La suerte está echada


Credito: UN
Cuando el CNE resolvió que Manuel Rosales no tenía que renunciar a la
Gobernación para ser candidato presidencial, le quitó un enorme peso de encima y despejó su agobiante incertidumbre, consciente como estaba de que si era obligado a renunciar sin chance de ganar, perdería su poder en el Zulia.

El 29 de agosto, luego que aceptó formalmente ser el abanderado de la oposición, recordé que las tres veces que Chávez se confrontó, ganó en proporción 60-40, y escribí:
"Hay motivos para pensar que Rosales debe estar por debajo del 40%". Sigue siendo su techo. Ofrecí los factores adversos que me hacían llegar a esa conclusión. Las encuestas me están dando la razón. Cuando estamos a un mes de las votaciones no existe ninguna posibilidad de que Rosales se acerque seriamente a ese 40% histórico de la oposición.

El panorama de la opinión electoral de los venezolanos medido en 23 encuestas realizadas por ocho empresas este año, en distintos momentos, puede resumirse en estas cifras: el porcentaje más bajo de Chávez ha sido 48% de Interlaces, en sept; en tres mediciones aparece por encima del 60%, en todas las otras, más del 51%. ¿Hasta dónde llegará
Rosales en el mes que falta? En sólo dos, Interlaces (30%) y Penn Shoen & Berland (37%) llega o supera el 30%. Corrijo, de las 23, una de Keller lo da ganador 57 a 32.

Han inventado un supuesto "empate técnico" que no existe en ninguna de las encuestadoras confiables, y el colmo ha sido un aviso de media página en casi todos los diarios, con uso arbitrario de algunos porcentajes para "igualarlos" en octubre y poner a Rosales arriba ahora en noviembre. Si ellos se la creen, hace pensar que no se retirará, aunque será su base para denunciar un fraude la misma noche del 3. Tal como sucedió cuando el referendo: hicieron creer mediáticamente que había ganado el SÍ, "confirmado" con el exit poll de Súmate, para gritar que los habían robado.

Ante ese panorama, nada más lógico suponer que ese 60% que en promedio ha obtenido Chávez cuando enfrentó a Salas Römer, luego a Arias Cárdenas y en el referendo, es su piso el próximo tres de diciembre. La motivación fundamental de esos electores está siendo las realizaciones del gobierno. No es sólo el tren, los metros y otras obras de infraestructura, sino las obras sociales en las áreas de salud, educación y alimentación.

No son casuales las respuestas positivas sobre las misiones, y sobre la situación general del país y su "situación personal", y en torno a las perspectivas. (Según Consultores 21, 61% respondió que su situación personal es buena, y 70% dijo que mejorará).

Por supuesto, hay que tomar en cuenta aspectos negativos, como el triunfalismo que se supone existe entre sectores del chavismo que dan por segura la victoria y estiman innecesarios sus votos; la abstención, pese a las respuestas a los encuestadores; el descontento con acciones u omisiones gubernamentales estadales y de muchas alcaldías; el problema de la inseguridad y los hechos de corrupción que trascienden y que la gente conoce.

Más adelante me preguntaba: "¿Rosales seguirá hasta el final?", y me atrevía a responder: " Dependerá de las encuestas. Él es una mata de indecisiones". Las encuestas le han hablado claro, saben que no pueden cambiar, y supongo que sus más allegados no creerán las que dicen que puede ganar. Frente a esa realidad, debería pensar en el futuro, terminar su mandato en Zulia, y aprovechar esta campaña para implantar su partido
Nuevo Tiempo, seguir atrayendo al adecaje

descontento con la dirección abstencionista de su partido, y tratar de consolidar una fuerza de oposición capaz de organizarse para futuras elecciones, aunque en ese terreno deba competir con Primero Justicia.

Rosales está siendo tentado a escuchar a quienes le insinúan que grite ¡fraude!, pero el cuento de las captahuellas como instrumento para vulnerar el secreto del voto se acabó, la inmensa mayoría de la gente (hasta 62%) tiene confianza en esas máquinas para mayor transparencia y evitar eventuales votos dobles. Vicente Bello, el representante de la oposición en el CNE, declaró que los cambios habidos "contribuyen a fortalecer el secreto del voto y el funcionamiento del sistema mismo".

No deben olvidar la experiencia del referendo. Denunciaron un fraude y nunca pudieron presentar una sola prueba razonable.

Y a partir de allí comenzó a declinar la fuerza de la oposición, de agosto a octubre perdieron 50% de sus 4 millones de votos. Y surgieron las divergencias internas que nunca pudieron resolver y que reaparecen ahora con posiciones opuestas frente a unas elecciones perdidas.

Quienes estimulan y organizan la búsqueda de otros caminos con su carga de violencia no descansan. Cuando uno creía que esos métodos habían sido desechados y que nos encaminábamos por las vías constitucionales, aparecen serios indicios que revelan diabólicos preparativos. Es de confiar que el sector democrático de la oposición también les hará frente.



Bastante difícil
la victoria de Daniel Ortega en las presidenciales de hoy en Nicaragua. Con un abierto y descarado apoyo del Gobierno de
EEUU, la derecha de Nicaragua ha hecho una sistemática campaña para estimular el miedo entre los electores indecisos, y aunque el Fsln y sus aliados tienen sólida mayoría, les costará ganar en la primera vuelta.


Inciertos
los resultados de las votaciones para renovar parcialmente el Senado y la Cámara de Representantes de Estados Unidos.

Si el deterioro del apoyo de Bush en las encuestas se reflejara en esas elecciones, seguramente los demócratas ganarían la mayoría en ambas cámaras, pero los factores locales parecen ser determinantes en estos comicios del martes.


Por primera vez
en América Latina la oposición integra un gabinete de sombras, como lo llaman los ingleses. Fue lo que hizo
López Obrador en México, en un acto que se desbordó de partidarios. El líder aclaró que trabajarán a plena luz, y utilizó un lenguaje duro: llamó neofascista al gobierno, demandó la retirada de las tropas enviadas a Oaxaca y criticó duramente al "periodismo de la peor calaña". Que allá, como en otras partes, jugó un papel decisivo en las elecciones señaladas de fraudulentas.


Omar Vizquel
es un jugador prodigioso. Once Guantes de Oro. En 18 temporadas, 172 errores, uno cada 14 juegos; en 1996 cometió 20 y sólo dos en 2000. Como bateador, su mejor temporada fue la de 1999 con .333; este año terminó con .295. Escribió un polémico libro, y pueden visitar su novísima página web: omarvizquel.com. Aquí jugó por última vez el primer domingo de diciembre de 2002, un día antes del paro desestabilizador.


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Eleazar Díaz Rangel

Periodista egresado de la UCV. Ganador del Premio Nacional de Periodismo y menciones en diversas especialidades. Es Director del diario Últimas Noticias desde el año 2001. Profesor titular jubilado de la universidad central de Venezuela, cuya escuela de comunicación social dirigió (1983-86). Presidente de VTV 1994-1996. Presidente de la asociación venezolana de periodistas.

 edrangel@grupo-un.com

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