Es conocida la sentencia de Martí: "En política lo único verdadero es lo que no se ve". Quién haga política guiándose por lo evidente, por los movimientos visibles de los protagonistas, está condenado al fracaso. Se debe intentar escudriñar en la maraña de la realidad buscando las intenciones profundas, los intereses en juego, lo oculto y cómo esos intereses se personalizan. Veamos.
Los gringos amenazan con invasión, los incautos salen a ramplar, a pasar por túneles de mentira. La verdad tras la amenaza de invasión es un mensaje a los venezolanos: "no quieran retomar el camino de Chávez"; "lo único aceptable es el regreso a la cuarta república"; "entierren definitivamente al Chavismo"; "el Socialismo es malo"; "si se portan bien, si hacen el pacto socialdemócrata, la sangre no llegará al río".
Es así, la disputa hoy es por enterrar al Chavismo y a los líderes chavistas, por eso los persiguen por todo el mundo. Los acosa el gobierno traidor, y los acosa la oposición entregada a los gringos. El Chavismo es el verdadero enemigo. El gobierno, mientras descabeza, incinera al Chavismo, restaura de manera grosera al capitalismo, la masas manipuladas, embrutecidas se distraen esperando la invasión gringa, una vez más es engañada, una vez más no reconoce a sus líderes ni a sus enemigos, se afilia con sus verdugos.
El verdadero enemigo de los gringos, a los que ellos temen, no es a maduro, ese ya va de salida con su fracaso a cuestas, no pudo restaurar al capitalismo, se enredó en su pragmatismo y, por más que subaste al país, no satisface a los capitalistas. El verdadero enemigo del madurismo es el Chavismo, los chavistas que todos los días le recuerdan su traición, que no lo dejan transformarse en capitalista con tranquilidad.
Los gringos, las oligarquías del continente, temen el resurgir del Chavismo auténtico, que las masas lo reconozcan. El gobierno madurista, antichavista, y la oposición gringa detectan a los posibles líderes de ese resurgir, los persiguen con saña, van hasta el fin de mundo para buscarlos, para desprestigiarlos, la persecución recuerda la caza de Stalin a Trotsky. Pocas veces la historia registra tal odio.
Esta son las circunstancias, todos los análisis conducen a la necesidad de crear, fortalecer la opción chavista, hacerla entrar en el juego político, no dejar que sea aniquilada por el reformismo traidor y por la amenaza gringa. El Chavismo no puede rendirse, dejar que lo borren, pasar al olvido, que lo desprestigien, es necesario luchar, y el primer paso de esta batalla es existir, tener límites, gritar al mundo, a la nación que el Chavismo vive, resiste.
Aquí no hay lugar a dribles trasnochados, las circunstancias han definido los campos: existe un campo capitalista cuya hegemonía se disputan el madurismo, reformismo traidor, antichavista, y guaidó y sus compinches, agentes gringos. declarados, convictos y confesos. En el cuadro faltan los chavistas, el Socialismo, calumniado, desprestigiado, que es la única esperanza para esta sociedad.
Es labor de sus líderes reagrupar fuerzas, construir la opción chavista. Hoy no hay tarea más importante que existir.