"La verdad os hará libres, la mentira creyentes."
Pepe Rodríguez
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Estuve más de 30 años –los días sábados–vendiendo la "TRIBUNA POPULAR" órgano del partido comunista, en un semáforo ubicado al lado de la iglesia "San Miguel Arcángel" frente a la plaza Bolívar de Acarigua, y en esa época, muy pocas veces deje de ver a un sacerdote, el cual falleció hace poco tiempo. Siempre lo trate con mucho respeto; incluso en una oportunidad le lleve una bolsa de comida a la improvisada cocina, que tenía en la residencia al lado de la templo. Un día se detuvo un instante, me pareció raro, y fue para hacerme una pregunta; ¿Cuándo va entrar a misa, usted parece buena gente? le respondí de manera respetuosa: ¡Cuánto usted vaya a las reuniones del partido comunista! A partir de ese momento, el cambio de actitud del clérigo fue abismal, pasaba por un lado, y prácticamente no veía hacia donde estaba; sin embargo, mi trato sigo igual, con un profundo respeto, y cada vez que lo veía, no dejaba de saludarlo: ¡Buen día, padre! ¿Cómo está? La respuesta era el silencio, en medio de unos pasos, que casi no soportaban el peso del religioso; se incomodaba cuando lo saludaba.
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En una oportunidad a raíz de una marcha el cual tenía, como punto de partida el barrio "Fe y alegría" el médico Psiquiatra Trino Melean, quien para aquel entonces era el secretario del Partido Comunista en Portuguesa, me encomendó la tarea de invitar al cura de dicha parroquia, quien tenía un acento al hablar de los andes venezolanos. Al llegar a la iglesia, lo conseguí abordando el vehículo para salir; después de algunos palabras le dije: "Padre el Doctor Melean, le mando a decir, que nos acompañe mañana a la marcha por el problema de agua en la comunidad" Rápido me dio el visto bueno: ¡Mañana estoy allá; pero eso sí, acompañado de la señora prudencia! Al día siguiente al partir la marcha, no veíamos al cura por ninguna parte; el camarada Trino se me acercó para decirme: ¡el cura no vino! Un señor, que se encontraba muy cerca, nos alertó con la voz que parecía un parlante: ¡Allá viene! Volteamos para comprobar lo que decía el compañero, y nada, no se veía. Me quede esperando; venía, como a 5 cuadras, por supuesto acompañado de la señora prudencia. No quería que nadie lo involucrara con la marcha.
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En una conversación de personas preocupadas por las amenazas de invasión de Estados Unidos hacia nuestro país; cada quien emitía su opinión, y la mayoría coincidía en rechazar la grosera injerencia del gobierno estadounidense, y las amenazas de invasión. Uno de los presentes, contó la experiencia con un cura, que va ocasionalmente los domingos a dar la misa al caserío donde vive. El domingo reciente no aguantó la curiosidad de preguntarle: ¿Qué pensaba de la invasión? Le respondió de manera muy alegre, dejándolo sorprendido: ¡Esa, si llega, es para los que se meten en política! El amigo, ni tonto ni perezoso le repiqueteó: ¡Entonces los curas también van a llevar, porque son los primeros políticos de este país! ¿Qué se ha hecho la CEV antes las amenazas de invasión?