"Embustes y cuentos,
de uno nacen cientos."
Refrán español
Vamos para 8 meses, desde que se le "explotó" el cerebro en un arrebato de histeria a un articulista de esta página (APORREA.ORG) al publicar un escrito con el siguiente título: ¡Maduro saldrá en menos de diez días del poder!; con signos de admiración para aumentar la alarma, y la curiosidad entre los lectores –al mejor estilo fascista– por supuesto, el Presidente sigue enfrentando la grave situación económica con la determinación de un auténtico valiente, sin desmayar un instante en buscarle solución a los numerosos problemas del pueblo trabajador.
El referido adivino, sigue con el mismo empeño, y en cada palabra va dejando ver la amargura que lo envuelve, algo propio de la frustración, porque en todos sus escritos lanza la picada, sin poder inyectar la ponzoña, aun, cuando los lectores se mantienen atentos y expectantes antes cualquier publicación; sin embargo, no pega una, en medio de sus críticas, y pronósticos malévolos en contra del gobierno.
En los últimos días, parece que la desesperación se ha venido contagiando en otros articulistas, que se han sumado a la lista de adivinadores, emulando a los que han hecho de ese oficio, un trabajo muy lucrativo en las tradicionales carreras de caballos, porque incluso se dan el lujo de señalar la fecha de partida del Presidente Maduro, con títulos, como el siguiente: (El mes en que Nicolás Maduro se irá del poder). Otro se apareció con el siguiente artículo: (Nicolás, tu gobierno se está acabando, y doy una prueba) como si estaba lanzando una primicia periodística, cuando en el fondo está repitiendo frases muy trilladas, utilizadas en medio de un vendaval, que no se detiene, por el estímulo de las fuerzas que les insuflan, desde el gobierno estadounidense, por los intereses claramente definidos.
Este "oficio" de augurar la salida del Presidente Nicolás Maduro, se ha convertido en algo parecido a una eyaculación precoz, produciendo tantas decepciones en un número considerable de integrantes de la derecha, que incluso en su eterno peregrinar, pidiendo sanciones para nuestro país, se le han agotados los argumentos para denunciar al gobierno, y han terminado pidiendo una invasión–un baño de sangre– de los Estados Unidos, con tanto desparpajo, que parecen unos actores de películas de terror –la cara les sirve de ayuda– con solamente señalar a Julio Borges, y al entremetido de Luis Almagro, basta y sobran las pruebas por demás fúnebres.
Sin embargo, lo complejo de la situación económica de algunos países, que hasta hace poco sus mandatarios se mantenían, como voceros oficiales de la comparsa orquestada, desde la CASA BLANCA para atacar al gobierno venezolano, viene a producir un cambio en la manera de pensar de millares de engañados. Argentina, la están entregando a las garras del FMI, con el argumento por demás cínico: que han tomado esas medidas para no caer en la situación de Venezuela –el presidente un empresario entregado al imperialismo– produciendo violentos desajustes económicos, sin esperanzas de salir a corto, y mediano plazo de la presión impuesta a través del dólar, porque el que debe nunca puede ser libre, y menos, cuando se pierde la voluntad por defender a la patria.
Por eso, me atrevo asegurar: pronosticadores de oficio los encontramos en cualquier parte, y en nuestro país, vienen proliferando los que no se cansan, ni descansan en vaticinar la caída de Nicolás Maduro, pero cada día se pierden en los vuelcos que da la realidad de la economía mundial, y los ataques virulentos del imperialismo estadounidense, con una arma muy poderosa, como es el dólar.
Estos señores, en todo momento ocultan la realidad de otros países, callan de manera premedita, siguiendo las directrices del norte, cuando vienen apareciendo peligrosos nubarrones por todo el mundo, y más para aquellos países, que no se arrodillan a los intereses de los grandes capitales mundiales, lo que el genial Vladímir Ilich "Lenín", llamó: "El imperialismo fase superior del capitalismo" en un libro, que cada día agarra más vigencia.
En estos momentos nos encontramos en una verdadera encrucijada: seguimos resistiendo, apoyando a Nicolás Maduro, con todas las limitaciones impuestas por la guerra económica, o nos entregamos al FMI, para que elimine de un solo plumazo los beneficios del gobierno. Todo esto para beneplácito de la burguesía criolla, y los eternos vende patria de la derecha. Argentina es el espejo, para cualquier gobernante, lo demás es seguir dándose "besitos" con Donald Trump, y esperar el desengaño, el cual llega en cualquier momento, porque en las relaciones comerciales, nunca hay nada seguro, por algo Basilio el Grande, dejó este pensamiento: "El dinero es el estiércol del diablo."