"Y dejó Dios terminada en el día séptimo la obra que había hecho, y el día séptimo descansó de toda la obra que hiciera". Lo anterior es parte del Génesis de La Biblia referente a la creación. No soy creyente, pero releyendo estos versículos me da la impresión que Dios después del fin de semana introdujo el preaviso para tomar unas vacaciones y más nunca trabajó creyendo que todo marcharía a la perfección. A pesar de lo infalible de las lecturas sagradas y de Dios, creo que ciertas cosas hay que enmendar, tanto en el Viejo como en el Nuevo Testamento. La primera mentira, es que es un imposible crear algo tan imperfecto como es el hombre para vivir en un mundo, supuestamente perfecto, creado por Dios. Y la segunda mentira, es absurdo crear un universo tan complejo solo en siete días.
Si buscamos la historia de la humanidad nos damos cuenta que dioses han existido como arroz y nunca han resuelto nada. La mayoría de estos desaparecieron debido a que la pátina del tiempo, junto con los excrementos de las palomas deformó la imagen de aquellas deidades, las mismas que hoy adornan plazas y avenidas de muchas ciudades. Por siglos Atenea, Zeus, Brahama, Visnú, Hera, Aries, Ibis, Poseidón, Hércules, Apolo, Afrodita, Minerva, Marte, Vulcano, Ala, Yahveh…fueron y son los responsables, según el dogma, de lo que sucede en el planeta. Sin embargo, los feligreses necesitan a un ser supremo a quien adorar sin importar que este resuelva las dificultades. Han existido y existen tantos dioses y diosas como religiones y es sorprendente que a pesar de que millones y millones de seres veneran a su dios, el mundo sigue igual o peor. Intuyo que aquellas viejas divinidades y las modernas nunca han escuchado las rogativas de sus acólitos.
Los sacerdotes, monjes, pastores, profetas, rabinos, curas, lamas, papas, patriarcas…aseguran que su religión es la verdadera y la única fe que salvará a los habitantes del planeta. Además, que su dios es el soberano, o rey, tanto del cielo como en la tierra. Sin embargo, la cosa no marcha, ni en cielo por los aviones que lanzan bombas, ni en la tierra, por las guerras que nunca paran.
Los jerarcas de todas las religiones en sus discursos nunca falta la palabra paz, un derecho humano, en el entendido que si no hay paz es porque hay guerra. Y esta se hace con armas y cuando EEUU posee más de 800 bases militares en el planeta, tanto en el agua como en la tierra, es como difícil hablar de paz. Además, cuando la venta de armas es uno de los mejores negocios del mundo es una estupidez hablar de paz. Por eso pienso que tanto el Dios judío-cristiano como los otros están de vacaciones, dado que no escuchan ni a los jerarcas y mucho menos a la feligresía.
Entiendo que los reyes y los soberanos están para resolver dificultades y La Biblia se refiere a un Dios que es el rey de los cielos y de la tierra. En este caso, si este dios no ejerce y no tiene influencia sobre los mandatarios entonces ¿para qué carajo sirven los dioses? Repito, serán que están de vacaciones o en el peor de los casos, están arrechos con la humanidad y se retiraron del oficio.
Si en el universo no sucede nada donde no esté metida la mano de uno de los tantos dioses ¿por qué no le ha puesto correctivo a la cantidad de desmanes que se comenten en el planeta? Me pregunto ¿qué sentido tiene haber creado a un ser imperfecto para que este destruya su obra? Son algunos seres humanos, quienes por su ambición de riqueza y en su afán depredador están acabando con los bosques, contaminando las aguas de los mares y los ríos, responsables del calentamiento global e infectando el aire de la atmosfera con el smog emanado de las chimeneas de las fábricas.
Dios está de vacaciones, pero por los momentos tiene un sustituto, el dios Donald. Esta nueva deidad, por su omnipresencia, dado que está presente en el aire con sus aviones y cohetes, en el mar con sus portaviones y en la tierra con sus bases militares y por si omnipotencia que ordena invasiones, embargos económicos y financieros, desestabilizaciones políticas, eliminación de sus enemigos políticos, sanciones de todos tipo, es capaz de acabar con la vida del prójimo, al igual a como lo hace Dios en momentos de iracundia con los terremotos, tsunami, huracanes y volcanes.
Dios está de vacaciones y lo peor de todo es que está dormido, a pesar de estar en todas partes no ve y no escucha lo que sucede a su alrededor. O será que tiene los ojos vendados y no puede observar los muertos de Irak, Libia, Siria, Yemen y los difuntos por las hambrunas en diversas partes de planeta. Tampoco atisba desde su altozano la cantidad de fallecidos en el mar Mediterráneo, hombres, mujeres y niños que huyen de la guerra, abandonando su país destruido por las bombas. Son los proyectiles lanzados por las naciones, muy cristianas, que pretenden robarse todos los recursos del paneta. Tampoco escucha los estampidos de los explosivos lanzados contra pueblos indefensos y los estallidos de los ataque terroristas, con la anuencia de aquel dios interino ubicado en el norte de América.
Dios está de vacaciones y parece alcahuetear a los agresiones sexuales de los curas, obispos, arzobispos y pastores pedófilos, quienes tiene años mancillando la honra de miles de niños que estudian en los colegios religiosos y seminarios de Europa, Asia y América. Todo esto ante la pasividad de las autoridades civiles quienes están obligados proceder sobre una acción, que más allá de un pecado es un delito.
Dios está de vacaciones y ve con indiferencia la actuación de los jerarcas de la iglesia quienes dejaron atrás las prácticas del cristianismo primitivo y actualmente se olvidaron de los pobres para convertirse en los adulantes y aliados de las grandes oligarquías y de los capitalistas. Así vemos que la numerosas religiones, entre ellas la católica, se convirtieron en emporios financieros, poseedores de bancos, con acciones en diversas empresas que obtienen usufructos explotando a los trabajadores y menoscabando los recursos naturales de países del llamado "tercer mundo". Me da la impresión que este Dios no observa el lujo con el cual viven ciertos prelados de la iglesia viajando en costosas limusinas, viviendo en palacetes y disfrutando de la buena comida y bebida que los pobres nunca imaginan que existe.
Siguiendo la experiencia de los anteriores dioses, el dios interino Donald parece estar dormido y no ve la violación de los derechos humanos de los expatriados centroamericanos, tampoco otea desde su atalaya a los niños presos en una jaula. La ceguera de este dios provisional es tal, que no atisba a los aviones que salen cargado de drogas del territorio neogranadino, a pesar de más de siete bases militares made in USA estacionadas en ese territorio. Tampoco avizora la bola de billetes verdes que salen de los bancos estadounidenses para para pagar la droga proveniente de Colombia y tampoco, los dólares que entran al sistema financiero de EEUU producto del lavado de dólares y de la venta de drogas. Algo extraño es que se este nuevo dios se despierta somnoliento para ver la "crisis humanitarias de Venezuela", "la droga que se comercializa en Venezuela" un país donde no se produce droga y "la violación de los derechos humanos de Venezuela". Me parece, que este es un dios mentiroso, bufón y bocón.
Creo que es tiempo de reflexión y ver objetivamente lo que está pasando en el mundo con respecto a la jerarquía eclesiástica, la cual permanece ciega, sorda y muda ante las cantidades de dificultades por la que están pasando su propia feligresía. No se puede tapar el sol con un dedo y obviar los casos de pedofilia, las injerencias de EEUU y la UE en los asuntos de otros países, la riqueza de la iglesia, la pobreza, el hambre y la amenaza del fin de estancia de hombre el planeta.
Por lo anterior me obligo a recurrir a las palabras sabias de Simón quien afirmó en el año 1823 en una carta a José Rafael Arboleda lo siguiente: "La religión ha perdido mucho de su imperio, y quizás no lo recobrará en mucho tiempo, porque las costumbres están en oposición con la doctrinas sagradas. De suerte, que si un nuevo sistema de penas y castigos, de culpas y delitos, no se establece en la sociedad para mejorar nuestra moral, probablemente marcharemos al galope hacia la destrucción universal". Lee que algo queda.