José Vicente Rangel (JVR), político y periodista, en su dominical programa "José Vicente hoy" (Televen), reitera, permanentemente, dos de sus ideas como fundamentales en el actual tránsito del proceso revolucionario venezolano; la primera de ellas es la referente a la necesidad del diálogo entre el proceso bolivariano en la persona del Presidente constitucional, Nicolás Maduro Moros, con la sociedad venezolana como un todo en conjunto social y económico; mientras la segunda idea en reiteración es la constante preocupación a la no-existencia-real de una oposición al Gobierno venezolano y, en consecuencia, a la Revolución Bolivariana. Ni lo uno ni lo otro, al menos, públicamente, se llevan a cabo, se logran, se "sienten en la mesa", a pesar de los interlocutores internacionales quienes en sus buenos oficios tratan de que se ejecute esa aspiración nacional.
En lo inmediato anterior se nos presentan varias variables que deberemos desglosar para una mayor comprensión de lo mencionado en título.
Nos permitimos considerar que deberíamos precisar lo denominado como "oposición política" al proceso revolucionario y bolivariano. En líneas generales, reiteradamente, siempre nos referimos a la oposición venezolana cual, en las actuales realidades desde que asumió como Presidente Maduro Moros, en clara evidencia, se ha dividido, en su transcurrir, en dos sectores, a saber: los externos y los internos. Los primeros adscritos descaradamente a las conducciones, diseños y políticas estructuradas en Washington en la transversalidad de lo significado referente al Poder (Müller Rojas). En ese contexto, evidentemente, se adscriben en perfecta sintonía, los sectores políticos euro-céntricos y los "nuevos gobiernos" latinoamericanos de derechas con ejecutorias extremadamente radicales en sus propuestas llegando a niveles de buscar alcanzar la "confrontación armada". En el segundo sector, el político-nacional busca tener una impronta en la cotidianidad social pero con debilidades obvias que analizaremos más adelante y con escasos resultados reiterados.
En ese orden, consideramos que es de obligación para la justa comprensión, precisar las profundas diferencias entre el "sector político", es decir, la "supuesta" dirigencia política venezolana, sea ella la mencionada como el "sector externo" junto con el "sector interno-nacional", con el sector social que nos hemos permitido denominar como "los opositores", es decir, ese amplio subconjunto nacional que se ha mantenido en permanente confrontación, oposición militante e ideológico-capitalista, al proceso revolucionario y bolivariano.
En el discurso político de JVR, en ambos comentarios arriba en mención, como periodista, nos consideramos, que evita profundizar en el desarrollo de esos idearios más allá de las propuestas implícitas y evidentes sobre la "oposición política" venezolana. De toda lógica más cuando la norma ética central del programa referido es dejar que el teleoyente se involucre motu proprio. Ello no obsta para que nos atrevamos a desarrollar un conjunto de ideas en demostración de porqué esa oposición política no solo no actúa como tal sino que no está en "perfecta comunión" con el sector social que hemos denominado como "los opositores".
Entrémosle al trapo con una reflexión. Nos consideramos que la dirigencia opositora, es decir, la oposición política, externa e interna, en el marco referente de su praxis político-social se ha sostenido en la tesis leninista de la "guerra de trincheras", es decir, nos estamos refiriendo a las guarimbas, los saboteos, huelgas, intentos de asesinatos, etc.; mientras que esa a praxis política, bien conocida, se la ha contrapuesto con lo que denominamos como la "conciencia popular" cual, durante el actual proceso revolucionario y bolivariano, bajo la premisa gramcsiana de buscar "ganarse los corazones y mentes" de esos sectores populares, quienes han sido visibilizados durante el permanente y continuo desarrollo de la implementación de las políticas bolivariano-chavistas tanto durante el Gobierno del Comandante Hugo Rafael Chávez Frías como en el actual Gobierno de Nicolás Maduro Moros.
En ese orden de nuestro discurso, consideramos que la ideología de la "oposición política" tanto como la de "los opositores", socialmente hablando, se oponen al proceso revolucionario y, en consecuencia, se oponen a las políticas diseñadas y ejecutadas por el Presidente Maduro Moros. Es decir, según nuestro análisis, la siquis imperante en ambos sub-conjuntos en referencia, políticos externos e internos y opositores, se circunscriben a dos importantes variables ideológicas; en primer término, nos referimos a la demostrable adscripción al concepto ideológico que se ha venido desarrollando en el seno de la sociedad venezolana desde el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez, el "mayamerismo activo"; mientras que la segunda variable, consideramos, a la importancia económica que significa "la economía de puertos", es decir, nos estamos refiriendo, a ese apego de la sociedad venezolana a "lo importado" sin entrar a conversar sobre las objetivas razones que ello significa, es decir, lo conceptual referente a la Dependencia y dependencia ideológica.
En decir, en claras palabras, cuando al mencionar la visibilización gracias al despertar del inconsciente colectivo-histórico en los sectores populares ejecutado y significado por Chávez Frías, es evidente que la oposición política y los opositores, en sus referencias adscritas al positivismo, es decir, a la lógica-formal, no han logrado comprender lo significado de "lo real-histórico" impreso en ese inconsciente colectivo histórico en el venezolano; es decir, la contraposición, la realidad dialéctica del conflicto, se ha mantenido y aún se mantiene en ese enfrentamiento y confrontación entre el "ser venezolano" y la "permanente ideología" que significa la "alienación del ciudadano venezolano" al "capitalismo rentista-mayamero" típicamente criollo-venezolano.
Es decir, ello nos lleva a considerar que mientras tanto la "oposición política interna" como "los opositores" no asuman la actual realidad que significa el proceso del "rescate de la Historia Nacional" y lo que ello, realmente, significa para el consciente del "poder popular" nos consideramos que será radical y extremadamente difícil que se alcance un diálogo entre los factores políticos en tanto que el Otro no logre comprender el porqué de los continuos fracasos en sus praxis políticas aún teniendo un soporte de entre un 25% a un 30% de la sociedad venezolana según hemos desprendido de las encuestas que JVR emite e informa en sus "los confidenciales".
Nos vamos a permitir una referencia. El historiador de la India, Ranajit Guha, considera que en "…el proyecto de los estudios subalternos [se] ha demostrado que la cultura y la resistencia popular en la India significaba que el proyecto colonial británico nunca fue verdaderamente hegemónico…" (Munck, Ronaldo. Marx 2020. Pasado & Presente. Barcelona, 2017, pág. 163). Sí analizamos en seria y académica objetividad, aún en las limitaciones que significa la "objetividad", nos lleva a preguntarnos sobre nuestras propias realidades en lo nacional-histórico y geográfico-histórico venezolano durante el proceso de conquista represiva del mundo leonés-castellano junto con sus asentamientos.
Ideario que la Revolución Bolivariana y Chavista ha venido rescatando en su significado sico-histórico en el proceso obligante de la visibilización y concientización de la sociedad venezolana aún en el marco de sus propias contradicciones. Ello de gran significado político nos lleva, inevitablemente, a considerar e incluyendo lo significado en su real dimensión de "lo militar" tanto en el contexto pre-Revolución Bolivariana como en las realidades que se han venido desarrollando en el actual proceso, en curso actual, post-alcance-del-Poder-de-la-Revolución Bolivariana y Chavista. Es decir, en nuestros entenderes, el actual espíritu de "lo militar revolucionario venezolano", en su espíritu, en su siquis, se encuentra, actualmente, en los "mismos momentos sociológicos" de aquellos del extenso proceso popular de la Independencia. Es por ello que el llamado de la "oposición externa" a "la invasión" se tropieza con objetivas realidades internas donde, seguramente e incluso, la "oposición interna" se opone y se opondrá porque, entonces, comprenderá "lo significado-histórico" de la siquis colectiva del venezolano.