Después del golpe de estado, contra el Comandante Chávez, al ver a Vladimir Villegas, sirviendo de locutor en la recién restituida señal de VENEZOLANA DE TELEVISIÓN en un momento crucial para el proceso bolivariano; nadie pensó en el viejo refrán (La ocasión la pintan calva) y mire que el periodista aprovecho la oportunidad para darse a conocer en nuestro país, y más allá de nuestras fronteras. Prácticamente salto del anonimato para abrirse paso en algunos puestos de mucha importancia en el gobierno del Comandante Hugo Chávez Frías, entre ellos la dirección del canal VTV, embajador en un país hermano, y de paso vicecanciller para Asia, Medio Oriente, y Oceanía.
De esa fecha hasta nuestros días, los cambios políticos en el mundo han sido impresionantes, y Venezuela no puede ser la excepción, más cuando tenemos al gobierno estadounidense a la vuelta de la esquina, como la verdadera fiera salvaje al asecho, esperando el momento para dar el zarpazo, y penetrar en el corazón de nuestro país, para devorarse nuestros riquezas naturales; primero por la necesidad en los Estados Unidos, donde el consumismo es parte inseparable de la sociedad, y cada día aumenta la pobreza; y en segundo lugar, porque sencillamente esa es la verdadera naturaleza del imperialismo: la violencia, y las invasiones para obtener los recursos necesarios. Todo esto se le olvido al periodista, después que aprendido a sumergirse en la misma charca, donde coinciden un número de tránsfugas, sin importarles el pasado, que tanto defendiera, para engrosar el escuálido batallón de comunicadores, abiertamente enfrentados a todo lo que se parezca a socialismo.
Vladimir Villegas, hace rato forma parte del globo de ensayo, puesto en práctica por el gobierno de los Estados Unidos, y para eso han sacado un verdadero monigote, con todas las características necesarias para el experimento. El problema fundamental no es el títere, es quien mueve al mentecato, y los que solapadamente sostienen algunos hilos, para ayudarlo a mantener en medio de la mediocridad, y la desesperación al no poder conseguir los resultados buscados, y por el contrario en cada intento se consiguen con un pueblo dispuesto a defender la patria, con su propia vida.
Nada de lo escrito, y publicado por Villegas, está alejado de algunos ex funcionarios del gobierno del Comandante Chávez. Quienes sin el mínimo pudor han llegado a colocar a Guaidó, en un verdadero pedestal, cumpliendo mansamente con la directriz emanada, desde el gobierno de Donald Trump. Apartan el enorme daño, hecho por este señor al país, y es tan así, que un humilde hombre de pueblo muy cercano AD en su años de joven, se atrevió a decir, que si llegamos a comparar el daño de los otrora grandes partidos (AD y COPEY) se quedan en pañales antes el autoproclamado.
Sin embargo, no le podemos pedir peras al olmo. El señor Vladimir, después de andar en sus años de juventud atacando al imperialismo, desde una izquierda arropada por AD y COPEI, con el apoyo incondicional de cuanto gobierno se instalaba en la Casa Blanca, saltó la talanquera para caer en un medio muy poderoso, visto en el mínimo rincón del país, algo que nunca soñó, para satisfacer su ambición personal. Desde ese momento se encuentra en horario estelar, en un canal totalmente pitiyanqui, y cualquier noticia difundida por este medio se convierte en parte del quehacer venezolano. El detalle en contra, es que el pueblo ha aprendido a diferenciar la verdad por encima del engaño, y la ambición que ha puesto en práctica, la definió el escritor irlandés Jonathan Swift, de una manera muy sencilla: "La ambición suele llevar a las personas a ejecutar los menesteres más viles. Por eso, para trepar, se adopta la misma postura que para arrastrarse".
