Difícilmente se puede encontrar en la historia un magnicidio menos investigado que el asesinato del Comandante Chávez, y más difícil aún encontrar la inmensa complicidad que oculta ese crimen.
No tocaremos en este artículo el aspecto policial del magnicidio, dejemos eso a los cuerpos especializados. Aquí vamos a comentar algo fundamental para la política, para el futuro de la nación, hablaremos de los "móviles de los móviles": ¿quiénes y por qué asesinaron a Chávez?, ¿cuántas veces lo asesinan?, ¿cuántos cómplices?
Lo primero que debemos establecer es: ¿fue asesinado Chávez, o murió de muerte natural? Y aquí empieza la gran duda. No está establecido policialmente que fue un asesinato, aunque políticamente es una verdad del tamaño del Ávila, aceptada por ministros, familiares y hasta por el presidente. El mismo Chávez nos habló de lo raro de su enfermedad; y obama insinúo, predijo, el fin del Comandante. Cuando el desgobierno éste se encuentra con el agua al cuello, recuerda el asesinato de Chávez, sólo como excusa, no tiene la valentía, la dignidad de investigarlo.
Siendo así, ¿por qué no se investigó el magnicidio?, ¿por qué el desgobierno de maduro se empeña en ocultar el crimen, ¿por qué palió el asunto con una grosera comisión de investigación inexistente? La razón debemos buscarla en la política. Veamos.
No hay dudas que el asesinato de Chávez fue una operación de alta política, se trataba de yugular la posibilidad socialista, derrotar a la Revolución. Al no más comenzar la investigación de esa operación, al buscar los autores intelectuales, su objetivo, nos toparemos con el capitalismo. Aquella fue una operación del capitalismo, en ella confluyen muchas corrientes. Unos participaron con conocimiento pleno, consciencia de lo que hacían; otros, llevados por su esencia capitalista, sacaron cuentas de sus beneficios, participaron de manera inconsciente. No faltaron los que pescaron en el río revuelto del oportunismo. A ninguna de estas corrientes les conviene la investigación.
Los sucesores del Comandante, o quizá deberíamos decir los traidores al Comandante, nunca pensaron continuar su obra, desde el principio su intención era regresar capitalismo, enterrar al Socialismo, las pruebas abundan. Siendo así, le tienen terror al resultado de la investigación. Después de develado todo, ¿cómo justificar su alianza con los asesinos de Chávez? La investigación los dejaría desnudos frente a la historia y la masa, que hoy pueden manipular a voluntad.
La derrota del Socialismo comienza con el magnicidio, de allí viene la crisis que hoy vivimos, es a ese punto que debemos volver. Sólo en ese punto el país tomará consciencia de los campos en pugnas, los sabrá diferenciar. El mundo conocerá que a Chávez lo asesinan todos los días los partidarios del capitalismo. Desde allí desandaremos el desastre del madurismo, recuperaremos la ética, la espiritualidad, indispensables para las tareas de reconstrucción del país. Se equivocan los que piensan que la crisis se limita, se resuelve, en lo material. Esto no se arregla con miles de camiones cargados, la Patria se recupera con ideas, razones sagradas, dándole sentido a la vida, recuperando la autoestima del venezolano, entonces lloverá lo material. Es el sabio consejo de Fidel, de construir riqueza a partir de la consciencia y no consciencia a partir de la riqueza. El mayor daño que el madurismo le ha infringido al país es el despojo de su espiritualidad, de la conciencia de sociedad, de Patria.
