¿Se encuentra en crisis la revolución bolivariana?

Si señor! Se encuentra en una muy profunda crisis de toda lógica en el marco del proceso revolucionario venezolano. Es decir, en el marco dialéctico-evolutivo-perfectible del propio proceso, en nuestra modesta consideración, la Revolución Bolivariana ha alcanzado el cenit de la última etapa correspondiente de "cambios profundos" tanto en lo estructural como en lo referente a la super-estructura como lo podemos conocer tanto en la crisis de la Economía en su transversalidad como en el marco de lo constitucional cuando aún no se conoce el proyecto de "reforma en crecimiento revolucionario" que se encuentra en sus discusiones parlamentarias en las Comisiones correspondientes de la Asamblea Nacional Constituyente, Asamblea que votamos todos los revolucionarios y revolucionarias.

Era y es de toda lógica que el Presidente Maduro Moros tenía que "toparse" con la presente y profunda crisis estructural-sistémica cuando aún no se ha definido la correspondiente relación entre el proceso actual revolucionario y los tiempos en revolución. Es decir, aquella angustia con la cual nos tropezamos en aquella década de los años 70, angustia que asumían los revolucionarios en sus siquis, revolucionarios de los años 50 y 60 del siglo próximo pasado, angustia natural y lógica de quizás no poder conocer en vida el necesario e histórico proceso en revolución permanente venezolano, disertación alcanzada por sus propios conocimientos del marxismo, nos las estamos encontrando en los presentes tiempos históricos cuando no objetivamos las realidades objetivas internas en curso en Venezuela y las realidades allende a sus espacios geográfico-históricos por, así lo consideramos, debilidades conceptuales.

Es decir, la presente y muy grave crisis de conocer en su profundidad conceptual el actual proceso en curso revolucionario, se debería asumir en dos sub-conjuntos cuales en su relación dialéctica están profundamente relacionados e inter-conjugados, inevitablemente.

Es decir, nos referimos a las realidades objetivas internas en toda su globalidad estructural como Estado-nación como las relaciones de ese, nuestro Estado-nación, con el ambiente externo, hostil, evidentemente, por las propias, lógicas y, podríamos expresar, natural-estructurales en el marco del propio sistema capitalista actual, en el marco de su crisis del Capital, en considerando que esas realidades nos impactan no solo en las nuestras y propias realidades interno-nacionales como en las responsabilidades propias como históricas ante ese universo internacional, según y en tomando en nota a ese "tablero de ajedrez".

En ese orden de ideas, nos comentaba un camarita que estaban presentes en Venezuela, comentario en seria profundidad, las profundas diferencias entre los tiempos del Capitalismo en curso versus los tiempos de la Revolución Bolivariana. Es decir, se está presentando una muy seria e importante asimetría entre lo significado del proceso revolucionario venezolano en su intensidad procesal en cambios profundos hacia un modelo socio-económico e ideológico propio-histórico cual se "tropieza" con las realidades objetivas en las cuales se encuentra actualmente lo sistémico-capitalista en su realidad de reingeniería profunda.

Es decir, para precisarlo para así poder evitar "confusiones filosóficas" en lo referente al diálogo histórico en permanente discusión dialéctica entre el concepto "revolución" y el concepto "reformismo".

En nuestra modesta consideración en acordanza con el camarita de larga data revolucionaria, arriba en referencia, la temporalidad geopolítica actual en la que está inmerso el Capitalismo mundial en sus diferentes expresiones y locaciones geográficas, en las propias realidades tecnológicas y sus afectaciones socio-económicas globales, se encuentra, dialécticamente, en contraposición profunda y temporal con la correspondiente temporalidad geopolítica en el cual se encuentra inmersa, actualmente, la Revolución Bolivariana.

Es decir, esa asimetría real, por ser objetiva, es decir, a título de referencia conceptual, el bloqueo financiero en el cual se encuentra, actualmente, el proceso revolucionario venezolano demuestra como nos enseñan las propias debilidades estructurales que se expresan en esa temporalidad geopolítica criolla la cual debería obligar a los correspondientes responsables a realizar diseños geo-estratégicos revolucionarios al mejor estilo de Macchiavello.

La dialéctica interna del proceso revolucionario venezolano en curso es no solo importante en el marco de la teoría revolucionaria a pesar que aún no se ha visto un proceso académico que permita alcanzar la necesaria abstracción conceptual que nos lleve a poder "crear" una teoría propia-criolla ajena a las importantes influencias que afectan las mentalidades nacionales, influencias producto de los procesos históricos pretéritos cuales, en el Centro Nacional de Historia, se la ha denominado como respuesta: "Historia Insurgente".

Es decir, debemos asumir las propias, las nuestras, ventajas y desventajas conceptuales a las cuales nos acercamos para así poder tratar de imponer una teología revolucionaria que permita, en el propio marco de nuestras realidades históricas, al menos, alejarnos de esa alienación pretérita en referencia más arriba cual significa, en si mismo conceptual, el "eurocentrismo-ideológico-global-americano" cuyos conductores tratan de mantenerlo desde los "viejos imperios" sobre nuestras realidades venezolanas como también en lo continental americano.

En ese marco referente, se debe y es necesario marcar las diferencias entre ese eurocentrismo comunitario-europeo y lo conceptual-actual que viene proponiendo e imponiendo por el Presidente estadounidense, Donald Trump, en el marco de revivir las bases fundamentales fundacionales de su Estado-nación, bases fundamentales que se contienen en la "Declaración Unánime de las Treces Estados Unidos de América" en el marco del actual proceso de reingeniería profunda que se viene imponiendo, globalmente, desde el diálogo internacional del Departamento del Tesoro de los EEUU de América conjuntamente con el Departamento de Estado y el Departamento de Defensa norteamericanos.

Es decir, nos referimos al proceso de la imposición de sanciones y amenazas no solo a "socios y aliados" como también a Rusia y China sin olvidar a Cuba y Venezuela, en el marco de esa reestructuración del imperio norteamericano, en una interesante referencia a reimponer las tesis del imperialismo colonial del siglo XIX.

Es interesante como Cuba ha logrado "vadear parcialmente" el "bloqueo" ante lo comunitario-europeo sobre las bases de las reformas económicas y la discusión pública del proceso de reforma de la nueva Constitución que han producido una reacción inmediata del imperio norteamericano profundizando el histórico e indignante bloqueo sobre la Isla para así poder expresar con énfasis aquella famosa frase de "América para los americanos", es decir, la "Doctrina Monroe", en su nueva versión en el marco de la crisis del Capital.

En ese orden de ideas, es evidente y de fácil demostración que Venezuela se encuentra inmersa en un bloqueo no solo económico como también confrontada con una "guerra ideológica" que nos consideramos de "brutal", guerra ideológica donde Venezuela está sometida a una inmensa presión sicológica que aún no ha tenido efectos sobre la conciencia revolucionaria del pueblo revolucionario pero los tiempos geopolíticos nacionales podrían ocasionar y tener un impacto grave en esa sociología interno-criolla.

Tiempos de decisiones, tiempos de transformaciones.

UNIDAD, LUCHA, BATAL, VICTORIA.

 



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Miguel Ángel Del Pozo


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