigir una junta de condominio. Otros lo harán por ellos...
