Fue un sondeo rápido participativo, aplicado en distintas y diferentes colas en la ciudad de Valencia,de un microuniverso de 380 personas y a lo largo de las dos últimas semanas de diciembre 2018. El municipio Valencia tiene un padrón electoral apróximado de 570 mil electores. La única pregunta generadora que se hizo fue: ¿si hoy fueran las elecciones para la gobernación, por quién votaría usted? .
La respuesta fue un sólido y creciente 81 % por ninguno. No podía esperarse otra cosa . En esa gran mayoría persiste la intuición de que algo habrá de suceder que cambie la situación . Este 81 % por ninguno, está dándole forma a una nueva geometría de alianzas en el campo popular, en pleno ejercicio de la democracia directa sin que puedan intervenir los tradicionales agentes deformantes, se está combinándo la decepción, el descontento pero también la esperanza tanto de los chavistas pobres como de los pobres de la oposición, hasta hace poco utilizados como meras bases sociales de clientlismo electoral (revísese: la fracasada estrategia del pernil), empero, que al sentirse defraudados por sus respectivos dirigentes, quienes no han sabido demostrar sino ser polítiqueros traidores sin la más mínima estatura de estadistas como lo exige la crísis que se sufre, la gente decidió retirarle todo el apoyo .
Está inmensa multitud, 81 % por ninguno, por ahora, sostiene pacientemente la fragua de un liderazgo político con la suficiente decencia, honestidad y preparación en la dirección científica de la sociedad, convencidos de la necesidad de abrirle causes a la democracia participativa y protagónica y al estado comunal .
Este 81 % por ninguno, no puede interpretarse como el resultado de la tradicional actitud de apatía hacia la politica,nos parece errática esa lectura en esta coyuntura. Es más, lo que se ha formado en el alma de esa potente fuerza popular es la voluntad crítica de buscarle una solución política a sus necesidades radicales. Lo que está aconteciéndo en el estado de ánimo y en la psicología de esas miles de mujeres y hombres es un desprecio por los políticos y funcionarios corruptos y la burocracia a quienes hacen responsables del desastre que sufren. A pesar del pesimismo de algunos, estoy convencido de que nunca como ahora hubo condiciones objetivas y subjetivas adecuadas para la irrupción del estado comunal que se apropie del excedente, la acumulación de la propiedad y el dominio de los medios de producción e insumo y de la comercialización en función del interes general de la sociedad.
La dialéctica de la historia enseña que se puede retroceder o avanzar en los procesos de las luchas emancipatorias , que la sociedad no sigue una linea de desarrollo recta parecida a la avenida las Ferias de Valencia, que por el contrario en ocasiones hay que retroceder o esperar, cruzar para evadir obstáculos sin que esto obligue a abandonar e hipotecar los principios y desvirtuar el propósito trazado orginalmente y ese mayoritario 81 % por ninguno, aprendio esa lección y en consecuencia deberá romper con el bipartidismo Psuvoposición y organizarse en un nuevo partido y labrar un pensamiento que prepare una nueva revolución.
Ciertamente en Venezuela por ningún lado se puede hallar vestigios de que existe algún modelo de economía socialista o democracia popular a pesar de la propaganda oficial que vincula todo su accionar reformista de restauración capitalista al socialismo del siglo XXI. No obstante, en Carabobo los dos últimos gobernadores () han manifestado en teoría y en la prática estar en desacuerdo con todo lo que sea socialismo. Tamañas posturas de derechas y contradicciónes internas, con seguridad, que son las causas del terrible desastre que sufre el pueblo venezolano.
En conclusión, para la construcción de una alternativa radical se necesita que ese 81 % por ninguno, se transforme en un gran debate público sobre el modelo de gobierno y economia a prácticar. Que el pueblo chavista y el pueblo opositor, desarrollen una conciencia de clase para sí, y se dedique a construir,como lo señala González Casanova, las coincidencias dialécticas para edificar , una sociedad, una cultura y una política alternativa, democrática, redistributiva, descolonizadora.Superar la crisis política para restablecer la normalidad de la vida cotidiana de todos los habitantes. Sin tardanza, hay que ocuparse en regenerar el tejido moral destruido por la crísis. Ya se ha perdido mucho tiempo en las peleas internas por el poder mientras la sociedad sigue destruyéndose dejando al mismo tiempo al país más vulnerable frente a los ataques de la reorganización del capitalismo global en el reparto del mundo. La solución, el camino y la esperanza están en ese 81 % por ninguno,.