Escarrá y el burro de Apartaderos, la fuerza y la debilidad

La traición tiene dos fuerzas: la entrega del país al capitalismo internacional y nacional, y la represión espiritual y física que aplaste cualquier protesta. Estas fuerzas nefastas, que tipifican al pranato actual, se muestran a cada momento. Veamos.

Apareció escarrá declarando, amenazando. Este raro personaje, que ayer era furibundo antichavista, que retó a duelo al Comandante, que lo calificó como criminal y amenazó con llevarlo a la justicia internacional, hoy es vocero de los usurpadores y cerebro de la destrucción de la Constitución de Chávez (presumimos que es constituyentista porque fue puesto a dedo). Este agente de la restauración nos muestra el lado represivo de la constitución antichavista, amenaza y dice: será muy severa en el trato de la traición a la Patria, y ya sabemos que eso de traición a la Patria es un delito a la carta, aplicado a conveniencia del gobierno. Es el espíritu represivo anidado en las altas cúpulas.

La prisión de unos bomberos de Apartaderos, estado Mérida, es una señal preocupante de lo enraizado que está el espíritu fascista en la base de los cuerpos policiales: un vídeo tonto de un burro inspeccionando la estación de bomberos dio motivo para su detención y paso a los tribunales (https://www.aporrea.org/ddhh/n331421.html). El hecho nos indica que el daño emanado de la cúpula gobernante, su conducta, ha permeado a las bases aduladoras, recordemos los ladridos llamando a "joder", a "escoñetar".

Esta faceta represiva del gobierno no es accidental, corresponde a, acompaña, la entrega descarada del país a los capitalistas internacionales, a los chinos, a los rusos, a los gringos, ya las trasnacionales están aquí, en la Faja, en el Arco Minero. Ya los voceros del gobierno, los oportunistas, hablan de capitalismo sin ningún maquillaje, ya el Socialismo es una mala palabra, sospechosa, o es una retórica de ocasión, vacía, sin ninguna repercusión en la realidad.

Poco a poco la traición se concretó, ningún líder protestó, al principio no se dieron cuenta, y cuando se dieron cuenta ya el mandado estaba hecho, no les quedaba otra que aceptar, o irse, protestar. Pero el miedo les paralizó, si hasta el burro se lo llevan preso por nada, entonces, hay que ser muy valiente para disentir, o fue la costumbre a la permanencia en el poder que corrompe y también amaña. Los pocos que quisieron protestar, disentir, los guillotinaron moralmente, los poderosos aparatos de propaganda se confabularon contra ellos, los condenaron a una tumba de silencio.

Estas dos caras, la represión y la entrega son, paradójicamente, muestra de la debilidad del madurismo. Entrega al país en el desespero de no tener dinero para financiar la compra de apoyo, no tiene dinero para cubrir su demagogia y su incapacidad. Y reprime porque ya no convence a nadie, los pocos que lo apoyan lo hacen nariceados como los bueyes, van encadenados por el miedo, por la necesidad.

El gobierno entró en fase terminal, está en terapia intensiva, ahora puede hacer mucho daño al país y a la gente, a los dirigentes. En las próximas horas se intensificarán las dos fuerzas de la traición, habrá más entrega y habrá más represión. El dilema importante hoy es quién sustituirá a este gobierno inservible.



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Toby Valderrama y Antonio Aponte

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