Entre el restablecimiento del capitalismo y una separación del espíritu chavista, Maduró logró en política, lo que Descartes hizo en la filosofía: separar la res extensa de la res cógitans. Lo que no logró como Descartes, es quedar como el único intermediario de las reses, pues fue absorbido por la res extensa y ahora dicha res lo desconoce.
Este juego filosófico que no domina Maduro, lo llevó a ser el desconocido de los chavistas auténticos y de los capitalistas-imperialistas. La situación se complicó y se fija un escenario así:
Para la oposición de izquierda, Maduro ya es historia de traición y blandenguería política, talvez con el apoyo de rusos y chinos podría prorrogar un poco su ingravidez política. Guaidó es el juego intervencionista euro-norteamericano y de gobiernos traidores latinoamericanos, cuya imposición sumiría a Venezuela en una guerra civil.
Para la oposición de derecha, Guaidó es su presidente, la AN su Asamblea y los gringos, europeos y gobiernos traidores latinoamericanos sus aliados.
Maduro continuará su ingravidez política, en su táctica empirista de aprender cada día: romper relaciones diplomáticas con Estados Unidos, Canadá, Costa Rica, Colombia, Perú, Ecuador, etc. Y afianzar sus relaciones con China, Rusia, Turquía, etc.
¿Y los venezolanos pobres, qué con ellos?
La izquierda ante un nuevo dilema: seguir criticando a Maduro hasta que el destino los alcance o establecer un nuevo gobierno sin Maduro y poner las cosas, de nuevo en la perspectiva revolucionaria.
Los venezolanos están ante la necesidad de un nuevo salto revolucionario: no hay respuestas, solamente preguntas:
¿A dónde va Venezuela si dan un nuevo salto revolucionario?
¿Qué capacidad tienen los revolucionarios de retomar el poder?
¿Qué capacidad hay de acercamiento entre el ejército, los revolucionarios y los líderes chavistas auténticos para crear un bloque que conduzca el desenlace de esta intervención euro-norteamericana y de traidores latinoamericanos en un nuevo salto revolucionario?
Este nuevo salto no es aventura, es una necesidad de la revolución, porque Venezuela después de la ingravidez de Maduro, podría quedar en manos de la derecha.
¿Qué es un nuevo salto revolucionario?
¿Cuál es ahora el papel de Gonzalo Gómez y Marea Socialista, Toby Valderrama y Aponte, Rafael Ramirez y otros?
