¿Qué es la derecha?
Acumulación de capital, represión, guerra global, aristocracia, valores conservadores, imposición del orden constituido, explotación del trabajo, demagogia política, manipulación masiva de deseos, rabias y resentimientos colectivos, patriarcado y racismo, la vida como espectáculo, el mundo dominado por las trascendencias, sometimiento y alienación generalizada.
¿Qué es la izquierda?
Justicia e igualitarismo, subversión de ordenes y valores, construcción de una sociedad libre y solidaria, internacionalización de las luchas, batalla contra el capitalismo, transparencia en la relaciones humanas, constancia en la lucha, resistencia a cualquier forma opresión, inmanencia y materialidad del mundo, liberación generalizada.
¿Faltan más definiciones, puntualizaciones, aclaratorias?. Sin duda, pero este no es el tema por ahora. Más bien queremos hacer una corta reflexión sobre lo que viene pasando con la actual campaña electoral y su relación con esta división universal del quehacer político. Veámosla en su desempeño oficial tanto desde el campo “azul” como del campo “rojo”, y luego veámosla desde se desempeño invisible, multitudinario y popular.
¿Qué pasa en los campos “azul” y “rojo”, “escuálido” y “chavista”, Comando Rosales y Comando Miranda?. Con candidatos distintos que muy bien conocemos, uno y otro constituyen opciones de vida y de destino colectivo, radicalmente distintas. Si se quiere uno y otro en lo que ellos simbolizan y expresan son un fiel retrato de los que hoy en día supone la “opción de derecha” y la “opción de izquierda” como programa, como símbolos sociales y como candidatos a gobernantes. El primero –Rosales- como candidato “de la derecha” ha hecho una gigantesca campaña de derecha coherente y consistente: manipulación mediática, pocas palabras, todo espectáculo, dinero hasta vomitar, promesas de paraísos: “tarjeta “mi negra” para todos, marchas vacías de todo contenido y piel convertidas en desde la televisión en multitudinarias, victimización de su figura, amenaza de “Plan B” etc,etc. El problema viene con el segundo. Siendo un candidato de izquierda y una referencia mundial de la resistencia de los pueblos, la campaña que le han preparado sus gerentes políticos es estrictamente de derecha, no en las palabras, actos, cantos, del candidato que siguen siendo lo que son, sino en su lógica, en su dinámica y –por deducción nuestra- sus oscuros objetivos.
Chávez es un candidato que por allá en el año 2004, en tiempos de referéndum, hizo una preciosa campaña llenando no solo calles y avenidas de concentraciones multitudinarias reales, sino el mismo imaginario colectivo con aquella maravillosa metáfora de la “Campaña de Santa Inés” y la controversia coplera de Florentino y el Diablo. Además, una campaña interna de incitación a la organización de base que a través de UBE’s arrojó una majestuosa y millonaria organización horizontal entre sectores de base desde el mas y la mas común de l@s venezolan@s y residentes en este país. Una maravillosa experiencia que hizo crecer a un pueblo, en conciencia, lenguaje, organización, seguridad, alegría, e incluso, lo llenó de fortalezas para un futuro que desde entonces empieza a avizorarse como socialista. Seis meses después esa organización fue destrozada por la partidocracia, aterrorizados por su potencia, dinámica democrática y movilizadora, no habiendo para ese entonces una vanguardia colectiva, asociativa y de todos que tenga la fuerza para evitar esta catástrofe política. El Comando Miranda reitera esta línea a principios de este año diciéndonos a todos que ni soñemos con reactivar las UBE, queriendo hacer de esta campaña SU campaña.
En definitiva, estamos delante de una evidencia reclara de que la “gerencia política” de este proceso, las principales nomenclaturas políticas, la aristocracia representativa que se viene creando, desde agosto del 2004 no han hecho otra cosa que intentar capturar el proceso rebelde y aplastarlo, incluida la figura del presidente de la república. La campaña roja oficial deliberadamente ha sido una campaña desmovilizadora, distante, fría, mediática, de puro espectáculo, cogollérica. Se habló, o el propio Chávez habló al inicio de la formación de patrullas y batallones o algo parecido, acercándose a la linda memoria de las UBE’s, por mas rígida y militarizadas que sean estas figuras. ¿Digan a estas alturas dónde hay una?. Nada que suponga la posibilidad del libre flujo de masas, la autodeterminación social de la revolución, el encuentro entre iguales, el protagonismo y el poderío colectivo. Nada esto será admitido por esta elite arrogante. El signo distintivo de la participación será aceptado solo en la medida en que el control burocrático de la misma sea total. Esa es su tesis básica y esta campaña ha sido una prueba perfecta.
No queremos deambular en hipótesis y especulaciones de lo que hay de más oscuro en esto. Pero algo, más allá de los controles y los dominios, o a partir de ellos, parece asomarse. Esta campaña también “de derecha” conducida por el Comando Miranda, tiene como objetivo desde el punto de vista estrictamente revolucionario, quitarle toda posibilidad de fuerza y beligerancia a las fuerzas obrero-campesino-populares-multitudes autoorganizadas en los tiempos que se avecinan. Y en términos más chiquitos promover la abstención popular y de esta manera estrechar la distancia final con Rosales, no para que pierda Chávez, sino para obligar a negociar este proceso transformador en la medida de los intereses políticos y económicos de estas elites roja-rojitas…es una hipótesis nada mas, que por las evidencias muy pelada no debe estar.
Pero aparte del derechismo incrustado en los comandos azules y rojos, ¿será que se está desarrollando alguna campaña de izquierda?. Desde la incertidumbre y la decepción, desde las dificultades y las dudas, pero eso si, desde una voluntad que crece y se cualifica, evidentemente que desde hace más de un mes la sinergia colectiva de una manera autónoma ha empezado a ofrecerse a sí misma una alternativa radicalmente distinta y de izquierda a la derechizada campaña del Comando Miranda. El amor, más allá de toda propaganda, que le tienen millones a la figura emblemática de Chávez, toma cause y empieza desde el subterráneo social a generar proceso propio. Encuentros para pequeñas movilizaciones locales, actos, reuniones y planificaciones concretas, sin pararle a ningún comando, desarrolla su fragua. Mucho más cuando se evidencia el “Plan B” que seguro se da. Esta gente, con el nivel de control que tienen del CNE y la CANTV, sus polos de influencia en la Fuerza Armada y policías, elm paramilitarismo que ha penetrado, la movilización escuálida y el inmenso monopolio mediático con que cuentan, van desde estos días en adelante a poner en práctica dicho plan conspirativo y muy probablemente sangriento. Su plan, con pocas o ninguna posibilidad de salir victorioso internamente, seguramente cerrará su primer ciclo con la no aceptación por parte de los EEUU de los resultados electorales con la evidencia lógica de la ruptura de relaciones diplomáticas con Venezuela y toda la triste historia que viene a continuación.
Estos fascistas no están dispuestos a negociar con nadie, ni siquiera con sus congéneres rojos. Las UBE’s o más allá, las unidades de autoorganización para la batalla que se avecina empiezan a concretarse y convertirse en una multiplicación de redes preelectorales y de contingencia propias para enfrentar los acontecimientos que vienen. La verdadera izquierda renace desde el piso de los millones de enamorados del sueño revolucionario y su disposición de lucha, cualquiera que sea el nivel exquisitez intelectual, política y organizativa con que cuenten. La batalla desde los valores de izquierda va y todos sabemos que no se acaba el 3 de Diciembre. Empezará para entonces un triple combate contra el imperio, contra el capital y el aparato burocrático que sin duda va a ser histórica.
Una movilización para el 20 de Noviembre de muchos sectores populares de Caracas y el interior seguramente va a ser una de las campanadas que le de inicio a esta batalla histórica por la revolución social, la libertad y la autodeterminación de los pueblos. Lástima, no se ha desarrollado con toda su potencia la campaña “por todas nuestras luchas”. Pero, por las últimas asambleas y reuniones de convocatoria de variadísimos colectivos y movimientos que se han dado para la convocatoria solamente de la marcha que ese día saldrá de la Plaza Sucre de Catia, es muy probable que los eventos del 20 se traduzcan en una movilización general de los sectores populares ya concientes y sensibilizados por la necesidad de promover esta “otra campaña” desde todas nuestras luchas y tod@s los luchador@s. Muchos nuestramericanos de pasión, acción y pensamiento, y otra lista bien numerosa de rebeldes bolivarianos saldremos de Plaza Catia para llegar hasta Puente Yaguno y juntarnos con al menos dos marchas más indígenas, campesinas, obreras, comunitarias, que invadirán Caracas ese día en sus marchas desde salientes de El Valle y la Plaza de Venezuela. Nuestro respaldo a Chávez y a todas las luchas de nuestro pueblo allí volverán a hacerse explícitas. Pero más que eso demostraremos la contundencia y radicalidad que toma y tomará la defensa de esta revolución hoy, el 3 de Diciembre y en adelante ante el sinfín de oscurantismos que aún nos dominan. La convocatoria es para todos y todas, el 20 en Catia los esperamos compañer@s.
Roland Denis
PNA-M.13A