La pensión y la vejez en medio de la crisis

Mi palabra

"Saber envejecer es la obra maestra de la vida,

y una de las cosas más difíciles

en el arte dificilísimo de la vida."

Amiel

 

Todas las madrugadas a las 5 de la mañana, salgo con mi compañera de vida a caminar una hora por una céntrica avenida de la ciudad; ella con 65 años, y yo acercándome a los 70. El recorrido nos permite pasar por el frente de cuatro entidades bancarias, y a esa hora todas se encuentran abarrotadas de personas en busca de los churupos, donde el bullicio se asemeja a una reunión de niños en edad preescolar. Con toda razón Frederich Nietzsche, nos dejó este reflexivo pensamiento: "La madurez del hombre es haber recobrado la serenidad con la que jugábamos cuando éramos niños".

Esta experiencia de recorrer casi 6 kms en más o menos una hora, nos permite ver una gran contradicción en calles, y avenidas, al encontrarnos cantidades de personas que van, y vienen apurados por llegar al sitio de destino, antes que las colas se hagan interminables, y son precisamente las sedes bancarias las que presentan una realidad que vemos durante todo el día: los pensionados en busca del efectivo. En dos oportunidades nos toca pasar por esos sitios: al ir, y venir, pero no vemos amainar el flujo de personas; por el contrario, cada día va en aumento, a pesar de todos los esfuerzos del gobierno por solventar una situación nada favorable para la salud de una persona, cuando las fuerzas empiezan a flaquear, porque el paso de los años, irremediablemente va exprimiendo al ser humano, y parece darle años extras; bien decía la abuela de un médico, a quien obligó a rebajar de tanto repetirle un consejo algo jocoso: "Rafaelito, rebaje, porque nadie ha visto un viejito gordito"

El pago de las pensiones, parece que le ha inyectado ánimo a los pensionados, porque todos los días, las calles, y avenidas de las ciudades, donde cancelan ese derecho de los venezolanos, se han convertido en unas verdaderas mareas humanas. Las razones para ver tanta gente en la calle, son varias: el efectivo permite comprar sin pagar sobreprecio a través de los puntos; pero también se presentan los que ven esto, como un negocio; por algo dicen: "De todo hay en la viña del señor" no faltan los que viven apresurados por cobrar en dinero contante, y sonante para vendérselo a los inescrupulosos, avaros, los eternos comerciantes que poco les importa la suerte del país, para seguir alimentando la guerra económica a través de la frontera con Colombia.

A pesar de estas experiencias negativas en la gran familia de los pensionados, y jubilados, por el otro lado nos encontramos personas que asume su responsabilidad, como debe ser, y lejos de atentar contra la patria, agarran esos momentos un poco desagradable, como es pararse desde tempranas horas de la madrugada en las puertas de las entidades bancarias, para pasarla, como si estuviera en una verdadera fiesta, faltando poco para una partida de domino o cartas, experiencia vivida en el paro petrolero del 2002 por el noble pueblo venezolano.

El médico obstetra Gonzalo Martínez Angulo –ya fallecido– siempre cargaba en los labios una expresión, que sirve de motivación para cualquier ser humano entrado en años: ¡Toda edad tiene su encanto! Esto encierra una gran verdad, porque la vida es hermosa por donde se le mire, cuando la asumimos con humildad, y entendemos, algo que le escuché a un profesor hace varios años: "Las personas más sencillas, sufren menos". Sin embargo, no podemos negar: el dinero termina por darle un impulso a cualquier ser humano, haciendo la salvedad, que puedes comprar cualquier cosa, menos la felicidad, aun, cuando muchas personas la cargan a su lado, con el buen trato, que le dispensan a sus semejantes, apartando cualquier señal de odio; mal muy extendido en los opositores venezolanos.

La gran mayoría de las personas, que vemos a las puertas de las sedes bancarias, son personas humildes, casi resignadas a pasar sus últimos días de vida, encerrados en su hogar; muchos de ellos, ni siquiera oyen la voz de algún descendiente, alentándolos para seguir enfrentando los avatares de una situación, creada precisamente por el "Dios" de muchas personas, como es el dinero, a quienes solamente les importa la opulencia, y la vanidad, como si el mundo existiera, única, y exclusivamente para ellos.

La situación de los pensionados, en los últimos días se ha convertido en un tema sumamente polémico, al que quieren sacarle el mayor provecho posible, con la única finalidad de atacar al gobierno. Por eso, las veces que tengo la oportunidad de hablar con un amigo, quien aprendió a leer, y a escribir en el programa de alfabetización del proceso bolivariano, lo hago con la mayor satisfacción, porque siento que estoy aprendiendo; este compañero no deja de repetir: "Cuando los dólares servían para viajar, y parrandear, nadie protestaba, y criticaba al gobierno. ¡Chávez, era bueno!" A esta opinión de un humilde hombre del pueblo, le conseguimos explicación con el siguiente pensamiento de Mike Krzyzewski, entrenador de baloncesto de los Estados Unidos: "Todo el mundo quiere asumir la responsabilidad cuando se gana, pero cuando se pierde los dedos apuntan hacia otra parte"

Narciso Torrealba Narciso_t_29@hotmail.com



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Narciso Torrealba


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