…Fueron 12 años de revolución, en el año 2013 se detuvo y comenzó a retroceder. Una revolución es un movimiento sostenido de cambios "revolucionarios", un movimiento sostenido que avanza; si se detiene deja de ser revolución. Es la idea de Trotsky compartida por Lenin de la "revolución permanente". Después de pensarlo un poco, toda revolución debe ser permanente, porque si se detiene "permanecería" algo, pero no ella, sino su último estado, su última novedad, si se puede decir así; si se detiene retrocede o restaura lo pasado.
Maduro, desde que fue electo detuvo el movimiento de cambios que adelantaba Chávez –Chávez hablaba entonces, antes de morir, de empresas socialistas, enfrentando al modelo de "la cogestión obrera" el cual algunos lo vendieron como revolucionario pero terminó por quebrar y sabotear las empresas de Guayana, hablaba del "sistema presupuestario de administración" para sustituir el modelo de la "ganancia capitalista" entre empresas del Estado, de avanzar en el Estado socialismo con el desarrollo de las comunas, pero como formas de organización política, como poder político popular, no como alternativa para la producción de algunos alimentos, ropa y calzado a escala artesanal –. Lo primero que hizo Maduro fue entregarles a la empresa privada el control absoluto de nuestra economía, nuestras reservas en divisas y olvidarse de las empresas socialistas y de la organización popular; las comunas y los consejos comunales y de más formas organizativas electorales (ubch, patrullas, etc.), quedaron para eso, para las elecciones, para llevar arreados a los chavistas a votar. Luego, tomó y desmontó PDVSA con la excusa de la corrupción – ¡error garrafal de ignorantes ambiciosos que todavía lo estamos pagando! –; todo lo que sigue a esto han sido reacciones, ensayos cortos, improvisaciones para prolongarse en el poder, sin un sentido elevado, sin una estrategia política clara… En el fondo Maduro y su gobernó no creen ni siquiera en las "reformas" al capitalismo, saben que son los mismos capitalistas y sus maneras quienes pueden poner a andar la economía, así sea matando de hambre y necesidades a millones de personas, habitantes de este país. Los "programas sociales" quedaron como fachada de la entrega a los capitalistas de todos los procesos económicos, a los nacionales: Colgate, Nestlé, Cargill, Polar, etc., y trasnacionales: norteamericanos, europeos, chinos, rusos, turcos, ¡capitalistas!... que no tienen patria ni nacionalidad.
Luego de detener la revolución en el 2013 comenzó la restauración (capitalista): ministros empresarios, gabinete de técnicos pragmáticos (Temir Porras), de asesores franceses, españoles, ¡chilenos!, Martha Harnecker, Ignacio Ramonet, Serrano Mancilla, retóricos de la social democracia europea y la reforma capitalista; mientras tanto la rodadera de burócratas enchufados en el gobierno por todos los cargos y ministerios: Elías Jaua, Érica Farías, Jacqueline Farías, Delcy Rodríguez, Jorge Rodríguez, Aristóbulo Isturiz, Diosdado Cabello, ¡siempre los mismos!, de una oficina a otra, de un escritorio al otro, de un Banco a una gobernación, de alcalde a diputado, de ministro a vicepresidente, de presidente de la AN a presidente de la ANC, de diputado a contralor, de casi preso a fiscal, etc.
Las improvisaciones van desde el carnet de la patria hasta los "asesores chinos": en el 2014 la "ofensiva económica", luego el "Congreso de la patria", "los 15 motores", "las 9 líneas", "los 6 ejes", el plan de recuperación económica del 2015, el Plan de la patria II, el plan de recuperación y prosperidad económica 2018, etc.…, por otra parte los clap junto a los bonos "efemérides". Todo esto acompañado de muchas promesas, casi todas incumplidas.
¿Excusas?: la guerra económica. La guerra económica la hacen los capitalistas malos, pero el gobierno les da mucho dinero a los capitalistas buenos, los cuales, después que se lo roban se convierten en malos. Pero se sigue inyectando dinero fresco a los capitalistas buenos que se lo roban y se convierten otra vez en malos, es decir, el gobierno es una fábrica de capitalistas malos, una fábrica de ladrones, a través del método de la inyección de dólares y divisas. Porque ahora se sabe que esos dólares también van a parar a los bolsillos de burócratas del mismo gobierno, los cuales tuvieron y siguen teniendo la discrecionalidad de la asignación de dólares baratos, mediante todos los sistemas de control de cambio inventados. ¿La otra excusa?: la paz. El mecanismo para la paz ha sido el mismo, repartir dinero y entregar el control de la economía y el país a la empresa privada nacional y a trasnacionales; negociar con la derecha espacios, negocios, petróleo, gas, minas: cada vez que se acercan unas elecciones aparece una crisis política internacional, mientras tanto, el presidente le extiende la mano al presidente de turno norteamericano y indefectiblemente llama al diálogo. Las sanciones y amenazas siempre han sido de la misma intensidad, pero en épocas de elecciones aumenta el espíritu patriótico nacionalista del gobierno y comienza el llamado a la unidad nacional (pero no se olvida de extenderles la mano a los banqueros y empresarios, sus verdaderos amigos, ¡nunca!,… al mismo Trump, "si fuere necesario")
Julio Escalona, en su último artículo, de espíritu nacionalista ("El 10 de enero el presidente debe presentar…" Aporrea 09/01/19), comienza diciendo esto: "Para resumirlo de manera sencilla, con todo respeto diré, que no debería ser una ratificación de "la política de precios acordados" y la transferencia de dólares de la renta petrolera al capital privado. Tampoco el sistema de transferencia beneficios al pueblo regalándole bienes. Tampoco un sistema de transferencia fundado en la colocación de precios de mercado. Debe establecerse un sistema de retribución solidaria, que he explicado en otros escritos de manera reiterada"…, y termina haciendo estas consignas: "¡Salvaremos, construiremos y reconstruiremos la patria! ¡No más dólares para los que nos oprimen! ¡Destituyamos a los que elaboran una política económica que destruye la política salarial del presidente Maduro! ¡No a los que tratan de acordar precios con la burguesía proimperialista que quiere derrocar al gobierno bolivariano y que no es capaz de producir una mazorca de maíz! ¡Salvemos la patria y al gobierno bolivariano! ¡Construyamos la gran red nacional comunera, antiimperialista y bolivariana! ¡Chávez vive, la lucha y la patria siguen!",
Este comienzo y este final dan el sentido del artículo, sobran explicaciones. Coincidimos con casi todas sus consignas. Menos con una última, donde Escalona invoca la gloria del señor en las alturas, con la cual no estamos de acuerdo porque solo creemos en el Dios hombre en la tierra, y en la paz de la justicia en la tierra (aunque sí en la lucha de los pueblos). Después de leer ésto Maduro debe saber que su nuevo mandato está condicionado a la rectificación de sus "políticas" económicas, que tal y como la ve y lo dice Julio Escalona, el resto del país lo ve y lo pensamos; no nos tragamos el cuento completo de la "alerta naranja", a la vez, cediendo el país al capitalismo del mundo. El presidente le debe cumplir a sus electores y a todos los demás, porque si no todo estará perdido para él y para nosotros los habitantes de este país, electores o no.
Sin embargo, su respuesta se resume en estas "aladas" palabras del día 10: "Quiero cambiar todo lo que deba ser cambiado"… dijo el presidente, copiando a Fidel. Pero, casi que al instante dice, como disculpándose, "Por ahí está presente la asociación bancara de Venezuela ¡saludos!; les tiendo la mano a los empresarios –como si hablara de unos angelitos extraviados en la multitud–"… ¡Más de lo mismo! ¡Otro discursito de "tanto nadar para morir en la orilla"!
10/01/2019