Amar no es decir te quiero muchas veces,
es pensar en esa persona cada día, cada hora,
cada segundo...y saber qué harías lo que fuera por ella,
para hacerla feliz, incluso si, para ello,
tuvieras que (intentar) olvidarla"
Anonimo
Desde nuestra época de estudiante, llevamos en la mente el nombre de Eros, el dios del amor, según la mitología griega, pero muy pocas veces habíamos escuchado nombrar el Dios o la diva de la amistad; se habla de Filia, como la representante de este hermoso afecto entre los humanos. Las palabras amor y amistad siempre se presentaban separadas y ahora aparecen tan unidas, que no sabemos ¿Qué es más fuerte, el amor o la amistad? la respuesta más sencilla o salomónica es: donde hay amor o calor humano por lógica, tiene que existir la amistad. El encargado de armar este rompe cabeza, dejo libre la interpretación y explicación en estos tiempos, cuando estamos viviendo momentos de profunda confusión y mercantilismo, desvalorizando estos valiosos y sagrados sentimientos, muchas veces desbordados en medio de la violencia, poniendo a pensar a más de uno ¿Qué está pasando?.
Nada es tan bello y hermoso, como estar enamorado. Amar, y ser amado es cruzar un desierto agarrado de la mano, noche y día sin ver hacia atrás. Son muchas las manifestaciones de este sentimiento: desde la madre, que tiernamente amamanta su recién nacido; pasando por el adolescente, que tomado de la mano se pasea, como navegando en una lenta nube en una clara noche, alumbrado por la bella luz de la luna, testigo muda de un romance en plena juventud; hasta llegar a dos ancianos sentados uno al lado del otro, recordando tiernos y bellos pasajes, amándose hasta la muerte cumpliendo con el juramento hecho antes el altar, incluso sin haberse amarrado a ningún compromiso religioso.
Para hablar de amor y amistad, tenemos necesariamente que nombrar al poeta chileno Pablo Neruda, el gran cultivador de la poesía romántica; le dejo a la humanidad un hermoso tesoro, lleno de todo el encanto del amor a través de los (Veinte poemas de amor y una canción desesperada) profundizando su sentimiento en el poema 12, cuando nos dice: "Para mi corazón basta tu pecho/ para tu libertad bastan mis alas/ Desde mi boca llegará hasta el cielo lo que estaba dormido sobre tu alma" Es tanta la riqueza y sutileza en su exaltación al afecto amoroso, que en su poema titulado (amor) termina elevando este sentimiento a su máxima expresión: "Cómo sabría amarte/ mujer/ cómo sabría amarte/ amarte como nadie supo jamás ¡Morir y todavía amarte más! Y todavía amarte más y más."
La grandeza de Neruda, no se quedó ahí, también tuvo la virtud de escribirle a la amistad con tanta veneración, que no podemos dejar pasar por alto, una parte de un mensaje dedicada a este sentimiento del ser humano de tanta fuerza, que muchas veces se convierte en un impulso vital en nuestro recorrido por la vida, cuando muchos tiran el ancla, sin pensar, que el secreto está en seguir remando; por eso escribió, lo que llamó (amistades eternas) de donde extraigo un fragmento: "Algunas veces encuentras en la vida una amistad especial; ese alguien que al entrar en tu vida te cambia por completo. Ese alguien que te hace reír sin cesar, ese alguien que te hace creer que en el mundo existen realmente cosas buenas".
Por esta y muchas razones el 14 de febrero, día de San Valentín, es la brillante oportunidad para seguir exaltando el amor, pensando siempre en la amistad, como una forma de relacionarse los humanos, buscando apartar todos los vestigios de violencia propio de nuestros antepasados. La fecha del 14, no sabemos, si es para celebrar o conmemorar, porque nace precisamente por un incidente violento: la muerte de un monje cristiano por un emperador, tratando de imponer la ley, según su conveniencia sin importarle la incitación al crimen.
La importancia de esta fecha, es que sirve para apartar el mínimo rasgo de fanatismo; al final todos somos unos externos enamorados de la vida, porque llevamos en el corazón la pasión y el honor de un fraile: San Valentín, al terminar ajusticiado por los caprichos de un monarca, quien no sabía amar, sino todo lo contrario: matar, como una forma de mantenerse en el poder. Por eso, pensar en el amor y en la amistad es darle vida a una sociedad, cada día más necesitada de los verdaderos valores de hermandad, propio de gente civilizada. Sin estos estímulos el ser humano, pierde la creatividad, el deseo de pensar, llenándose de odio y rencor, llegando al extremo de importarle poco la vida, convirtiendo al mundo en un laberinto sin salida, imperando la violencia, cuando la existencia es una planta muy hermosa para regarla y cultivarla y verla florecer todos los días aromatizando las relaciones humanas.