Los conceptos "Independencia" y "Revolución" en Venezuela se encuentran en una permanente relación dialéctico-histórica que se ha expresado con profunda y fundamental importancia en los procesos histórico-políticos que se manifestaron durante todo el siglo XX con las correspondientes contradicciones en el diálogo referido al "Estado" junto con los paradigmas propios del sistema capitalista según sus expresiones "atípicos" para el "caso Venezuela".
Ese desarrollo en permanente contradicción se expresó en los diferentes gobiernos y sus íntimas cualidades tanto en el desarrollo de una política de Estado nacional como con los procesos económicos que irrumpieron en esos estadios gubernamentales por causa y efecto de la presencia del petróleo en la cotidianidad estatal, gubernamental, social e ideológica cuales, a su vez, se vieron impactados por el desarrollo de los partidos políticos de diferentes ideologías eurocéntricas como serían el partido cercano a una política socialista-reformista, aquellos adscritos a una ideología eclesial sustentada en la Encíclica "Rerum Novadum" y aquel partido político en su proceso de evolución lógica adscrito a dos tesis: el marxismo clásico y las tesis de la III Internacional en el marco de las influencias del pensar de Joseph "el padrecito" Stalin. Curiosamente, con referencia al pensamiento social-demócrata, liderado por Rómulo Betancourt, se fue desarrollando ese acercamiento al "reformismo socialista" en un evidente alejamiento del "grupo de México" y del "Buro del Caribe" (José Gregorio Linares dixit).
En ese orden, dando un salto histórico, nos permitimos proponer una reflexión referida a las diferencias que se presentaron entre el Estado del ejercicio del gobierno de Marcos Evangelista Pérez Jiménez y aquel Estado que comenzara con el advenimiento del gobierno de Rómulo Betancourt en el marco diferencial de la teoría política de la dictadura versus democracia representativa. Aquel Estado "romulista" entra en contradicción, por lógica evolución, del sistema estatal-capitalista venezolano como internacional-temporal con aquella propuesta de "reforma del Estado" cuando entran en crisis interna los partidos políticos del status quo de la democracia representativa cuales en el marco de esas contradicciones internas comienzan en una caída en forma evolutiva de desgaste a consecuencia de las propias contradicciones sistémico-capitalista-mundial y las contradicciones personalistas de sus líderes fundamentales.
Aquel proceso político-ideológico de la democracia representativa caminó por diferentes etapas que van incidiendo, profundamente, en la sociología venezolana trayendo al consciente una realidad histórica referida al "gendarme necesario" (Vallenilla Lanz). Dos hechos históricos marcan y profundizan esa matriz de opinión en el seno profundo de la sociedad venezolana cuales fueron el "27 de febrero" y el "4 de febrero" teniendo su ápice en "27 de noviembre". Aquellos sucesos históricos profundizaron la crisis del "Estado rentista" al mejor "estilo venezolano" como también a una variable poco mencionada como fuera el carácter de Dependencia de Caracas hacia Washington en factores reales de la Política y la Democracia que se transformaron en "contradicción profunda" en la siquis nacional. Es conocido que en diciembre de 1998, en elecciones libres, el triunfo se le adjudica a Hugo Rafael Chávez Frías.
¿En qué se diferencian los gobiernos de la denominada "4ta. República" en su expresión de "democracia representativa" conjuntamente con su Dependencia con los Estados Unidos de América?
Mientras que en los últimos años de la república en mención ejercida por los factores políticos que provenían del "Pacto de Puntofijo" se desglosó un interés, aparente, por la reforma de la Constitución y, en consecuencia, del Estado rentista, Chávez Frías irrumpe con el llamar a la celebración de una constituyente que produjo una nueva Constitución, la "Constitución de la buena fe".
Es decir, Chávez Frías atacó en el propio núcleo de la crisis estructural por la cual atravesaba la República venezolana sustentándose en la "nueva Constitución de la buena fe". El desarrollo político y de la Política que se expresó entre su juramentación como Presidente constitucional y el "Golpe de Estado del 11 de Abril" se caracterizó por un "juego de poderes" con la aprobación de leyes que iban a la profundización radical de la estructura del Estado chucuto venezolano, permitiendo que se desarrollara la "lucha de clases" en su máxima capacidad en el marco referente de las contradicciones inter-clases como de los intereses íntimos expresados en la Política de la última etapa de la "4ta. República" en sus dos etapas: el "golpe" y el "golpe petrolero".
Una vez superados ambos escenarios con el soporte de la "sociedad visibilizada", Hugo Chávez, quien aprendió de aquellas debilidades mostradas por su Gobierno, decidió profundizar en las estructuras jurídicas junto con una praxis social que afectaba, positivamente, a los intereses íntimos de la sociedad venezolana en sus estructuras populares como afectando a los intereses de sectores políticos que expresaban los intereses del capitalismo nacional e internacional tanto de los Estados Unidos de América como de países de la Comunidad Europea.
El proceso gubernamental post-golpe del "11 de Abril" y del "Paro Petrolero" es fundamental conocerlo para comprender el proceso estatal que se desarrolló bajo la conducción de Chávez Frías; es decir, aquel tiempo histórico fue no solo cambiando y sembrando cambios estructurales sino que se consolidó en confrontar los diferentes procesos de "destruir la Revolución" por diferentes medios en el marco fundamental de la "Guerra Política".
Es evidente que su liderazgo era columna vertebral sólida ante la cual se "tropezaban incansablemente" la oposición radical-capitalista y dependiente.
El tránsito de Hugo Rafael Chávez Frías al infinito fue, como bien lo ha expresado Nicolás Maduro Moros, un "golpe duro y dolor profundo". Ante aquella circunstancia, Maduro Moros asume las responsabilidades de Estado y Gobierno bajo una "supuesta matriz de opinión" impuesta sobre "su debilidad e incapacidad" para gobernar, decidir y ser capaz de seguir navegando en "las aguas tormentosas" que producía la contra-revolución nacional e internacional.
Es probable que la primera etapa de su Gobierno se haya manifestado con todo el furor posible de los golpistas quienes actuaron sobre esa matriz de opinión arriba en referencia necesaria. Esa primera etapa y los subsiguientes sucesos contra-revolucionarios llegaron a un cenit cuando Maduro Moros llama a solucionar las contradicciones a través de una "nueva Constituyente".
Las oposiciones, nacionales e internacionales, vista sus incapacidades políticas para contrarrestar los efectos de la "nueva Constituyente" han desarrollado, en nuestra opinión, la más brutal "Guerra Sicológica" no conocida en la Historia de los procesos revolucionarios. Es de demostración que esa guerra sicológica ya en mención ha sido perfectamente estudiada según el inconsciente que se desarrolló durante la "4ta. República" con el "mayamerismo"; es decir, no solo la escasez a través de la "Guerra Económica" como también ante una supuesta "desesperanza" que les ha permitido abrir el "canal de la esperanza" que se encontraba, ese Paraíso Perdido", allende nuestras fronteras en "naciones hermanas", Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Argentina y el asomado, Brasil.
Es evidente como demostrable, que la sicología de los "países receptores" de "venezolanos y venezolanas" desplazados por la "crisis humanitaria", en el marco de esa falsa matriz de opinión, tuvo y contiene una profunda contradicción sociológico-histórica que aún ni se ha estudiado o, quizás, no se desea expresar y exponer públicamente. Es decir, la Historia de la Independencia contiene en su seno algunas contradicciones sico-sociales que no se han desglosado para el análisis apropiado correspondiente. Es decir, el "ser humano" es un "ser social" latinoamericano con fuertes contradicciones en su propio ser. Es decir, el marco colonial en la geografía histórica venezolana es profundamente asimétrico a las expresiones político-eclesiales que se manifestaron en los "otros espacios geográficos" en mención.