"No discutamos la opinión de nadie.
Pensemos que,
si quisiéramos quitarle de la cabeza
a alguien todos los absurdos en que cree,
podríamos alcanzar la edad de Matusalén sin haber acabado".
Arthur Schopenhauer
No creo, que haya en la faz de la tierra, un gobernante más atacado, y vilipendiado, como han hecho con Nicolás Maduro Moros. Desde el mismo momento de haber sido señalado por el Comandante Chávez, como el hombre capaz para conducir al país, frente a las grandes dificultades impuestas, directas, e indirectamente por el gobierno de los Estados Unidos; pasando por la incesante voracidad de los opositores criollos, por recuperar el poder perdido, hasta llegar a una camada de contrarios, el cual han salido del mismo gobierno; la mayoría con las alforjas llenas, y además culpables de la grave crisis en la cual nos encontramos envueltos, pero no se detienen en su afán de aprovechar el momento, propio de los oportunistas, para presentarse con su cara de angelitos.
En todo esto, lo medios de comunicación–redes sociales; impresos, y televisivos– juegan un papel primordial para llegar con tanto poder de penetración, creando de una simple noticia, un escándalo muy bien preparado, que solamente calla otro, cuando aparece una información, con el mismo veneno, pero con distinto envoltorio, bajo la atenta dirección de los laboratorios mediáticos del imperialismo, para crear las condiciones para ejecutar todos sus planes, como hicieron con IRAK, al crear una matriz de opinión para la invasión, que el tiempo se ha encargado de desmentir toda la falsedad de los matones del pentágono
Los casos en América Latina son bastantes, cuando de manera muy planificada, cambiaron la imagen de personajes de la política de América Latina, como sucedió con el extinto Carlos Andrés Pérez, quien de un verdadero jefe de matones, lo convirtieron prácticamente en un modelo de exhibición, para presentarlo en las elecciones de 1974, del cual salió airoso. Ahora aparece un caso nunca visto, por demás preocupante: la presentación, y elección en Brasil, de Jair Bolsonaro, de quien un diario español, hizo una publicación con la siguiente referencia: ¡LAS DIEZ FRASES MÁS SALVAJES DE JAIR BOLSONARO! Entre esos pensamientos por demás inhumanos, se encuentran odio a las mujeres–a pesar de tres matrimonios–; desprecios a los homosexuales, y un racismo por demás cavernícola, comparable a millonarios estadounidenses, ejemplo: "No corro el riesgo de que uno de mis hijos se enamore de una mujer negra porque fueron muy bien educados".
En el caso de Nicolás Maduro, los enemigos han tenido que hacer varios viajes–a USA– a renovar el libreto, porque cada momento se les agota; han pretendido presentarlo, como un blanco fijo, para que todo el mundo le dispare, sin pensar, que en medio de algunas verdades, siempre guarda alguna relación con los atacantes. Con toda razón, una señora, con muchos años encima, siempre repite para que la escuchen: ¡Ni Maduro, ha acabado con todo esto; ni los enfermos opositores se pueden lavar las manos después de echar tanta vaina para tumbar al gobierno! Para sacar la verdad en medio de la realidad que vivimos; solamente podemos comparar entre estos tres personajes de nuestra América: Bolsonaro, Carlos Andrés Pérez, y el valiente Nicolás Maduro, quien se resiste a todas las tempestades lanzadas por los enemigos del proceso bolivariano.