La ANC es un parapeto político inservible

No legisla, no discute, no es autónoma… La Asamblea Nacional Constituyente tiene comisiones de cualquier cosa fabulosa, tiene 23 creo. La comisión permanente constitucional la preside Hernán Escarrá, el oportunista mayor. Hasta unos meses después de la muerte de Chávez fue su enemigo, lo retaba e insultaba como podía (una vez creo que lo llamó "gallina"). Ahora es el papá de los helados, por haber justificado con la ley –que es "termo ajustable", como el escroto, muy buena para los miedosos ahora, útil para los más valientes, si fuera el caso – cuanta picardía se ha urdido en la macollita del gobierno. Gracias a él el TSJ hoy hace lo que le da la gana a Maduro. La palabra de Escarrá suena gangosamente en el hemiciclo como la de Dios nuestro señor Jesucristo que estás en el cielo… tal y como la escuchó Moisés en Monte de Sinaí. Nadie dice nada, nadie revira; cuando el señor, de "todos los señores" habla todos quedan como conejos encandilados… ¡Eso, yo no me lo calo!, ¡No quiero!, ¡no me da la gana!..., Pero ¡¿de qué vale mi arrechera?! Esa asamblea es "insobornable".

Por causa de ese solo constituyente, súper traidor, se deshereda toda la asamblea de Chávez, más, cuando él solito tiene tanto poder amontonado…

Después está Pedro Carreño, presidente de la comisión de Política Nacional. Su perfil psicológico nos dice que tiende a reaccionar a estímulos políticos o personales de forma elemental. Es capaz de escudarse tras su mamá si acaso alguien le quisiera pegar. No le importa mucho que se desate una guerra fratricida con Colombia si con ella puede librarse de una acusación de ladrón o corrupto.

Después siguen una cadena de comisiones irreales, las cuales suponen que en el país existen una serie de instituciones y actividades que son bellas y buenas a la vez, generalizadas y entramadas socialmente, pero…, que son realmente irreales, "distópicas", diría el filósofo de Miraflores: de Economía Diversificada y Productiva, de Justicia y Tutela Efectiva, de los Derechos y Garantías de la Juventud, de la Mujer y Equidad de Género, de las Personas con Discapacidad, de los Adultos Mayores y Pensionados, para la Protección Integral del Ambiente y una Cultura Ecológica, para el Derecho al Ambiente y la Calidad de Vida, de Trabajadores y Trabajadoras…

Lo primero que hay que decir es que si hoy hubiera una revolución socialista verdadera no tendrían por qué haber estas "especializaciones", hay, quizás muy buenas para gobernar, pero, innecesarias en una asamblea nacional constituyente que no legisla ¿cómo para qué serían necesarias? Pongamos por caso, la de adultos mayores. En una revolución verdadera los adultos mayores estarían protegidos por la acción misma de la justicia revolucionaria, la cual ¡para!, o sea, detiene la acción capitalista profundamente individualizadora, excluyente, mezquinamente egoísta; fomentaría la inclusión en sus prácticas diarias, la solidaridad; pero también institucionalizándola en la cotidianidad. La defensa y derechos a la vejez y las discapacidades, la defesa de la naturaleza y al ambiente, la protección a la juventud, el estímulo a la "diversidad productiva" de cosas realmente necesarias para la vida, una revolución socialista es hacer de todo eso dentro de una nueva sociedad… ¿Esas comisiones para qué serían, si estamos haciendo una revolución?... pero es que no estamos haciendo una revolución socialista, ya Maduro nos dio a entender, que él lidera una democracia estilo clientelar y pequeñoburguesa, que él llama popular, una especie de club social.

Estas comisiones solo sirven para dar la ilusión de una revolución, es todo. La psicología de la mayoría de los diputados que las presiden se resume en tres palabras, "pusilanimidad" y "personalismo exacerbado", ¡oportunismo!, ellos representan al ejército de relevo de la burocracia gubernamental, futuros inquilinos del aparato estatal. De ahí salen para ministros, embajadores, para la fiscalía, la contraloría, la defensoría del pueblo y el TSJ. Mientras les llega su turno, el resto de los constituyentes hacen de "cuadro de fondo"; en la televisión se ven muy bonitos y disciplinados.

Cuando escribimos esto nos enteramos de que Trump acaba de reconocer al Guaidó como presidente interino de Venezuela, puse la cadena de Maduro para ver y vi a un presidente desvariando, asustado, como si alguien le acababa de susurrar al oído la mala noticia…. Y me dije ¿dónde estarán ahora los diputados de la ANC… el "poder constituyente"? Como lo veo yo, nadie quiere a Guaidó como presidente y menos impuesto por EEUU, que ha sido nuestra eterna desgracia, pero nadie quiere que Maduro siga al mando del país, que se cae a pedacitos. ¡¡Coño!! ¡Digan algo!, ¡El máximo poder popular!, por encima del Estado según la constitución (pero apéndice del ejecutivo, según la versión rara, de Escarrá - Maduro)… ¿habrá que darles tiempo a que nuestro Robespierre Diosdado Cabello, les entregue el guión y les diga qué hacer? (¡Verga! ¡Qué vaina tan inútil es esa Asamblea Constituyente!... que solo sirva para legitimar a Maduro ¡qué cagada!).

De la Asamblea Constituyente depende una de las salidas más honrosas a esta situación. El país, ahora más que nunca, vive en una crisis extrema de gobierno (política); social, de descomposición social, cada quien en lo suyo, concentrado en lo suyo indiferente al destino de su vecino; institucional, las instituciones, ni siquiera las más elementales, funcionan bien: por ejemplo, los servicios públicos, los bancos, los hospitales, las universidades, ¡los ministerios! que parecen edificios fantasmales, sin nadie dentro o donde nadie hace nada ¡todo el mundo gastando su dinero en los comercios y en las calles antes de que se le diluya… ¡mientras, sin un gobierno claro, hoy el mercado lo domina todo!; todo tiene un precio, si lo puedes pagar obtienes lo que quieras, un carro nuevo, un título universitario, una radiografía, una paca de harina pan, agua potable, indulgencias, cambures… y la inflación domina al mercado (¡No sé de qué se quejan los pendejos neoliberales!…, ¡más liberalismo que éste no puede haber en el mundo!).

El chavismo cuenta con la ANC para cambiar las cosas, tal y como están ahora; o más bien, para reordenar las cosas, hacer control de daños y corregir el rumbo al socialismo. Pero la ANC no cuenta con los diputados chavistas, estos se desaparecieron como todo lo heredado de Chávez, debajo de una erupción de manipulaciones, chantajes, amenazas, miedos, y sobre todo, de flojera mental e ignorancia, quedaron enterrados como una sola masa, en la lava de la indiferencia, de la indolencia… ¡claro!, quedaron afuera sus conocidas excepciones.



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Marcos Luna

Dibujante, ex militante de izquierda, ahora chavista

 marcosluna1818@gmail.com

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