¿Podrá el Chavismo de izquierda unificarse en vanguardia y dejar de ser base social de otros y transformarse en una fuerza social para sí?. El destino del país sigue precipitándose hacia un estado de ruina irreversible. Mientras tanto la unidad del gobierno luce agrietada por el enfrentamiento de aspiraciones que hacen mutis. na consistente cadena de evidencias demuestran lo comprometido que está el futuro de la nación.
La paciencia popular empieza a agotarse y las protestas de todo signo comienzan a brotar con mayor frecuencia e intensidad, lo que indica claramente que la tarea estratégica hoy, de quien se considere militante revolucionario socialista, no es otra sino reanimar,e integrar en un sólo movimiento ese sentimiento enraizado en el imaginario popular; como lo es el chavismo de izquierda (por ahora soñoliento en su casa),en un bloque de poder que acelere el encuentro de una solución y ponga fin así, a la desintegración de la nación. Liberándonos, además, de seguir siendo peones en el juego de ajedrez entre las transnacionales por el reparto de los mercados mundiales.
Escoger luego, en elecciones, un nuevo gobierno de independencia y liberación nacional y social, que administre la ejecución de un plan de reconstrucción del país, que surja de un debate democrático y profundo con todos los sectores de la sociedad venezolana.
Es pertinente destacar que cuando hablamos aquí de Chavismo de izquierda nos referimos a esa inmensa mayoría de la población que cree en la necesidad y urgencia de la edificación del socialismo. Pero qué se diferencia radicalmente de la clase política que está en el gobierno ya que esta última a pesar de tener su origen en el mismo tronco desarrolló tales gustos y preferencias por el capitalismo que terminó abandonando el camino del socialismo, y en ese sentido, su lealtad a Chávez socialista .
De manera que,todo el esfuerzo que haga el Chavismo de izquierda debe desembocar en la retoma del camino revolucionario hacia una democracia socialista. Se necesita para lograrlo una instancia política común que sume esfuerzos, y ayude a superar la histórica tendencia de dispersión y atomización en las organizaciones populares, creando espacios de encuentro para quienes saben que luchan contra un enemigo común; debe ser un movimiento que articule,en torno al plan todas las luchas antisistémicas que hoy emergen en la sociedad venezolana.
El chavismo de izquierda está obligado a desmarcarse ética y por principios revolucionarios de todo lo que signifique el gobierno derechista, abandonando cualquier sentimiento de culpa ajena. El chavismo de izquierda no tiene ninguna razón que lo obligue a seguir justificándose al gobierno todos sus desvaríos y gustos por el capitalismo. No debe seguir arrastrando con el lastre de la traición a la Revolución Bolivariana.
El chavismo de izquierda debe dedicar todas sus energías a la convocatoria por unificar voluntades en el campo social revolucionario venezolano y en desmantelar el sistema capitalista rentista izando la propuesta de una agenda alternativa de ecodesarrollo nacional, y con una visión continental, para superar el saqueo de la República e iniciar la construcción de un nuevo sistema democrático y socialista.
Si el chavismo de izquierda logra en los meses venideros reaccionar y unificar toda su fuerza social y política,sin ninguna duda que se conmocionó el panorama político y comenzará a redactar una historia más feliz para el pueblo venezolano.
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