Cada día aparece una noticia más terrible que la anterior, sabemos que estamos en una situación muy difícil, la soportamos, no emigramos, no desfallecemos, seguimos luchando. Pero la actitud del gobierno aterra. Nos preguntamos de dónde salieron estos gobernantes, para dónde vamos con esta conducción. La respuesta no puede ser otra, vamos hacia el apocalipsis, en dirección a un nuevo holocausto. No hay dudas, dos noticias nos ilustran la irresponsabilidad, la grosería, lo sumamente peligroso de esta dirección. Veamos.
La primera noticia la protagoniza el propio presidente, leamos un párrafo de la noticia:
"Tenemos que pasar unas navidades felices bailar, compartir, ya tenemos casi listo el pernil para repartirlo a los seis millones de familias de los Clap, ya están listos los juguetes para los niños de Venezuela, los planes para la hallaca del pueblo para que todo el mundo tenga acceso a productos de calidad y baratos y muchos otros planes", expresó Maduro en el Segundo Congreso Venezolano de Mujeres.
Esta declaración nos recuerda aquella cuando comenzaba la actual crisis y el presidente, en lugar de prepararse para las dificultades y preparar a la población, afinar la organización, alertar al PSUV, salió con la irresponsabilidad de decir que no pasaría nada, que todo estaba garantizado, que "Dios proveerá". Ahora repite la misma actitud: felices, bailar, habrá pernil, hallaca (recuerdan a la ministra que prometió millones de hallacas). Corre la arruga, intenta una vez más engañar, mira para otro lado.
Contrasta con esta declaración, las afirmaciones, o mejor la angustia del ministro de finanzas. Leamos algunos párrafos de la noticia.
"La política cambiaría sigue siendo un desafío. Quizás lo demás depende en gran medida de políticas internas; emisión de dinero respaldado, no inorgánico; producción depende de nosotros; el gasto fiscal depende de nosotros; la política tributaria depende de nosotros; lo que pareciese que es independiente a la posibilidad del control estatal o gubernamental es la política cambiaría", expresó durante una reunión con economistas chinos.
En este sentido se preguntó cuáles deben ser las medidas para alcanzar un equilibrio en la política cambiaría.
"Quisiéramos volver a insistir: ¿cuáles serían las medidas específicas para lograr un equilibrio en la política cambiaría? ¿Qué más hacer? Porque las divisas las estamos entregando directamente al sector económico productivo; además tenemos un mecanismo de subasta que, todas aquellas empresas que no son beneficiadas por la venta directa de divisas del Estado puedan también adquirirlas por otro mecanismo, el Dicom..."
La inflación, la política cambiaria, la baja producción de PDVSA, que cambia de directiva como cambiar de corbata el gobierno, todo se le viene encima al gobierno. Y el ministro de economía, en un arranque de sinceridad y de ignorancia de la economía, frente a sus prestamistas chinos, confiesa que no saben qué hacer. Esto mientras el presidente invita a bailar y promete, lo que todos sabemos que no va a cumplir. A alguien le echarán la culpa de los perniles, algún pendejo pagará el plato sin hallaca.
Por este camino vamos al apocalipsis, quién lo puede dudar. Está demostrado, además de otras características, que este gobierno es incapaz, muy incapaz, inepto. Aquí no hay otra salida, el gobierno debe renunciar y hacerlo ayer.