Si le echamos manos a la jerga beibolística, diríamos (y hago uso de un dibujito con flecha y todo) que estamos como en un encuentro entre el Caracas y Magallanes, que como ustedes deben de entender; Caracas es el mejor equipo de beisbol en Venezuela y Magallanes es el segundo. No me vayan a tirarme tierrita, los demás son buenos, pero estos son lo que le dan mejores dividendos a sus dueños con el concurso de los fanáticos. Son los mejores, porque producen más platica y con dólares baratos y dados por el gobierno.
Estamos como viendo un partido Caracas/Magallanes y los fanáticos aplaudimos. Vemos y aplaudimos como fanáticos y ahí esta el asunto. Debemos tener nuestro equipo (partido político) y PARTICIPAR como actor o actores. Participamos como fanáticos y ahí está el otro asunto delicado. Participamos como fanáticos en un encuentro (léase conflicto) que no es un partido de beisbol.
Los que me siguen, ya tienen en su disco duro que en una anterior artículo trabajé los jugueticos de Maduro/PSUV[i]. El "nuevo" Frente Amplio tiene también su jugueticos y muchos o casi todos disfrutan estos jugueticos como fanáticos. Como relaté con los jugueticos de Maduro/PSUV; el Frente Amplio también tiene los recursos (y bastante) para que veamos estos jugueticos por los medios de comunicación y se nos presenten como normales y muy naturales.
Un gran juguetico del Frente Amplio (FA) son los bachaqueros. En este juguete, como sucede con el beisbol, el manager toma refuerzos del otro equipo o a este juego se incorporan jugadores que su perfil político es aparentemente del otro equipo. Es un refuerzo y lo vemos o hemos visto con la venta y compra de productos CLAP. El daño es el mismo, pero favorece que el FA maneje su juguetico adecuadamente. Los fanáticos de uno y otro equipo sufrimos y no paramos de sufrir con este juguetico. Esta es un juguetico inteligente que bien le cabe el calificativo de bomba mata gente y mata votos.
El Gobierno/PSUV saca relevos para sacar del juego a este ingenioso juguetico de la derecha (FA, MUD, Polar, VP, Vente) y "acuerda" con gente del otro equipo lista de precios, que después no sirven para nada y nos aumenta el sufrimiento y las angustias. La Lista de precios, es muy en el fondo un juguetico de Maduro y el PSUV que no identifiqué en el anterior artículo.
El otro gran juguetico de la derecha, que es como un jugador importado, son las sanciones. El equipo de la derecha en Venezuela solicita los importados y el equipo de los yanquis le garantiza esos importados. Julio Borges es como el scout estrella en estas solicitud de importados. Los fanáticos del FA aplauden por cada importado que llega porque piensan, que así el noveno inning está cerca. Mientras llega ese noveno inning; Julio Borges está bien apoltronado en Bogotá en una lujosa mansión y los fanáticos aquí aplaudiendo y sufriendo.
El tercer jueguito del FA es una cajita con soldaditos salvadores, buena gente, solidarios, humanitarios y panitas que están dispuestos a ser todo por nosotros. Estos soldaditos tienen sus respectivos padrinos (Macri, Bolsonaro, Duque) y cuando se instalen, después de unos diez años de matazón entre los fanáticos de los dos equipos, los padrinos con el dueño del equipo que colocaría una Junta Patriótica, se puede repartir la cochina.
La Junta patriótica no es un invento relativamente nuevo (1958) pero según Toby Valderrama, es una buena idea porque está asociado (¿clasitamente?) a nuestra partida de nacimiento como nación. Era imposible que un negro Primero pudiera estar en esa primera Junta Patriótica. No estuvo en la segunda y soy boba sí creo que estará en una tercera Junta Patriótica.
La idea creo yo, es participar como actores en los equipos y no como fanáticos. Reclamar, exigir y participar en las decisiones. Aplaudir no resuelve nada.
REFERENCIA