Este lunes 10-D muy de madrugada, antes de irme junto a Chico a realizar las tareas de ordeños a unas vaquitas y limpiezas de los dos galponcitos de gallinas que tenemos en el pequeño fundo, decidí echarle un ojo a las redes sociales para ver cómo tenía la temperatura esta "maravillosa jornada electoral" de concejales. Lo de maravillosa es un plagio. Fue la versión que soltó el camarada Nicolás Maduro a través de su cuenta twitter.

Ver las redes y el jolgorio del PSUV, no pude evitar recordar lecturas de ese gran filósofo que tuvo por nombre Gaston Bachelard. Evoqué su obra Formación del Espíritu científico, que por cierto contrasta mucho con el altar que la revolución del PSUV ha hecho de algunos datos y de otros.

Al momento de redactar esta nota hurgué en las cuentas de algunos dirigentes de oposición, pero como de costumbre nada tan substancioso como esto de "maravillosa jornada electoral". Pero uno puede apostar, que los antiguos miembros de la extinta coordinadora democrática y de la MUD, que hoy funcionan en el Frente Amplio deben sentirse victorioso. O sea, nada tiene de raro, que María Corina salga en estos días con un twitter diciéndonos: Saludamos y felicitamos a la sociedad venezolana por esta contundente victoria contra el régimen.

Así estamos. De uno y otro lado celebrando maravillosa y contundentes victorias.

Ya dije en una oportunidad, que me tienen con muy poco cuidado el desastre opositor y cómo llevan su desastre. No es bueno decirlo, pero ese barranco me preocupa por la salida de violencia que tienen entre manos, que por supuesto les facilitaría las cosas a los políticos que dirigen esto desde fuera, pero a los que estamos decido quedarnos aquí, no nos vendría bien.

Me interesa por sus posibles consecuencias, la versión de esta "maravillosa jornada electoral" y por lo que esta jornada tapa. Cuando uno observa la ruta opinática de miembros del PSUV, siente que se va conformando una matriz, tan fuera de lugar, como las "sólidas" matrices que elabora la oposición. En la noche del domingo vi en un programa de TV, que alguien sugería que el titular de los periódicos debía tener esta frase: ¡Arraso el chavismo! Una gran tapa, que se acomoda al fuego con el porcentaje que dio el periodista. El Chavismo del PSUV obtuvo más del 90% de los votos. Este porcentaje era como una tapa de seguridad.

La matriz de "maravillosa jornada electoral" dominará los análisis de los funcionarios del PSUV y de los seguidores. En las redes sociales ya se impone esta matriz con su respectivo porcentaje y justificación. Domina en las redes la "verdad". El PSUV arrasó lo cual no deja de ser relativamente cierto. Leí en las redes mensajes como este: "Rojito lindo como un cardenalito" y el mapa de Venezuela colocado en rojo

Para esta "verdad" también se tienen unos datos que se verán y otros que no aparecen ni van a verse porque el gobierno, como se dice vulgarmente por ahí, no pude echarse paja el mismo. El dato a destacar y machacar todo lo que sea posible, es que el PSUV ganó con el 27,4% de participación. ¡Gano! No se discute. A este dato se le añade para borrar una posible contaminación, otro dato que seguramente van a leer o ya han leído. Se oirá o leerán, que este nivel de participación superó una jornada similar en el 2005 y otras elecciones para alcaldes. Para esas elecciones anteriores y con 92% de las actas escrutadas, la abstención fue de 21,9%. Ahí se tiene toda una construcción científica que pone a prueba esta "maravillosa Jornada electoral". ¡Pura ciencia!

Ahora, si algún loco o loca, se le ocurre sopesar este porcentaje (¡maravilloso!) con otras referencias que me luce muy natural que el PSUV la considere, pero que no va a considerar bajo ningún respecto; la maravillosa jornada electoral se tornará no tan maravillosa.

No es lo mismo hablar de la participación protagónica en el 2005 que en el 2018. Hoy estamos a casi 20 años de haber promulgado al protagonismo y la participación como la columna vertebral (espinazo) de la revolución del PSUV. Desde esta perspectiva, los números y los % también no parecen tan maravillosos porque estamos hablando de una elección, que efectivamente en el pasado (IV República) poco entusiasmaba, pero esta es una elección que ocurre muy cerca de las necesidades y problemas de la gente que ya para este momento ha debido dar muestra de protagonismo y participación más contundente. No hay nada más cerca al Estado Comunal y al protagonismo, que una elección de concejales. Un 27% de una elección de concejales con la idea de Comuna y Estado Comunal, no luce tan contundente. El barranco del Poder popular se nota y huele mal.

Sabemos de sobre, como la revolución del PSUV tira cohete con la cifra de 46.433 consejos comunales "organizados". No se exagera si se dice y cree que un 99,99% de estos Consejos Comunales forman parte de la estructura del PSUV. ¿No o sí?

Esta "maravillosa jornada electoral" con su "histórico" resultado respecto a otros procesos parecidos, habla sola como una loca o un loco. Esta "maravillosa jornada electoral" derrumba el 1x10 y derrumba también (a esta fecha) la maquinaria electoral del PSUV.

Pero no es este el derrumbe que interesa. Interesa el derrumbe de los 46.433 consejos comunales y el poder popular que el PSUV muestra como sólida. Si colocáramos que un consejo comunal pudo movilizar 200 personas que no es una cifra exagerada para un consejo comunal, tendríamos hoy una participación electoral cercana a los 9.286.600 votos y si el padrón electoral está por sobre 19 millones de electores, la participación en vez de 27,4%, pudo haber estado alrededor de un 48,87%.

Tira cohete la revolución del PSUV con el 1.300.000 miliciano que tienen. Si contabilizáramos 2 votos por cada miliciano, la cuenta puede decirnos, que en los primeros tiros, no quedara muchas talanqueras paradas. La estampida pude ser de pronóstico. La milicia puede estar infiltrada.

El 27,4% que según parece un hecho histórico, muestra que la "Comuna o nada" está tísica, la milicia padece de este mismo mal y el protagonismo se encuentra peor, entre los tísicos.