(Canal de YouTube: El Arado y el Mar Radio) En estos días se observa un fenómeno social que reclama la atención de los políticos del mundo, es la emigración masiva de millones de venezolanos. Con su conducta frente a este problema, el gobierno ha mostrado su verdadero carácter. Veamos.
Una primera posición del gobierno es negar el éxodo: se habló que eran colombianos regresando a su patria, y se planteó el disparate de que los hijos de colombianos nacidos en Venezuela no eran venezolanos. De esta manera, con este golpe de magia, se negó el descomunal, y hasta se embarró al presidente.
En una segunda posición del gobierno, cayó en el nacionalismo ramplon, se sacaron cuentas mezquinas de los emigrantes de allá y de los emigrantes de aquí, aquellos argumentos daban pena ajena, qué diría el Comandante Chávez, tan cuidadoso en el trato con los países hermanos, mucho más con Colombia bolivariana.
Una tercera posición, la más reciente, es reconocer la gravedad de la situación y enfrentarla por el lado más impropio. En lugar de atacar las causas que produjeron el éxodo se inventan unas condiciones ideales para el retorno, y hacen las falsas promesas de puentes aéreos, comida, empleo, seguridad. De esta manera el gobierno evade el problema y sólo combate las consecuencias mediáticas del mismo. Esquiva la causa principal de la crisis, que es su entrega vergonzosa al capitalismo, el abandono del legado de Chávez, su falsificación.
El trato al éxodo ilustra bien la conducta del gobierno frente a todos los problemas: primero los niega y luego trata de resolverlos sólo en sus consecuencias mediáticas, lo ocultan como gato con su caca. Nunca reconoce un error, una mala actuación, a cualquier falla sigue la búsqueda de un culpable, igual imputan a una iguana que a una pagina web.
Estos gobernantes de hoy, son sólo táctica, sin estrategia, sin proyecto, sin visión de país más allá de sus narices, no pueden gobernar de forma distinta al pragmatismo, al día a día. Su preocupación central es permanecer y eso condiciona toda su acción.
La situación de hoy es muy grave, el deterioro no lo pueden detener, sólo tienen capacidad para triunfar en las redes con sus robots, en los medios con sus programas amarrados, vanidosos, viven creyendo que su ombligo es el mundo, y se contentan con las voces de los aduladores. Han perdido credibilidad, ni ellos mismos se creen sus disparates, sus contradicciones son ya públicas, todos hablan de todo, declaran, tuitean, enredan.
No es necesario mucho argumento para entender que cualquier solución pasa por sustituir a este gobierno. El problema es cuál es el signo del nuevo gobierno: si es fascista y se impondrá la represión, o si es un intento de regresar la historia a la cuarta; o es el milagro de retomar el camino de Chávez.
