En política siempre se encuentran rebaños. Unos son clientelares, son los más: van a las marchas, votan entubados, son los llamados bozal de arepas; los partidos los alimentan, les sirven para guardar las apariencias. Existen los rebaños fanáticos, generalmente son menos numerosos pero más violentos, son grupos de choque. Hay los ingenuos, engañados, manipulados, aquellos que decía el Libertador "han abusado de vuestra credulidad".
Ahora en Venezuela apareció un rebaño muy peligroso, es la asamblea constituyente. Siempre hemos sospechado que algo iba mal en ese amasijo donde todo se aprueba por unanimidad. Son cerca de quinientos miembros, allí no hay discrepancias, sólo un silencio de cementerio, y alguno que otro pantallero, que lejos del salón de reuniones ensaya unas declaraciones insípidas para retractarse rápidamente. Difícil creer en tanta coincidencia. Se trata de un poder por encima de los otros poderes, elegido por la masa, ese que llaman los ingenuos, poder constituyente en contraste con el poder constituido. La realidad parece desmentir ese pensamiento.
La sospecha se aclara con las declaraciones del Comandante Julio Escalona, leamos un segmento de la noticia:
"Caracas 07 de noviembre de 2018. El profesor y constituyente Julio Escalona, ofreció una entrevista al portal El Pitazo, donde entre otras cosas, defendió al Gobierno de Nicolás Maduro, pero cuestionó la forma de debate en la Asamblea Nacional Constituyente.
"El problema que debemos resolver es tener un debate más abierto. Como ustedes han visto, nadie pide la palabra en las sesiones. La gente se ha preguntado por qué nadie pide la palabra. Bueno, es que está prohibido. Esa es una batalla que estamos librando y queremos que se resuelva. Los constituyentes hemos demostrado que tenemos la suficiente madurez para opinar sobre cualquier tema".
Ahora bien, si este poder con tanta fuerza, que está por encima de todos los demás poderes, está castrado de esa manera que nos aclara Escalona, cabe preguntar: ¿quién, cómo se aprueban las resoluciones, que son sometidas a la unanimidad amarrada, segura de la constituyente, o mejor del rebaño? Y cabe preguntar ¿quién, cómo, se cuestionará, se discutirá la Constitución que redacta escarrá, este saltatalanquera que ahora dice que maduro es un genio? Es una situación peligrosa, no hay contrapeso, no hay control, los rasputin, los lópez rega, los jorgitos están a sus anchas, saben que un pequeño masaje al ego y todo se aprueba, y la constituyente asienta con obediencia.
Nadie dice nada, los rebeldes de ayer no atinan sino a un pedido de clemencia, frente a lo que es la dictadura de la locura y la mediocridad. Quien ose hablar es calificado como traidor a la Patria, le aplican el fusilamiento judicial, le aplican la ley a la medida, la sentencia a la carta, el asedio policial. Ya el grupito supraconstituyente acomodó todas las apariencias para blindarse en el poder, el rebaño no es sólo la constituyente, también incorpora a los otros poderes.
Alguien, algo, debe actuar y salvar la Patria.