Se reúnen en Barbados las dos fracciones capitalistas que se disputan la dirección de la sociedad, los une un objetivo: enterrar al Socialismo, culminar la inmensa operación que empezó con el asesinato del Comandante. Ahora tratan de regular el disfrute del botín. Veamos

El asesinato de Chávez dio inicio a una operación de alta factura para truncar la esperanza socialista. Sabían los capitalistas que desaparecido Chávez no habría fuerza para estructurar una opción que se opusiera a la entrega. Tenían un perfil del grupo sucesor, conocían de la debilidad ideológica del grupo dirigente… y no se equivocaron: los impostores comenzaron temprano el desmontaje del Chavismo. Comenzaron por minar las bases psicológicas, la ética que sustenta el avance socialista: la relación fraterna, el sentido de pertenencia a la sociedad, la lucha contra el individualismo opuesto a los intereses sociales.

El "dakazo", el carnet, las diferentes dádivas caracterizan a esta fase de la operación. El pragmatismo sindicalero sustituyó a la organización del tejido social, a la formación, al estudio. La imagen de Chávez fue vaciada de contenido, el Socialismo fue transformado en su contrario. El madurismo, exitoso en destruir al Chavismo, no lo fue en la tarea de recomponer la forma política de la dominación capitalista, en instaurar de nuevo la cuarta república. En esa fase andamos, así se explican las reuniones de diálogo, el empeño internacional en llegar a un acuerdo, allí se inscribe la reunión de Barbados.

Tarde o temprano llegarán a un acuerdo, las dos fracciones son esencialmente lo mismo, eso lo sabemos. Aunque son muy ambiciosos, aunque tienen muchas fechorías que ocultar, llegarán a un acuerdo: restaurar la democracia burguesa, que bien podría llamarse una dictadura con ropaje legal. Si no lo hacen ahora, vendrá una dictadura militar y lo harán después de algunos años, y en ese momento mostrarán como un triunfo la derrota de la dictadura, y volveremos a recomenzar el ciclo de dominación capitalista.

La debilidad ideológica de unos que fácilmente caen en la trampa de sustituir la meta del Socialismo por la meta de la democracia burguesa, y el talante delincuencial de otros lleva al madurismo a Barbados. Se sientan presionados, asustados, las medidas económicas, la sanciones a los personeros del gobierno, las amenazas de invasión tienen como fin ablandar lo que ya estaba flojo, el espíritu de estos gobernantes, enmollecidos por el poder. No sabemos si llegarán a acuerdos, no sabemos si los respetarán, ya en el pasado han demostrado que entre pillos son muy difíciles los acuerdos y más difícil aún respetarlos.

¿Cuál es la posición de los chavistas auténticos, de los revolucionarios? Lo primero es entender que vienen días difíciles, la manipulación de las masas está rindiendo sus frutos, ya se considera el regreso a la cuarta república como un éxito de la paz, a las elecciones como una solución a todos los males, cuando en realidad son "el opio moderno de los pueblos".

Los chavistas deben crecerse, como lo hizo el Comandante, en las adversidades, y mantener su prédica: cualquier forma de dominación capitalista, sea dictadura o democracia burguesa, no resuelve los problemas de ninguna sociedad, al contrario, es un sistema creador de miseria moral y material. Para revalidar la afirmación basta observar los cordones de miseria de nuestras grandes ciudades, recordar la gran deuda social que el gobierno de Chávez intentó pagar, rescatando la ética de la fraternidad y mejorando la situación económica de la población. Es así, con la democracia burguesa, o con una dictadura de derecha se profundizarán las dificultades.

El camino es volver a Chávez, el pacto es una nueva traición al Comandante.