Temigue: ó Temiga (dependiendo de la zona del oriente del país que se encuentre). Dícese de los residuos de sucio que se acumulan entre el prepucio y el glande, regularmente a consecuencia del mal aseo. El residuo es de blanquecino a amarillo y puede generar mal olor. Su nombre científico es Smegma. También se conoce en el interior como Legaña de güevo. Fin de la cita. Léxico venezolano y maracucho.
Este, mensaje sin destino explica razonablemente la tragedia que es hoy nuestra querida Venezuela. Nos permite comprender que el salto al vacío que vivimos en el presente, no es sólo el abismo sin fondo por el que caemos hacia el futuro sino que sus antecedentes están en el pasado reciente, es la historia no comprendida por el totalitarismo, y que el pensamiento de Simón Bolívar no quede en letra muerta, sino que en las próximas generaciones florezca en nuestro modo vivendi como país. Como, cuando el Libertador manifestó: "He arado en el mar y he sembrado en el viento", después de que la Gran Colombia se dividiera, dejando de existir, de acuerdo con las ideas expresadas en el: "Mensaje sin destino", tal pensamiento no corresponde sólo para aquellos venezolanos que aspiran implantar el sistema miserable cubano, sino que su resentimiento conlleva a evaluarlo en estos últimos 60 años posteriores hasta la presente: ¿Cuándo nos preguntamos? Si nuestra conducta diaria como ciudadanos ratifica lo trágico expresado en aquel momento por el Libertador. Estas nociones las explica Mario Briceño Iragorry en su obra cuando menciona a Jorge Santayana al decir que "cada generación está en el deber de reconstruir todo el conocimiento histórico y fijar una nueva perspectiva qué se acople al genio dramático de la época". Recordando a la vez: "Quienes no pueden recordar su pasado están condenados a repetirlo". Dejando entender que nuestro presente tiene su explicación en que la historia de la vida es una tarea pendiente. Fin del mensaje.
Desde pequeño, mis padres y maestros, me enseñaron a no ofender con malas palabras hirientes, porque el idioma cervantino es demasiado amplio para golpear con altura. Sin embargo, no es que yo sea ninguna carmelita descalza tal vez, nunca me justificaron el porqué de esta enseñanza más allá del poder o autoridad que tenían sobre mí.
Es necesario explicar en qué consiste una ofensa, es decir, qué es lo que hace que un término o expresión sea "ofensiva". Evidentemente, las palabras en sí, no son groseras; solo son sonidos o intenciones. Sin embargo, una expresión puede ser "vulgar", por las intenciones y emociones que genera en las personas.
Por lo general, las intenciones de un fanátic@ que suele intentar ofender o menospreciar a alguien, estas intenciones no aparecen por sí solas, son producidas por resentimientos como aversión, ira o frustración. Una persona que ofende sin motivo alguno suele estar sujeta, ocasional o regularmente, a emociones perversas, por lo que podría tener la intención, de causar daño moral a quien se dirige. Por supuesto, hay quienes ofenden por estar habituadas a ello, porque es su razón de ser. Sin embargo, aún en estos casos, el individuo muestra su reincidencia a emociones negativas. Seguramente, por el odio y las malas intenciones, por su vocabulario denota que algo no está bien en él o ella, por algo que le sucedió o que le ocurre producto de que la inflación no lo deja comer bien, comprar las toallas sanitarias, o la presto barba para devastar la selva, y el buen perfume para oler a rosa en el nicho de amor en el encuentro intimo.
Una persona marginal de la cabeza es quien constantemente se expresa de manera vulgar o soez. El hábito de repetir palabras ofensivas no es sino la manifestación psicológica de un cerebro afectado por la mala calidad de vida. En muchos de los casos, el o la soez se hace proclive a la violencia. Y esto no es casual, hay un vínculo ‘ideológico estalinista’ entre la violencia, y el ofender. Las personas violentas suelen ser groseras. Y aunque ser ofensivo te convierte, en una personas violenta, y te predispone a ser mucho más agresivo. Hoy en la situación económica que se vive en Venezuela por la falta de medicamentos, agua y luz etc. Se requiere de mucha fortaleza moral y consciencia para romper con el odio social. Una manera práctica de hacerlo es reemplazar el odio por una manera aceptable del buen vivir, como lo hizo el suscrito en el 2011 que afectado por un cáncer www.aporrea.org/actualidad/a134201.html , fui sometido a 19 quimioterapias, y cuatro entradas a pabellón para alta cirugía todo realizado por prestigiosos médicos venezolanos educados en USA con el apoyo de la American Society of Clínica Oncology, mi enfermedad fue diagnosticada en el mismo mes, el mismo año, y casi la misma edad del presidente Hugo Chávez, con un control medico anual hasta que Dios quiera, y no fue el producto de una simple ‘cagalera`. Estos resultados para la idiotez comunistoide a lo mejor suele ser algo cómico, pero para los que nos le escapamos por ahora a las garras de la muerte es algo encomiable, cuando se siente dolor. Cuando hacemos estas aclaraciones no estoy cambiando una ofensa por otra, en el fondo estoy cambiando (o intentando cambiar) una actitud de odio por otra mejor, que evita ofender o herir.
Por supuesto, que el ofender sin conocer a la persona una que otra vez en un momento de crispación política es aceptable en algunos casos (siempre que no se ofenda o hiera a quien no lo merezca). Pero, el hábito de decir "profanidades" regularmente ante situaciones reales como los apagones no lo es. Quien se ha habituado a ello, ha perdido el control y muestra el daño moral al que está sujeto.
Evitar las ofensas es una manera de limpiar la atmósfera política venezolana que, dentro, y fuera de nosotros, nos relaciona con la miseria cubana. Esto no contribuye a nuestro bienestar, así como el del prójimo. Es por ello que mis padres, maestros, y los políticos que me formaron me instaron a esta práctica.
PostScriptum: El abandono, y la corrupción provocó el colapso brutal del sistema eléctrico nacional, ayer 31 de marzo de 2019.
El fallo en la central hidroeléctrica de Gurí, y la incapacidad del Gobierno de construir un sistema termoeléctrico alternativo provoca el mayor corte de luz de la historia de este país.