Detrás de toda hipóstasis, Trump, Maduro y Guaidó, el objetivo es destruir el socialismo.
Las denuncias de Rafael Ramírez, con cientos de miles de lectores en aporrea, sobre la marcha atrás del socialismo emprendida por Maduro, es una valoración que influye la posición ideológica de muchos intelectuales de izquierda en Venezuela. El problema es que, en esa dirección, Maduro llegó muy lejos, a tal grado que la demanda de sustituirlo, se convirtió en un objetivo de lucha política de la izquierda. Por otra parte, la oposición de derecha; aunque se beneficia de las negociaciones con el gobierno, sabe de los beneficios económicos que produce la toma del poder del Estado y su reversión capitalista privatizadora. Por ello, están en contra de Maduro.
Ahora, el descontento y rechazo a Maduro, fue el caldo de cultivo que removió Trump y la Casa Blanca para actualizar y moralizar a los norteamericanos con el botín de la derrota de una nueva presa: Venezuela.
Sin embargo, eso nos es así nomás, si por una parte el imperio viene arrastrando un invicto de derrotas que muestran que la omnipotencia de la Casa Blanca se está derrumbando. Por otro lado, han aparecido países que al enfrentar las sanciones han logrado convertirse en una fuerza de auto desarrollo que los ha llevado muy lejos en todos los terrenos. Ojalá por aquí, se oriente Venezuela.
El imperialismo aún no se levanta, de la reciente derrota político-militar en Siria. A la Casa Blanca el tiro le salió por la culata en la agresión comercial a Rusia y China; pues el incremento de los aranceles a China, Rusia e India en el terreno alimenticio, ha provocado que tales países resuelvan entre ellos, el tema de las exportaciones de los productos agropecuarios. Este es un punto débil en la política interior de Trump, pues afecta a los productores y exportadores agropecuarios norteamericanos que son una base fundamental de apoyo electoral de Trump. Si recordamos también, la derrota electoral sufrida por Trump, en noviembre del año pasado, cuando los demócratas se hicieron con el control de la Cámara de Representantes del Congreso, marcando así, la humillación que Trump recibió de los votantes. Y le agregamos los costos políticos de dos cierres del gobierno y la declaración de emergencia que aún no consigue una aprobación total de 5,700 millones de dólares para financiar el muro en la frontera con Méjico. Pero si, ha logrado lo insólito: que los congresistas republicanos, temerosos de los efectos de un nuevo cierre gubernamental entre sus votantes, han negociado con los demócratas a espaldas del presidente, un tema central de su agenda política.
En ese cuadro de fracasos, el canciller Arreaza, derrotó en el Consejo de Seguridad de la ONU, las pretensiones neocolonialistas norteamericanas y remarcó que, en Venezuela, las Fuerzas Armadas Bolivarianas y el pueblo, derrotaron el golpe de Estado orquestado por Estados Unidos, muchos países de la Unión Europea y el grupo de gobiernos reaccionarios de Sur América (El grupo de Lima)
Si en ese contexto de derrotas, Trump, Bolton, Pence, Eliot Abrams están heridos y son más peligrosos, el pueblo venezolano está logrando unidad, alta moral y apoyo internacional para derrotar al imperio y a sus títeres y salvar a Venezuela de la caída bajo el neocolonialismo imperial.