En nuestros caminares por lejanos caminos nos hemos encontrado con diferentes visiones de la Historia. A título de referencia, en tiempos de Francisco Franco Bahamonde, nunca jamás pudimos encontrar referencias a Simón Bolívar ni de Venezuela. Aquella realidad nos extrañaba al tiempo que comprendíamos, años posteriores, que nunca jamás nos iban a perdonar las derrotas que sufrieron los ejércitos de la Corona Borbónica como así nunca jamás nos iban a perdonar que le diéramos la libertad a los pueblos habitantes de extensas regiones geográfica en el continente americano por no exponer "el mal ejemplo" que estaban desarrollando "los colonizados" frente a todos los razonamientos intelectuales europeos de la época. Era aquella una realidad que aún pululaba por los pasillos de la Historia y, en consecuencia, por los pasillos de los Poderes europeos porque aquella realidad hecha Historia fue y seguiría siendo un muy mal ejemplo para los poderes fácticos e históricos consecuenciales del proceso natural del crecimiento del "ser creado" como "ser social" tal como lo expresara y expusiera con prístina claridad Carlos Marx y Federico Engels.
Conversar sobre "Historia Insurgente" como concepto obliga a una necesaria "ubicación teórica" en tanto y cuanto, como concepto, se deben estudiar los procesos históricos que nos permitan abstraer paradigmas (líneas de pensamiento) que nos lleven a una propuesta teórica en referencia bajo una obligante metodología en comunión profunda y comparativa con las diferentes teorías de las Historias de las Europas por aquello, justamente, de marcar distancias como diferencias cuando nos encontramos en nuestras propias realidades históricas pre-colombinas y, evidente, post-encuentro de y con las diferentes culturas autóctonas en su texto histórico con las europeas en sus particularidades Castilla-Leonesas junto con una "forma ideológica justificativa eclesial-filosófica" sustentada, esa ideología, en "errores teológicos" cuales nos los consideramos como muy graves en tanto y cuanto tomamos en consideración, en referencia a lo conceptual de la Creación, la "imagen en praxis" del "ser creado" como "ser social" de aquellas comunidades originarias en suelos continental-americanos. Incluso, hasta el nombre titulado como "América" es de obligada honestidad ética confrontar esa denominación impuesta como discusión teórico-conceptual así como temporal.
Conversemos de Simón Bolívar.
Es interesante el rescate de Bolívar en toda su intensidad pragmática y realidad intelectual en considerando lo pragmático en sus quehaceres cotidianos desde sus comienzos en su inquietud intelectual tanto como personal. No vamos a desarrollar su proceso histórico sino su diálogo en dialéctica con si mismo y con las realidades que lo circundaban. Conocemos como va desarrollando un pensamiento en las Europas de las testas coronadas, aquella, su madurez intelectual, lo pone en praxis a su regreso a la "tierra que lo vio nacer" con todos los avatares de los procesos de Independencia de todos ustedes por conocidos. Lo que deseamos evidenciar son varias realidades cuales consideramos de importancia vital para un acercamiento a nuestra propuesta de discusión sobre la "Historia Insurgente".
En conversación con colegas historiadores nos atrevimos a "rebuscar en la Historia de la Humanidad" figuras destacables por sus aportes al proceso natural como lo significa la Historia; proceso natural por el mismo destino de ese "ser creado" como "ser social" al cual siempre nos referimos. Rescatamos figuras como Alejandro, Cesar, Carlomagno, Carlos V, Cromwell, Napoleón, Metternich, entre otros muchas figuras históricas que sirven de referencias. Figuras muy destacables quienes en sus procesos políticos y personales buscaban, siempre e inevitable, alcanzar sus objetivos cuales era el Poder. Es decir, curiosamente, nunca ha sido rescatada la figura de Simón Bolívar en el marco de lo analítico-comparativo con las figuras precedentes desde la tesis sobre el Poder que ponemos como propuesta para su discusión en perfecta evidencia demostrable.
Es decir, todo el proceso de vida de Simón Bolívar se expresó en los "derechos fundamentales" del "ser creado" como "ser social" del continente americano desde el río Bravo hasta el estrecho de Magallanes. Es decir, poner en contexto histórico, para expresarlo en actuales términos políticos, sería el visibilizar a las gentes habitantes continentales en sus "derechos naturales" tanto como sociedades como en el concepto humano-histórico de la "república" con las importantes y profundas diferencias de no aspirar, por parte de Bolívar, a ejercer el Poder más en contrario "rechazarlo" como lo exponen sus pensares en sus epistolarios.
En ese orden de ideas, no debemos negar el desarrollo intelectual de Bolívar en las referencias de lo conceptual-filosófico en curso durante sus estancias en las Europas pero sería la propia praxis de vida, en terrenos autóctonos y telúricos americanos, cuando iría "madurando" en lo íntimo de su "propio pensamiento" alcanzando profundidades ajenas en lo temporal-histórico pero arraigado en las realidades continentales ante las cuales "se encontraba cotidianamente" en sus caminares por las agrestes y difíciles tierras que cursó en su proceso de alcanzar "sus aspiradas aspiraciones" mucho más allá que simples "sueños" de "Libertad absoluta y total" de estas tierras americanas cuales, evidente, "las amaba" confrontando, al tiempo, las futuras contradicciones que se irían desarrollando en el marco de la "terrofagia" del norte americano.
Esa realidad conceptual expuesta en líneas anteriores nos llevan, necesariamente, a tener que reflexionar sobre "el distanciamiento" del "pensamiento filosófico-europeo" tan en boga durante aquellas temporalidades eurocéntricas colonialistas. Un ejemplo evidente a estudiar, según algunos estudiosos, a título de referencia interesante, el concepto militar-táctico de don Francisco de Miranda ante el propio proceso de Independencia. Es decir, en contrario, a aquella supuesta frase de José Antonio Páez del "vuelvan caras". Creemos que con esas referencias exponemos las profundas diferencias en lo antropológico social.
Es decir, sí nos encontramos en las actuales realidades de tratar de buscar una nueva visión teórica en lo histórico para nuestras y objetivas teluridades, la referencia, en necesario estudio, es de obligación académica sin negar las comprensiones teóricas occidentalizadas en curso para nuestros contrastes obligantes, tratar de analizar, comprender, abstraer y concluir las contradicciones filosófico-conceptuales dentro de las objetivas y contradictorias realidades en la ecuación Historia europea versus búsqueda de nuestra propia visión de la Historia americana.
En ese orden, a título de referencia bibliográfica, el estudio realizado y propuesto por Reinhart Kosseleck en su texto: "historia/Historia" (Mínima Trotta. Madrid, 2004, pp. 153) quien, en este texto, transita en el proceso histórico-académico, fundamentalmente, alemán, del tránsito de la concepción de la "historia" procedente, en sus fundamentos, en aquella concepción de la relación del "hombre-Creador" en profundo e interesante realidad en desarrollo cuando su cenit sería el tránsito de lo medieval frente a lo significado del desarrollo natural-obligante del "ser social" en los campos de la comprensión de la relación de "lo natural-naturaleza" y su íntima relación con el "ser creado" como "ser social". Es decir, Kosseleck nos enseña, con frescura filosófica- demostrativa, como evolucionó el concepto "Historia" pero en las estepas de las Europas que ha tenido una fundamental importancia en su praxis "aguas abajo" en la relación "ideología-alienación" en las gentes que aún siguen siendo consideradas por el euro-centrismo y norteño-calvinista como "colonizados" y "neo-colonizables" en el actual proceso de profunda reingeniería del capitalismo global.
Un reto tratar de alcanzar en lo conceptual, una referencia teórica en el marco de lo denominado, actualmente, como la "Historia Insurgente".