Este jueves muy de madrugada, dejé a Chico encargado de mi pequeño fundo y le pedí encarecidamente no se descuidara. Lo de encarecidamente se explica amigos y amigas, porque cada vez que salgo sin hora de regreso, Chico termina encunetado y me deja todo abandonado.
Debía viajar a Puerto la Cruz. El viaje no respondía a que debía atender una reunión de trabajo con Herminia Ron para tratar el basurero que aún está en la antigua avenida municipal. Tampoco respondía a que ella estaba interesada en no quemarse. Ella ya está agarrando candela con el Puerto.
El viaje tenía otro interés . Mi interés era desarrollar una ataja perro con Elías Jaua. Supe a través de las redes sociales, que Elías Jaua estaría este jueves 13-D en Puerto la Cruz para estar en un foro, cuyo tema era: 20 años de la revolución bolivariana. No lo pensé dos veces y me dije, debo estar en ese foro porque necesito saber no sobre los 20 años de la revolución venezolana porque algo ya sé. Necesito más bien saber, qué va a pasar con lo que ya va quedando de Chávez y de su proyecto, cuyo curso tiene más de 20 años. O sea, si pueden entenderme, ya iba amotinada porque soy de la idea, que la revolución bolivariana tiene más 20 años. Sí, mucho más de 20 años y lo que vemos hoy, es exactamente lo que ha paso con ella en toda su trayectoria.
Centrarnos en colocarle 20 años, es ignorar u omitir su largo recorrido y negarnos a reconocer, que este proyecto bolivariano ha sido otras veces enterrado, como es entierra o abandona hoy.
A las tres de la mañana estaba de pie y sancochando un par de huevos y preparando dos arepas de auyama para ida y venida.
Salí en mi carrito a eso de las 4:45 am y a las 7 ya estaba en la entrada del INCE esperando por Jaua. Mentalmente repasaba mi estrategia de cómo encarar mi ataja perro con Jaua. Para ello me había llevado unos kilos de queso duro para aplicar ahí la tesis del queso rallado que Aristóbulo no aplicó, porque se quedó con todo el queso. Eso me servía para tomarme el foro para mí y desarrollar mi ataja perro con Jaua.
Eran las 8:30 y no veía ningún movimiento. Nada. Pensé razonablemente (disculpen la redundancia) y me dije ya Jaua no es Elías Jaua. Es otro y no tiene hoy los muñequitos que tenía ayer, cuando era miembros de la Dirección del PSUV con funciones y responsabilidades fija. A ese Jaua le traían autobús llenos de camadas expertos en aplaudir. Ya Jaua no tiene el PSUV quien lo aplauda.
Pensando razonablemente, decidí llegarme hasta el portón y el vigilante me dijo que era ahí, pero se había enterado que lo habían suspendido. ¡Ver….!
Estuve en frente a la sede del INCE hasta las 9:30. Ya me había comido la segunda arepita de auyama con el huevito sancochado. Llamé a un par de amigos y no tuve posibilidad de comunicación y opté por regresarme sin poder prender mi ataja perro con Elías Jaua sobre los supuestos 20 años de la revolución bolivariana.
Ya en el fundo a eso de la 5:00 pm y habiendo constatado que Chico no se había encunetado, recibo un mensaje, según el cual, el flamante Vicepresidente del PSUV para oriente, elegido democráticamente por la militancia de oriente había decidido, por orden de Aristóbulo, suspender el foro porque él no lo había autorizado y lo que él no autorizaba está fuera del aire. Va fuera del aire.
Un tal Fidel Vásquez, respondiendo a una orden de Aristóbulo, frustró mi ataja perro con Jaua. No se le consultó y pidió autorización a esta especie de colonizador revolucionario y por supuesto, nadie tiene el derecho de expresar sus ideas, sin haber recibo previamente su consentimiento. En un largo comunicado, sentencio: "queda suspendido cualquier foro o evento y afines que no haya contado con mi autorización".
Mató así este vicepresidente me ataja perro con Elías Jaua y mi posibilidad de expresarme sobre los más de 20 años que tiene la revolución bolivariana, que no es necesariamente el tiempo del gobierno.
@La_DagaRoja
