Un gobierno se caracteriza por el trato a los prisioneros. Más allá de cualquier otro análisis, es el trato a los más vulnerables de la población, a los pobres, los enfermos, los niños, los viejos y, sobre todo, a los presos, mucho más si estos son políticos, presos por sus ideas. Podríamos decir que las cárceles son la vitrina de una sociedad, y las cárceles políticas el alma de su gobierno.
Con la anterior herramienta de análisis nos aproximamos a la Alemania de hitler, y los campos de concentración nos ilustran lo horrible de esa sociedad, de ese gobierno. El Estadio Nacional de pinochet nos habla de la crueldad de esa dictadura; los desaparecidos del cono sur señalan la barbarie de aquellos gobiernos militares, aún hoy están apareciendo hijos arrancados a los prisioneros; la Guasina de pérez jiménez, la Rotunda de gómez; el TO5 de Yumare, la Isla del Burro, Tocuyito, la Modelo son símbolos de las perversidades de la cuarta república. Contrasta con este cuadro terrible el trato humano que en la Sierra Maestra se daba a los prisioneros.
El Comandante Chávez, quien sentó cátedra con su discurso y con su ejemplo, nos enseñó el tratamiento cristiano, socialista del adversario. El perdón, el trato humano fueron su divisa, nos asombró con el indulto a los llamados "paracachitos". Sus adversarios más venenosos, los salidos de sus propias filas, supieron de su benevolencia, cuando todos pensaban en venganza, cultivó una rosa blanca y extendió su mano. Quizá esta cátedra de bondad fue una de las principales fortalezas de la conexión magnífica de Chávez con la masa humilde que aún lo lleva en el corazón.
Aquí es oportuna una pregunta: ¿dónde están los presos del madurismo? No se sabe a ciencia cierta. Hablan de una tumba donde no pega el sol ni se ve el cielo, no se sabe. Hay presos aislados por meses, comparecencias en los tribunales pospuestas de manera infinita, desaparecen prisioneros y nadie reclama. Existen los sospechosos enfrentamientos que terminan siempre con muertos del lado de los "delincuentes", no toman prisioneros, y ni un rasguño para los policías, esta es una modalidad de aplicación de la pena de muerte extraconstitucional. El gobierno se tipifica muy bien en el trato a sus presos.
Pero hay un preso que es emblemático, se trata del General Baduel. Más allá de las desconocidas causas que lo mantienen preso en la llamada tumba, está su condición de humano; por sobre los distanciamientos que pudo tener con el Comandante Chávez, está su historia que lo acredita para un trato especial, considerado. La historia no se puede borrar, este General le salvó la vida el Comandante, y muchos de los que hoy gozan del poder le deben su sobreviviencia, sin las acciones del General Baduel no se saben dónde andarían por allí. No los nombramos para no personalizar este escrito, pero todos los conocemos, lo vimos salir de Miraflores, del Palacio Blanco y luego regresar de la mano y la valentía del General Baduel, aquel helicóptero que nos trajo al Comandante fue obra de Baduel.
A cuenta de qué estos usurpadores tienen a Baduel en estas condiciones, por qué tanto ensañamiento y tanto silencio de todos, de sus compañeros, y de los que están allí arriba gracias a Baduel. Recuerden que toda gloria es pasajera, y mañana tendrán que justificar delante de sus hijos, de sus nietos, cómo fue que enterraron en vida a un General, cuál fue su delito, quién lo condenó.
